jueves, 12 de julio de 2012

La reseña de Nínive

Bueno, pues como lo prometido es deuda, aquí estoy para comentar este maravilloso libro (Siete paraguas al sol). Porque no me ha gustado... me ha encantado.
Lo llevé como segunda lectura de mi semana de vacaciones en la playa con los niños, y me ha durado tres días.
Es una de esas novelas para paladear despacio. Cada frase es una pequeña joya que asimilas como propia, recordando alguna situación parecida en tu experiencia personal.
Se recrea en lo sencillo, en vivencias que pueden ser las tuyas, las de tu vecino, las de tu hermana. Pero lo cuenta de tal modo, que cada palabra es especial. De cada historia puedes aprender, recordar...
He estado leyendo con una media sonrisa en la cara, que a momentos se convertía en entera y -por qué no decirlo- alguna lagrimilla también se me ha escapado. Y lo mejor de todo es que cuando pasas la última hoja, el poso dulce que deja se mantiene tiempo después.
Los cuentecillos cortos que intercala en la historia principal son geniales. De hecho, tengo pensado leérselos a mis niños por las noches, cuando el libro vuelva a mis manos -porque ya lo he prestado-...
En fin, que recomiendo su lectura. Que refresca, calma y cura, como buena medicina para el alma.
Pero tengo que pedir disculpas al autor por traer entre las páginas de su obra algún grano de arenas blancas y negras, y alguna gota de agua de piscina, porque no se me ocurrió que tuviera que llevar en dichos lugares, un paraguas.

Nota: Reseña publicada por Nínive en el hilo abierto del portal literario Ábretelibro sobre mi libro Siete paraguas al sol.

1 comentario:

Manuel Cortés Blanco dijo...

Y el apunte de Lucía en ese mismo hilo: "Es Manuel 100%, tierno, muy tierno, con frases contundentes e historias cercanas".
Mil gracias, mil y una sonrisas.