jueves, 26 de febrero de 2015

Una sirenita llamada Amalia

Hace apenas cinco días, una Sirenita preciosa llegó a nuestra casa. No la esperábamos tan pronto. De hecho, adelantó su venida casi un mes... Es probable que supiera de los cuentos que inventamos cada noche y se apresurara para no perderse ninguno. Sea como fuere, lo importante es que todo ha ido bien.
Precisamente por ello, para prestarle cuantas atenciones se merece, estaré por un tiempo alejado de mi blog... si bien, ya os advierto, no nos dejaremos de contar.
Amalia, hija mía: bienvenida, wellcome, ようこそ, bienvenue, wilkommen, ברוכה הבאה , bem-vinda, Добро пожаловать, benvingut, خوش آمديد, ongi-etorri, benvenuta, mabuhay, 欢迎, isten hozott, dobrodošli, welkom, xoş gəlmişsiniz, selamat datang, benvida... Porque no importa si te lo decimos en cien idiomas; lo realmente importante es que lo hacemos con miles de sonrisas.

viernes, 20 de febrero de 2015

Los cuentos de Bernardino

Bernardino –como antes lo fueran todos sus progenitores desde su tatarabuelo- es un maestro en el arte de contar. Procura ser breve, pues lo que resulta largo no puede quedar bonito. Procura ser optimista, que una persona positiva se alía siempre con las posibilidades positivas. Procura ser sincero, no diciendo la verdad, sino sintiendo de verdad lo que dice. Y procura ponerle sentimiento, a sabiendas de que la Literatura no es inocente ni espontánea.
- Ojalá –como él sostiene- las palabras se parecieran a las cerillas y después de usadas pudieran guardarse en cajas.
- Ojalá –como repiten sus hijas.
Para los niños del pueblo, lo mejor de que llegue la hora de acostarse son los besos de buenas noches. Para estas niñas, el cuento de papá. Ramona, la menor de entre ellas, se ha vuelto a quedar dormida. Quizá por ser tan pequeña se pierde siempre el final. Irene habría preferido otra aventura con dragones y princesas. Las demás desperezan, a punto de rendirse ante sus sueños. Son demasiado inocentes para tener tanta historia.
La familia es el espacio donde aprendemos a ser.
¡Hasta mañana!

Nota: Párrafo perteneciente al capítulo titulado Cuando callan las campanas, incluido en mi libro Siete paraguas al sol.

lunes, 16 de febrero de 2015

Por qué le llaman "prevención" cuando quieren decir "recaudación"

Me declaro un conductor responsable, en especial desde aquel accidente que provocado por un tercero se llevó la vida de mis padres. Respeto hasta la desesperación los límites de velocidad, a veces trazo mil vueltas para no aparcar en zonas prohibidas, mantengo mi vehículo en perfecto estado de revista... e incluso en una ocasión, como médico y sobre todo persona, olvidé mi coche en algún arcén mientras participaba en la reanimación de varios heridos tras un choque frontal.
Dicho esto, comparto también que el pasado viernes el Ayuntamiento de mi ciudad me notificó una multa sancionable con la pérdida de 200 euros y la retirada de cuatro puntos del carnet de conducir por "no respetar la luz roja no intermitente de un semáforo". A caballo entre el escepticismo y la indignación, me presenté en la Oficina de Sanciones de la Policía Local para ver las fotografías del día de autos. Allí me explicaron lo ocurrido: llego al semáforo en verde, se pone un instante en ámbar e inmediatamente -casi sin solución de continuidad- pasa al rojo, de manera que existe una instantánea que caza a mi vehículo bajo la sombra de ese color. No hay tiempo para reaccionar, salvo dando un frenazo brusco que añadiría más riesgo a nuestra seguridad.
Sinceramente, este semáforo -como tantos en la ciudad- está diseñado para pillar. Solo así se explica que, según datos del propio Ayuntamiento, se superen las 120 multas diarias y que la previsión de ingresos por este concepto sea para el 2015 de 5,3 millones de euros, frente a los 3,2 de cuatro años atrás.
He leído que el alcalde justifica esta estrategia porque "ahora se hacen cumplir las ordenanzas". He oído también que desde su concejalía correspondiente se asegura sin mucha convicción que "hay menos atropellos". E incluso un responsable de esa Oficina afirmó que el fin último de estos controles consiste en "prevenir".
Ante estos argumentos, una sola pregunta como especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública: ¿cuánto de ese dinero se destina realmente a la prevención más efectiva: la educación vial de la población? ¡Una insignificancia! Y es que le llaman "prevención" cuando se trata, sin duda, de "afán recaudatorio".

viernes, 13 de febrero de 2015

En el Día de la Radio

En este Día Mundial de la Radio comparto mis felicitaciones para todos los profesionales y oyentes de este medio, con uno de los párrafos incluidos en mi libro El amor azul marino.
Como siempre, mil sonrisas, mil ondas... Y si no sintonizamos antes, ¡feliz fin de semana!

- ¡Matahari!
La respuesta es correcta.
De pequeño me encantaban los concursos de radio en los que había que acertar un personaje atendiendo a los datos que te ofrecían. No resultaba fácil adivinarlo, pese a lo cual reconozco mi habilidad para enlazar las pistas de la locutora y llegar al nombre propuesto. Otra cuestión era que acabasen dando entrada a la llamada telefónica entre el aluvión de oyentes que participaban.
Gané en dos ocasiones. Aunque el premio consistió en un lote de discos a cuyos intérpretes no conocía nadie, me hizo muchísima ilusión.
El viejo transistor de tonos metálicos fue durante esos años uno más de la familia. Aquel consultorio de Elena Francis puso luz en miles de corazones solitarios:
- ¡Paciencia mujer, mucha paciencia!
Cada parte desmenuzaba las peripecias de un fugitivo apodado El Lute, los lances ante el toro de un valiente Cordobés, los acordes de ese principiante llamado Julio Iglesias. Y el domingo vibrábamos con los goles de los Asensi, Juanito o Cardeñosa en la retransmisión a pie del estadio.
Como tantos y tantos españoles, no olvidaré nunca la noche del 23-F (23 de febrero de 1981) cuando un intento de golpe de estado puso en peligro nuestra convivencia democrática. Por aquel entonces yo era un estudiante de bachillerato, sin apenas conciencia política, que siguió el evento adherido a un receptor.
- Dice Radio Nacional que los golpistas se han retirado.
Todos respiramos tranquilos.   
Todavía ando conectado a la magia de las ondas y asiduamente, antes de acostarme, sintonizo una emisora en busca de..., ¡a veces pienso que en busca de mí mismo!

jueves, 12 de febrero de 2015

La reseña más dulce

Buscar un punto novedoso a los temas que ya están demasiado trillados en la Literatura es tarea harto difícil pero, por eso, es también lo que más se valora. El caso de la Guerra Civil es uno de estos temas, del que a mí me encanta leer pero que, casi siempre, termino viendo lo que ya había leído antes en forma similar. Esta sensación de repetición de argumentos y vocablos se rompió sin embargo con Mi planeta de chocolate (2008), de Manuel Cortés Blanco, una historia que tiene como trasfondo la Guerra Civil pero desde una perspectiva novedosa.
En mayo de 1937, el buque Mexique se hace a la mar desde el puerto de Burdeos con 455 menores a bordo, rumbo al continente americano. Son niños españoles que buscan la paz en otro continente aunque Benito Expósito Expósito, un huérfano que había vivido en un orfanato gallego rodeado de dulces, irá en busca de su mayor sueño: el chocolate. Ya que desde bien niño se había acostumbrado a que entre dos opciones debería escoger siempre la que tuviese chocolate.
Mi planeta de chocolate es un homenaje al cacao, al mundo de la inocencia de los niños y a todos los cuentos que hacen que la vida sea un poco mejor. De hecho, el cuento de Hansel y Gretel aparece como el favorito de Benito al incluir la temática del chocolate. La inocencia se expresa de maravilla en el siguiente párrafo, referente a la visión de los porqués de la Guerra por parte del protagonista: "Los de aquí están enfadados con los de allí, y al revés, por una tarta enorme de chocolate. Una tarta con levadura, guinda y cacao que debe de esta muy rica, porque ustedes no quieren darles y ellos no les quieren dar... No entiendo a los mayores: prefieren que se rompa antes que compartirla".
Y es que Manuel Cortés escribe porque no puede imaginar la vida sin imaginar, valga la redundancia. Él es un cuentista de los buenos, que rescata lo mejor del imaginario social, los refranes y dichos para darles la vuelta y retorcerlos con maestría. Cada frase es un convite a pensar y un placer para los sentidos: "El tiempo es una tragedia para aquellos que esperan, el peor de los ensayos para quienes tienen prisa, poesía para los que aman, una comedia para quien nunca lo toma en serio... y un cuento para ti".

Nota: Reseña que bajo el título Un cuentista orgulloso ha sido publicada en el portal literario Lecturafilia, a propósito de mi libro Mi planeta de chocolate.

martes, 10 de febrero de 2015

En el Día Internacional de Internet Seguro

Hoy se celebra el Día Internacional de Internet Seguro (Safer Internet Day). Desde mi condición de médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, esa ha sido una de mis principales líneas de trabajo: evitar la impunidad que ante determinadas acciones perniciosas pudiera ofrecer la red -con especial atención al llamado ciberacoso-, estimar y prevenir las tasas de su uso problemático -particularmente entre adolescentes-, promocionar un manejo responsable de las nuevas tecnologías... De tal inquietud surgieron algunas publicaciones y aquel Premio Nacional Ulysses a la Investigación que en el año 2010 recibí junto a mi amigo y colega Antonio Piñeyroa. 
Y es que no hay duda de que Internet posee una cara amable, pero otra que puede resultar perversa. Porque como dijera el célebre informático Andrew Tanenbaum, "junto con lo bueno viene lo malo. Así parece ser la vida. Internet hace posible encontrar con rapidez información, pero una gran cantidad de ella está mal documentada, es falsa o completamente errónea. El consejo médico que obtuvo en la web podría haber venido del ganador de un Premio Nobel... o de un desertor de la preparatoria".

viernes, 6 de febrero de 2015

Y cinco frases para un fin de semana

Reza un dicho leonés que la nieve es una metáfora de la memoria. Así que desde ese recuerdo, en estos días teñidos de blanco, quisiera desearos un buen finde aunque sea compartiendo alguna frase de cada uno de mis libros. Deseo que os gusten.
Mil sonrisas... ¡Y hasta la próxima semana!

1. ¡Que nadie juzgue a nadie por sus amores! (El amor azul marino).
2. La ilusión es hereditaria; se hereda de los hijos (Cartas para un país sin magia).
3. "Perdón" es la palabra que más se dicen dos personas que se aman. La segunda es "Te quiero" (Mi planeta de chocolate).
4. Quien no conoce la tristeza del desamor, no conoce la tristeza (Siete paraguas al sol).
5. Con quien bien te quiere, sé paciente. Tarde o temprano te hará reír (Nanas para un Principito).

miércoles, 4 de febrero de 2015

Decálogo para un 4 de febrero

Hoy, 4 de febrero, celebramos el Día Mundial contra el Cáncer. Y en mi caso -a modo de sencillo homenaje a cuantos se enfrentan o se han enfrentado a este mal-, lo hago compartiendo el decálogo de vida de Mercedes, una de las hermanas protagonistas de mi novela Siete paraguas al sol, quien a base de tesón y esperanzas consiguió superarlo. 

1. No hay cambio bueno con prisas.
2. Aceptar el miedo te hace más fuerte.
3. Solo podrán vencerte si te das por vencido.
4. La salud es como las fortunas; la única manera de conservarla es no malgastarla.
5. Cuando vienen mal dadas, sacamos lo mejor que hay en nosotros.
6. No existe peor obligación que la que uno mismo se impone.
7. Cuanto repetimos con frecuencia, lo acabamos vaciando de sentido.
8. Nunca combatas demasiado tiempo con un mismo rival.
9. No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace.
10. El amor es un misterio que se nos va revelando a lo largo de la vida.
Y por último, a modo de corolario, saber que la suerte no está en lo que nos pasa... sino en cómo lo vivimos.

domingo, 1 de febrero de 2015

¡Hola, aquí estoy!

Me dijeron que ¡Hola, aquí estoy! (Elfos Ediciones) es un bestseller, que a pesar de haberse editado por vez primera en 1984 sigue demandándose mucho, que acumula más de tres millones de ejemplares vendidos, que se ha traducido a decenas de idiomas y distribuido en más de un centenar de países... Me aconsejaron que fuese mi guía a la hora de escribir, que adoptase el estilo de su autor -ese danés llamado Willy Breinholst-, que cambiara en su favor el formato de vivencia y cuento utilizado en mis Nanas para un Principito...
En su contraportada consta que ¡Hola aquí estoy! es "un libro insólito sobre el embarazo, que narra en clave de humor las reacciones que tiene un bebé ante sus padres y ante el mundo que le rodea durante el período de gestación". Para mí, apenas merece mayor reseña.
Por eso me da que mi literatura seguirá siendo modesta aunque, eso sí, siempre fiel a mi estilo. Y es que quizá me contaron demasiado de una obra que -salvo en algún apunte perdido- ni me ha gustado ni me ha divertido.