martes, 29 de junio de 2021

¡Ponte la mascarilla!

Cualquiera que me conozca sabe que tanto en lo personal como en lo profesional suelo cumplir con la norma establecida. Así, acostumbro a poner el limitador de velocidad de nuestro coche en los 120 km/hora cuando viajamos por la autopista, procuro estar al día en los plazos que marcan las distintas administraciones o dejamos de tocar el trombón en casa a las nueve de la noche, pues esa es la hora límite establecida.
En el trabajo, y especialmente en tiempos del Coronavirus, ha sucedido otro tanto. Siempre fiel al protocolo o a la última estrategia, considero que el mejor camino para recuperar la normalidad asienta en ajustarse a sus criterios. No en vano, ¡la de brotes que hemos declarado por ir algunos a su libre albedrío!
Nunca pretendo con ello ser ejemplo de nada. Incluso puede que parezca aburrido... Pero es mi manera de ser y tan solo pido que se respete.
Aunque con limitaciones y a sabiendas de ciertos riesgos -como el dato de que apenas un 30% de la población esté vacunado y la variante Delta ande al acecho-, desde el sábado 26 de junio, el uso de la mascarilla no es obligatoria en espacios abiertos. Así lo establece la ordenanza sanitaria vigente. Y en base a ella, paseando por la calle u otros lugares al aire libre que no estén masificados, he decidido quitármela. Además de porque está permitido, lo hago por varias razones: por necesidad psicológica, por la incidencia en mi municipio, porque como afirma nuestro amigo, el virólogo Estanislao Nistal, las situaciones peligrosas se producen cuando la gente se reúne en espacios cerrados, no en la calle, y más aún teniendo en cuenta que en verano con las temperaturas altas y la humedad en el aire baja, se reduce mucho la transmisión y la carga viral.
En este contexto, ayer por la mañana cierto señor me increpó al cruzarme con él en una avenida poco transitada con aquel ¡Ponte la mascarilla!, seguido de tres o cuatro improperios. Esta misma tarde, al comentarlo con ese compañero de andanzas llamado Nicasio, recriminaba también mi actitud con un ¡Tú deberías llevarla para dar ejemplo! En ambos casos, subrayando que siempre la utilizamos en ambientes cerrados, de haber aglomeraciones o simplemente de estar indicado, les he remitido a ese respeto al que antes me refería. Y es que, como dijera aquel genio llamado Sean Connery, mi mejor norma social es tratar a todo el mundo igual que quisiera que me trataran a mí.

jueves, 24 de junio de 2021

Gala Fin de Curso Rumballet

Cuando le pregunto a nuestra Sirenita sobre lo que más le gusta hacer, me responde que bailar. De hecho, desde muy pequeña, aprendió a moverse al ritmo de las nanas con las que cada noche le acunamos.
Seguramente por eso, al principio de este extraño curso nos pidió asistir junto a alguna de sus amigas a cierta academia de baile. Elegimos Rumballet, en la ciudad de León, donde cada miércoles se convertía por una hora en otra intrépida bailarina.
Hoy, nueve meses después, celebraron su gala final entre mascarillas y distancias de seguridad, combinando músicas de mil estilos. Entre ellas, una obra de ballet en la que esa niña que sueña con sus pies se sintió sencillamente feliz. 
Lo hizo genial, lo hicieron todas fenomenal. 
Mil gracias al personal de Rumballet por esa dedicación, a su mágica profesora Sandra por tantas enseñanzas y cariños, a sus compañeras por compartir tal pasión, a nuestra Sirenita por ser nuestra Sirenita... Y a todos en esta tarde, por recordarnos que no siempre podemos elegir la sinfonía que la vida nos toca, pero sí cómo la bailamos.

viernes, 18 de junio de 2021

Sobre "Mi planeta de chocolate"

De entre los ocho libros que llevo publicados a día de hoy, quizás el más emotivo para mí sea Mi planeta de chocolate (Ediciones Irreverentes) por las siguientes razones. Primera, en esta novela dejé de hablar de Manuel para contar la historia de un personaje inventado; aquel inocente Benito Expósito Expósito, que eludiera los avatares de la Guerra que le tocó vivir siendo fiel a su máxima de vida: Cuando debas elegir entre dos opciones, toma siempre la que tenga chocolate. Segunda, por haberme permitido ser finalista del II Premio Vivendia de Relato, con el alborozo que tal hecho nos supuso. Tercera, porque a raíz de eso pasé de sentirme un médico que escribía a un médico escritor. Cuarto, porque si bien el proyecto no terminó de cuajar, sentí una gran alegría cargada de esperanza cuando cierta productora se interesó por su trama para producir una serie con ella. Y quinto porque aún hoy, casi doce años después de publicada, sigo recibiendo críticas positivas, como la que está tarde me ha llegado por email: Sencillamente preciosa. No en vano, me ha emocionado tanto que incluso estoy sopesando la posibilidad de escribir una segunda parte.
Tras dos ediciones y decenas de presentaciones -algunas tan curiosas como las que hice en el Salón del Chocolate Moda Shopping, de Madrid, o en la mismísima Feria del Libro de Frankfurt-, Mi planeta de chocolate sigue siendo mi obra más leída... Y aunque se encuentre prácticamente agotada, todavía hay librerías donde adquirir algún ejemplar.

lunes, 14 de junio de 2021

Por soñar un Museo vivo

Este fin de semana hemos vuelto a asistir al Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León -MUSAC-, tanto en las actividades del programa Pequeamigos como en alguna de sus visitas guiadas. Y es que lo he repetido mil veces: además de ser el favorito de mi familia, se trata de otro museo vivo. Porque tal condición atesora un espacio en el que vas a disfrutar de una exposición de Valcárcel Medina y encuentras al propio artista explicándote en persona cualquiera de sus dibujos, un espacio en el que los niños aprenden valores descubriendo la Cultura, un espacio que -sensible a la pandemia que padecemos- organiza un Archivo COVID19 desde tantos puntos de vista.
La semana pasada asistimos al adiós del hasta ahora su último director: Manuel Olveira. Desde nuestra condición de visitantes del MUSAC queremos agradecerle sinceramente su gestión en estos años, su sensibilidad para cada propuesta, su trato siempre afable... Y sobre todo, a pesar de tantas limitaciones, este logro de haber convertido esa sucesión de galerías en un museo tan lleno de Vida.

domingo, 13 de junio de 2021

Siempre juntas

Llevo sin palabras desde el jueves, cuando apareció el cuerpo de la pequeña Olivia, confirmando una tragedia tan difícil de imaginar. De la misma edad que mi Sirenita, resulta incomprensible tanta maldad, tanta crueldad, tanto ensañamiento ante tal inocencia. Desde ese día me siento triste, impotente, apenado... acordándome en la distancia de su madre, de su familia, de todo por cuanto están pasando. 
Ahora falta encontrar a su hermana, e incluso a ese monstruo abominable para que el caso no quede abierto. Que nuestros políticos, los medios de comunicación y la sociedad en general estemos a la altura, que recuerden que hablamos de unas niñas, que ninguno pretenda sacar redito electoral, informativo o de cualquier otro tipo partiendo de esta desgracia, que nada ni nadie dé la menor coartada a una violencia cuya relación de víctimas no deja de aumentar.
Anna y Olivia, siempre juntas. Apenas guardo palabras para más.

miércoles, 9 de junio de 2021

Mi regalo más "tripero"

Una parte de mi corazón futbolístico -quizá su aurícula izquierda- pertenece al equipo argentino de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Casual o causalmente, el último club al que entrenó ese genio del balón llamado Maradona. Lo teñí con sus colores ante el Estadio del Bosque, cuando supe de esa historia tan repleta de heroicidades... después de que cierto amigo nos recitara su lema: Mens sana in corpore sano. ¡Qué cerca estuvimos en aquel 2005 de ganar el Torneo Apertura! Desde entonces, aun a miles de kilómetros de distancia, le sigo en el partido de sus domingos como cada tripero -este es uno de los apodos de sus forofos- de la Hinchada 22
Hace años que en cualquier rincón destacado de mi casa luce una bufanda suya. Ahora también le acompaña su camiseta, gracias a la generosidad de mi amigo argentino Marcelo y de su hermana Andrea. Me la entregaron hace una semana en el salón de esa Escuela Universitaria de Trabajo Social, justo antes de empezar otro de mis cuentacuentos. Me emocioné. ¡Y tanto que sí! Porque si es verdad que los regalos dicen más de quien los da que de quiénes los reciben, resulta evidente que este derrocha por ambos una goleada de cariño. De ahí mi agradecimiento más sincero para Andrea y Marcelo, a sabiendas de cómo la consiguieron, de su valor, de su bondad, y de tanto sentimiento positivo vertido hacia mi persona.

martes, 8 de junio de 2021

"Ingenios y disparates" de Fernando García Crespo

Fue nuestro libro a medias de la Feria del Libro de León: Ingenios y disparates, de Fernando García Crespo. Además de por el reto de descubrir a un nuevo autor, yo lo elegí por su editorial: Cultural Norte, una firma leonesa que da soporte a nuevos proyectos culturales de la región. Al Principito le tentó la magia de cada ilustración de nuestra amiga Laura G. Bécares.
Lo leímos al unísono; un rato él, otro rato yo... como si viéramos juntos un partido de fútbol por televisión. Luego comentábamos la jugada; o mejor dicho, sus capítulos.
La obra -de asuntos diversos y lenguaje fluido- nos ha gustado a los dos, nos hizo sonreír en muchas de sus tramas y de paso la hemos podido compartir. Y aunque no coincidiéramos en nuestro disparate preferido -como buen trombonista, el Principito se queda con ese Ansia musical de quien tiene un vecino trompetista... y yo como médico, con aquel titulado Efectos secundarios-, ambos estamos de acuerdo en reconocer que fue una buena elección.

lunes, 7 de junio de 2021

Toño Morala, in memoriam

No le leí mucho, pero le leí... No le conocía mucho, pero le conocí... Y por andar a caballo entre un teléfono de guardia y el horario de mis hijos, ayer apenas pude estar en su homenaje, pero estuve. Junto a su familia, junto a tantos amigos, paisanas, compañeros.
En esta apología de nuestra brevedad, había descubierto en Toño Morala a ese poeta sencillo, sublime, de pueblo y del pueblo, siempre generoso, cuyos versos preludian a una excelente persona.
Revisando mi memoria, fue nuestra amiga Flor quien nos presentó en cualquiera de esas sesiones de Cuento Cuentos Contigo. Me dio otro de sus abrazos que tan bien le definían. Después coincidimos en cierto filandón. 
A sabiendas de tal legado, de seguro que me habría encantado coincidir mucho más con Toño. De hecho, pienso hacerlo a través de su obra. Por paradojas del destino, casual o causalmente, fue la propia Flor quien compartiría la noticia de su adiós.
Como ilustrara en su honor aquel amigo común llamado Lolo en la viñeta del diario en el que ambos publicaban, tendría que estar prohibido que la buena gente muriera antes de los cien años... Y asumiendo su argumento, y más, si son poetas.

domingo, 6 de junio de 2021

"Crónicas del Coronavirus" en el Archivo COVID-19

El Archivo COVID-19 del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León -MUSAC-, en la ciudad de León, es una recopilación en proceso de cualquier tipo de materiales documentales, informativos, obras de arte, carteles, dibujos, etc., relacionados con la pandemia que atestiguan el impacto que ha tenido globalmente en todos los órdenes de la vida.
Ayer se procedió a su inauguración y este domingo lo hemos visitado, descubriendo una colección original, muy cuidada, bien catalogada por sectores siguiendo los colores del arcoíris, entretenida, de gran interés... Y con la sorpresa añadida de que incluye una antología estupenda sobre el tema -Crónicas del Coronavirus, de Ediciones Irreverentes, coordinada por mi amigo, el escritor mexicano Juan Patricio Lombera- en la que tuve el honor de participar.

sábado, 5 de junio de 2021

Volver

Ha sido una jornada repleta de adjetivos: soleada, literaria, turística, divertida, exitosa en sus objetivos... Y cargada de reencuentros: con mis colegas de letras David Acebes Sampedro -que dedicara a mis hijos El perro que escribía poemas de amor- o Jesús Salviejo -quien hiciera lo propio conmigo, mediante su Chankoro-, con la simpatía de los cuentos de Pablo Albo, con mi amiga Soco -me encantó su visita a nuestro stand-, con los editores Vera y Miguel Ángel -quienes llevaran puntualmente ejemplares de todas mis obras-... Pero, sobre todo, ha sido un renacimiento en lo personal. 
Desde mi firma de libros en la Feria de León hace una semana hasta la de hoy en Valladolid, pasando por el cuentacuentos en la Escuela Universitaria de Trabajo Social y un encargo de cierta institución para participar en otra antología, he sentido esa necesidad de volver a hacer algo realmente apasionante que la pandemia había ralentizado: escribir para compartir.

jueves, 3 de junio de 2021

En la 54ª Feria del Libro de Valladolid

Aun cuando obviamente se mantengan las medidas sanitarias establecidas en tiempos de pandemia, la celebración de eventos culturales constituye otra noticia positiva, indicativa de un retorno progresivo a nuestra ansiada normalidad. Es el caso de las ferias literarias, que poco a poco se vuelven a organizar. 
Viviendo muy de cerca la de León -donde aún quedo pendiente de alguna dedicatoria-, mirando de reojo la de Zaragoza -en cuyos stands también se encuentran mis libros- e invitado en septiembre a la de Madrid, mi próxima parada será Valladolid. Y es que este próximo sábado 5 de junio, de 17 a 19 horas, estaré en la caseta que MAR Editor ha dispuesto en la 54ª edición de su Feria del Libro, ubicada en la Plaza Mayor, firmando ejemplares de mi última obra: Catorce lunas menguantes, ilustradas por Raquel Ordóñez Lanza, con la que obtuvimos el II Premio Liliput de Narrativa Joven.
Será mi tercera feria en la ciudad del Pisuerga, donde siempre he acudido con mis cuentos. Será una jornada festiva de turismo comedido en la mañana, pero también de reencuentros vespertinos con tantos lectores y amigos. Será, en definitiva, otro gesto cotidiano desde la convicción de que siendo responsables la Cultura es segura.

miércoles, 2 de junio de 2021

En la Escuela de Trabajo Social de León

Tras casi año y medio sin realizar ninguna sesión, este próximo jueves retomaré mis bártulos de narrador para representar esos Cuentos del mundo en la ceremonia de graduación de los alumnos de la Escuela Universitaria de Trabajo Social (C/ Cardenal Landázuri 27) de León. Será a partir de las seis de la tarde, con aforo limitado, todas las medidas de seguridad establecidas, mi felicitación más sincera para todos los graduados... Y será, como lo fue antaño, un reencuentro entre otros con el animal más rápido del mundo, el príncipe de los ladrones o aquel conejo que habita en la Luna.
Si atendiendo a la situación de la pandemia y a mi condición de epidemiólogo había preferido retirarme por un tiempo de tales actividades, este acto tan emotivo puede ser un estupendo banderazo de salida para acercarme de nuevo a aquella normalidad: la de disfrutar con algo tan sencillo como compartir contando.

martes, 1 de junio de 2021

Cada primero de junio

Marcharon tal día como hoy. Desde entonces, cada primero de junio mi memoria reordena sus recuerdos para que no se le escape ni un detalle. Por qué tuvo que pasar, dónde estaba yo en ese momento, quién nos dio la noticia... Como cantara el maestro, tantos años cosidos a retazos, de urgencias, disimulos y rutinas.
Sin embargo, pese al transcurrir del tiempo, seguimos notándoles cerquita. Tan al lado que a veces tengo incluso la impresión de que nunca partieron.
Hace poco, me preguntaban en una entrevista cuál era la razón por la que escribo. Mi respuesta fue emotiva: a sabiendas de lo mucho que disfrutaban mis cuentos y de sus ganas para que les diera forma, escribiendo solo pretendo rendir un homenaje a su memoria.
Casi veinte años sin la presencia física de dos personas tan sencillas, tan extraordinarias, como mamá y papá... O mejor, casi veinte años sintiéndoles de otro modo. En cualquiera de los casos, mil gracias a ambos por seguir queriéndonos, por seguir cuidándonos y -como compartimos en familia cada primero de junio, cada día- por seguir estando con nosotros.