Cerrado por reinventario

Verano es siempre un período de mucho trabajo para cualquier sección de Epidemiología. Durante estos meses aumenta significativamente el número de viajeros que solicitan consulta en su Centro de Vacunación Internacional, crece la incidencia de brotes y con ellas las alertas epidemiológicas de todo tipo. Si esto sobreviene después de un año tan intenso como el actual, resulta lógico que a estas alturas del curso anhele unas vacaciones. La toma de decisiones pesa mucho... Y esa misma toma de decisiones a nivel de Salud Pública, acaba pesando muchísimo.
Quizá por ello, de manera paralela he descubierto que cada vez escribo menos, sumando ya demasiado tiempo sin publicar. Sé que necesito un descanso, resetear mi disco duro para crear de nuevo; pero también preciso de espacio y tiempo para reinventarme.
Por todo eso, cierro temporalmente este blog: por reinventario y con la certeza de que nos seguiremos contando después del verano. Porque como dijera con acierto la genial Mary Poppins, "todo trabajo tiene un algo divertido, y si encontráis ese algo se convierte en un juego". De seguro que con tanto reseteo acabo descubriendo el mío para volver a jugar... Y también, por supuesto, para volver a sentirme escritor.

Cuentacuentos para un claustro de profesores

En un módulo penitenciario, en ese campo de refugiados, en la planta de Oncopediatría de aquel hospital, en cualquier residencia geriátrica, en otro auditorio ante trescientas personas, a pie de montaña en el Festival Solidario Festilánea, en la Feria del Libro de Frankfurt, en la cabecera de la cama de mis hijos... Ciertamente, he compartido muchos de mis cuentos en diferentes rincones del planeta, si bien nunca hasta ahora lo había hecho donde está previsto que lo haga mañana: en un claustro de profesores. Será este martes 18 de junio, a partir de las cinco de la tarde, en el Colegio Internacional Peñacorada, de León. Allí impartiré ante sus docentes mi sesión titulada La vuelta al mundo en casi ochenta cuentos.
Y es que, parafraseando al consabido refrán, nunca te acostarás sin contar una cosa más.

Cuarenta años después

¡Cómo pasa el tiempo! Tal día como hoy hace cuarenta años el equipo de Balonmano en el que yo jugaba, ganó la final del campeonato de mi colegio -el Jerónimo Zurita, de Zaragoza-. De aquella jornada conservo una medalla acreditativa, varias fotos de toda la plantilla y, por supuesto, un magnífico recuerdo.
Quizá por casualidad, esta misma mañana he estado entrenando a Balonmano con mi pequeño Manuel en una cancha, mientras repasábamos su temporada con el colegio -el Marista San José, de León-: campeón de su fase escolar en categoría benjamín, ganador del IV Torneo Nacional de Balonmano-Hierba de Puente Viesgo... y sobre todo, portador de esa sensación tan agradable por haber disfrutado de una disciplina que a los dos nos encandila.
Aquel único gol en aquel partido mío fue el último que anoté en este deporte, pues acabaría practicando Atletismo. Sin embargo, algo me dice que a Manuel pequeño aún le quedan muchos tantos por marcar. Y es que, cuarenta años después, las fotos se repiten, dejándome la duda de si es el tiempo el que pasa o realmente somos nosotros quienes pasamos. 

II Torneo de Pádel Rocío González

Del 14 al 16 de junio va a celebrarse en León un campeonato de pádel que rebosa sentimiento y solidaridad: el II Torneo de Pádel Rocío González, en memoria de esta mujer extraordinaria y a beneficio de la Asociación de Lucha contra la Leucemia y Enfermedades de la Sangre -ALCLES-.
Bajo el lema Tú eres la vida que das, dicho evento coincide en el tiempo con cumpleaños de Rocío y con la celebración del Día de los Imparables que desde hace ocho años organiza la Fundación Josep Carreras reuniendo a pacientes, familiares, amigos, médicos e investigadores para sensibilizar a la población sobre la importancia de la investigación de la leucemia y otros procesos malignos.
A sabiendas de sus objetivos, del tesón de los organizadores y de esa familia tan maravillosa de Rocío, deseamos de corazón que resulte un auténtico éxito a todos los niveles. Y aun cuando no podamos estar sobre la pista como jugadores, estaremos a su lado convencidos de que realmente somos la vida que damos.

Más planeta de chocolate

Este fin de semana he recibido por sorpresa un correo electrónico en el que cierta lectora compartía conmigo lo mucho que le ha gustado mi obra Mi planeta de chocolate (Ediciones Irreverentes); aquella colección de relatos convertida en novela, finalista de un Premio Internacional Vivendia que escribí hace más de diez años y de la que tan orgulloso me siento.
Al leer ese e-mail he repasado las vivencias compartidas con este libro: desde la primera entrevista en el periódico El Faro Astorgano a la última para la agencia mexicana de noticias Notimex, pasando por aquel contrato de la editorial alpina Giro di Parole para traducirlo al italiano, esa presentación en inglés en la Feria del Libro de Frankfurt o aquella posibilidad con aquella productora de convertirla en película. Nuestro editor estaba convencido de que habría sido un auténtico éxito.
Con Mi planeta de chocolate alcancé en dos ediciones mi cima de lectores -probablemente, también de ventas-, y aun cuando al final este último sueño no llegase a cuajar, resultó sin duda mi composición más internacional.
El correo de esa lectora me ha llevado a abrir el baúl de los recuerdos, rescatando entre otros esta primera propuesta de portada. Asimismo, me ha invitado también a desvelar un secreto que nos rebosa: en estos momentos alguien está intentando de nuevo convertirla en guion.
Y es que estoy convencido de que aún nos queda mucho planeta de chocolate por compartir.

En el IV Torneo Nacional de Balonmano-Hierba de Puente Viesgo

El Torneo Nacional de Balonmano-Hierba de Puente Viesgo (Cantabria) lleva camino de convertirse en un clásico de final de temporada. En su cuarta edición celebrada hoy han participado más de 500 deportistas -divididos en categorías prebenjamín, benjamín y alevín- de 72 equipos, pertenecientes a 23 clubes de distintos puntos de España, en muchos casos de las categorías inferiores de conjuntos que juegan incluso la Liga ASOBAL.
Allí pasamos este sábado acompañando a nuestro Manuel pequeño y al resto de su equipo Marista San José León, en los distintos partidos que jugaron en horario de mañana y tarde.
Fieles al espíritu de este torneo y por ello al margen de los resultados, ha sido una jornada familiar, festiva, de espíritu deportivo... Y por supuesto, de amor al balonmano.
En este sentido, cierto entrenador se acercó a mi hijo para darle un consejo técnico: En todas las defensas hay algún jugador más lento. La inteligencia de los atacantes consiste en localizarlo. Manuel escuchó con atención. Y es que en esta disciplina, como en la vida, continúa en pleno proceso de aprender.

Sí, sigo estando aquí

Organizado por Alzheimer León y bajo el lema Sí, sigo estando aquí, se ha celebrado esta tarde en León una mesa-café entre el Grupo Helen (personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer y otras demencias) y distintos representantes del Hospital y Atención Primaria de León con sus gerentes respectivos, a la que he tenido el placer de asistir invitado por mi amigo Alberto.
Tras la estela del Grupo de trabajo Europeo de Personas con Demencia, el Grupo Helen representa al primer conjunto de afectados que se constituye en España para alzar la voz y tomar decisiones sobre su enfermedad. Persigue cambiar el modo en que la sociedad aborda esa patología. Sus miembros buscan normalidad, evitar que otros hablen en su nombre y formar parte de cada decisión que les afecte.
Ha sido un encuentro práctico en el que se han planteado directamente los problemas con el que estas personas topan a la hora de acceder a los servicios sanitarios. Y ha sido también de lo más emotivo, al permitirme el reencuentro con varios de mis amigos.
Porque sin duda, como reza su lema, ellos siguen estando aquí.

En la Gala del Deporte de León

En la Gala del Deporte de León celebrada este viernes en su emblemática Plaza de San Marcos se han entregado entre otros los galardones por categorías en las distintas modalidades programadas desde las Escuelas Deportivas Municipales. Mi pequeño Manuel ha subido al estrado por partida doble: como campeón de Balonmano y Ajedrez, ambas en categoría benjamín, con los equipos de su colegio Marista San José.
Ciertamente, esos trofeos son el reconocimiento a unos resultados deportivos que han sido sencillamente extraordinarios. Sin embargo, lo verdaderamente importante transciende más allá. A su corta edad y al igual que el resto de sus compañeros, Manuel lo ha pasado fenomenal jugando, se ha divertido, ha entrenado con disciplina, crecido como deportista y como persona, sigue aprendiendo los valores del deporte, se ha esforzado, ha trabajado en equipo... Y con todo ello, junto a los demás, probablemente ha sido un poquito más feliz.