Presentación en León de "El amor en los tiempos del Mindfulness"

Aun cuando ya hiciéramos un preludio en la IV Feria Esotérica de Terapias Complementarias y Arte celebrada en Fabero, el próximo jueves 5 de diciembre, a las 19:30 horas, Raquel Ordóñez Lanza -ilustradora- y yo -escritor- presentaremos nuestra nueva obra El amor en los tiempos del Mindfulness (primer premio del XLI Certamen Literario Carta Puebla, en su modalidad de libro de cuentos) en el Auditorio Ángel Barja del Conservatorio Profesional de Música, ubicado en la calle Santa Nonia 11, de León.
Por supuesto que la entrada será libre hasta completar aforo, algo que ya nos sucedió cuando presentamos nuestras Nanas para un Principito (MAR Editor).
Además de cuantos amigos y lectores puedan asistir, al acto nos acompañarán nuestros queridos Héctor Sánchez -pianista-, Noelia Álvarez -soprano- y Ana Rubial -prologuista-. Y es que, como en ocasiones anteriores, habrá música sobresaliente, dibujos de primera, alguna sorpresa notable, mil sonrisas con matrícula de humor... e incluso cierta dosis de altruismo, pues cualquier beneficio que en la misma pudiera obtenerse irá destinado a una causa solidaria.
Sea nuestro agradecimiento para todos, con ese guiño especial al equipo directivo del Conservatorio de Música de León, por las facilidades dadas para que esta puesta de largo de tantos relatos cortos acabe viendo la luz.

13 visiones de la discapacidad

Este próximo jueves 28 de noviembre, a partir de las 18:30 horas, tendrá lugar en el salón de actos del CHF-ADA (Campos Góticos s/n, León) la presentación del calendario solidario 2020 a beneficio de la Asociación Síndrome Contenta -el síndrome de Down en positivo-, enmarcado dentro de su proyecto 13 visiones de la discapacidad.
A pesar de lo ajetreado de nuestra agenda, a sabiendas de la importante labor que esta Asociación desempeña y conociendo su carácter solidario, procuraremos asistir al acto y hacernos con uno de ellos.
De manera que si podéis acudir, nos veremos allí.

Una lección de Historia y Literatura

Haber asistido esta tarde a la presentación del libro El péndulo familiar (Ediciones Irreverentes) del escritor mexicano Juan Patricio Lombera, dentro del ciclo Letras en la Buhardilla organizado por las Bibliotecas Municipales de León, ha sido todo un lujo. Durante su plática, Lombera ha dado un repaso al último siglo de historia de su país, comentando al tiempo distintos aspectos relacionados con su modo de escribir.
A través de sus personajes Josefina y Patricio, hemos conocido anécdotas de la Revolución Mexicana, detalles del período de Lázaro Cárdenas, el drama vivido en aquella Plaza de Tlatelolco... Y hemos sabido por qué prefiere el teatro a los relatos, cuáles son sus influencias, cómo se diseña una novela que acabaría obteniendo un premio nacional.
Ha sido, sin duda, una lección magistral de Historia y Literatura, que el público asistente ha sabido agradecer.

Lisboa puede esperar

Como médico y psicólogo, siempre he creído en el valor terapéutico del cuento. De hecho, así lo he trabajado en estudiantes de Enseñanzas Medias y en algunas personas con determinados problemas a quienes ese género literario le pudiera ayudar.
Recientemente he dirigido ante un grupo de ellas cierto taller de microrrelatos, construyendo historias breves difíciles de crear, pero que ofrecen al mismo tiempo cientos de posibilidades: la concreción en su desarrollo, el entusiasmo por escribir, el atrevimiento de compartirlo...
Tal vez llevados por la euforia creativa, alguien propuso presentar algún texto a algún concurso. Después de advertirles de que yo mismo no he ganado nada en muchos más certámenes que en los que sí, y sin más pretensión que la de sumar otra ilusión a nuestro casillero, decidimos hacerlo al estilo mosquetero: "Todos para uno y uno para todos... Y si ganamos, nos vamos a Lisboa". De manera que elegimos un certamen literario en el que cumplíamos sus requisitos y que de paso conllevaba cierta dotación económica.
Realmente pasamos página durante un tiempo y apenas volvimos a hablar del tema.
Poco después, la organización del concurso anunció los treinta microrrelatos seleccionados que saldrían publicados en una antología, entre los que no aparecía ninguno de los nuestros. Algo previsible, máxime cuando fueron miles los textos presentados... Pero tampoco nos preocupó, pues los objetivos de esa participación estaban más que alcanzados. Además, Lisboa puede esperar.
Sin embargo en estos días, al leer unas declaraciones del escritor que lo ha ganado -no dudo de que con todo merecimiento-, me sorprende que sin saber las motivaciones de quien pudiera crearlos asegure que "hay tanta gente mala escribiendo microrrelato que le hace un flaco favor al género. Cualquier persona cree que puede escribir cinco líneas y encima ganar tres mil euros... No das tres mil euros a cualquier payaso que venga con cuatro líneas". Me he quedado sin palabras, pues en mi opinión todos tenemos cabida en ese universo llamado Literatura. En tal caso, jamás se me ocurriría ni juzgar ni excluir a nadie.
Quizá por eso, no comentaré nada con mis alumnos. Tan solo que, coincidencias de la vida, seguiremos adelante con ese proyecto pactado previamente de vestirnos de payaso -dicho en toda la extensión positiva de la palabra- durante estas Navidades visitando algún hospital o residencia de mayores, a quienes llevar con nuestros relatos un trocito de alegría.

"El péndulo familiar" en León

Este próximo viernes 22 de noviembre, a partir de las 19:30 horas, tendré el gusto de acompañar a mi amigo y estupendo escritor Juan Patricio Lombera en la presentación de su libro El péndulo familiar (Ediciones Irreverentes), que tendrá lugar en la Biblioteca Municipal ubicada en la Avenida del Padre Isla 57 (León), dentro del Ciclo de Encuentros Literarios de las Bibliotecas Municipales, Letras en la Buhardilla.
Con esta obra que aborda de manera magistral parte de la historia de su país (México) durante el siglo XX, Lombera obtuvo el VI Premio Irreverentes de Novela. Adjunto el enlace a su reseña que elaboré en su día:
http://manuelcortesblanco.blogspot.com/2019/03/el-pendulo-familiar.html
Si podéis asistir, no os lo podéis perder.

Después de la Feria Esotérica de Fabero

En la IV Feria Esotérica de Terapias Complementarias y Arte, celebrada este fin de semana en el municipio de Fabero, he tenido oportunidad de compartir con muchas personas de lo más interesantes. Allí estaba Mikel con sus instrumentos tan peculiares, Elena ante un herbolario, José Ángel con su música sanadora, Lolo dibujando cada sueño o Justo realizando sus predicciones matemáticas. De todos aprendí, incluido aquel que anticipó que acabaré dejando mi Medicina para acabar dedicándome a mi Literatura. En cualquiera de los casos, sin prisas, que como bien advertiría, "tú momento aún no ha llegado".
Entre tanto, mañana iniciaré la distribución de mi nuevo libro El amor en los tiempos del Mindfulness: 50 ejemplares a mi Zaragoza natal, donde mi hermana en su peluquería y mi hermano desde su taxi lo promocionarán entre su clientela... 25 al Madrid en el que viví durante una década, para que ese amigo preventivista lo reparta entre sus colegas... Otros tantos a la Soria en la que nació mi madre... 16 a Alboraya -la cuna de nuestra Horchata-, donde reside el mejor embajador de mis obras... Y así, hasta casi completar la mitad de su primera edición.
Como le dije este sábado a un feriante, ninguno de mis libros ha estado nunca en alguna lista de superventas... pero me consta que llegan lejos. Aunque sobre todo, gracias a ellos, consigo algo que aprendí del genial García Márquez -ante quien me he permitido dedicarle un guiño con mi título-: que nuestros amigos nos quieran más.

Recordando a Dorita, recordando a Manolo

Resulta inevitable recordar en estos días a cada ser querido que se fue.
En mi caso, y aun cuando siempre los tenga presentes, me ha ocurrido con Dorita y Manolo, mis padres. Cierto es que acostumbro a acordarme de ellos con una sonrisa; de sus anécdotas, de sus gracias, de su lado más positivo... Y cierto es también que desde que partieron juntos siento que dos ángeles me acompañan, procurando allanarme el camino de esta vida para que todo nos salga bien.
Ayer compartía con mis hijos cómo eran sus abuelos. Ciertamente, no entienden que ahora no estén, pero han comprendido a la perfección que allá donde se encuentren les cuidarán. Amalia incluso pregunta cómo podría decirles lo mucho que les queremos.
Les comentaba también que otro tres de noviembre de hace muchos años, se conocieron en un baile de domingo. Era el día de libranza de mamá y acudió junto a una amiga a pasar aquella tarde. Papá, quien estaba allí por casualidad -o más bien por causalidad-, le anduvo rondando durante varias canciones y puede que hasta al final se marcaran un pasodoble. A partir de ahí, crearon su propia historia por la que hoy les felicitamos.
Feliz aniversario, Dorita y Manolo. Y como responde Manuel pequeño a su hermana, esas cosas no hace falta decirlas, sencillamente porque ellos ya lo saben.