jueves, 31 de marzo de 2022

Los derechos humanos no son un cuento

Contar con los derechos. Los derechos humanos no son un cuento (UNED, 2022) más que el título de cierta antología de relatos coordinada por Fernando Reviriego Picón -profesor del Departamento de Derecho Político de la Facultad de Derecho, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia- es una suma de voces unidas por una notable voluntad literaria y una firme conciencia social.
La temática de todos sus relatos gira en torno a la reivindicación del respeto a los Derechos humanos desde prismas diferentes, abordando muchas de las cuestiones que acucian a nuestra sociedad. Sus posibles beneficios irán destinados a la ONG Acción contra el hambre.
Participar en otra colección así, con un texto titulado Al principio del Principio, constituye una gran satisfacción para mí que -junto al enlace de acceso a su editorial- quisiera compartir: 
http://portal.uned.es/portal/page?_pageid=93,23377989&_dad=portal&_schema=PORTAL&IdArticulo=0137435PB01A01

martes, 29 de marzo de 2022

Y su primer concierto

Quien se está haciendo mayor a pasos agigantados es nuestra pequeña Amalia. Hace nada se perdía entre lápices de colores, y ahora se reencuentra combinándolos sobre cualquier lienzo... Hace poco jugaba con su patito, y hoy se siente cisne cuando asiste a clases de ballet... No hace tanto gateaba a ras de suelo, mientras a menudo roza el cielo dando saltos de Gimnasia rítmica... Y esta tarde coincidiendo casualmente con la celebración del Día Mundial del Piano, ha participado en su primer concierto público -acompañada por sus profesores Pablo y Susana- interpretando de diez para su edad dos piezas en la Sala Eutherpe de su ya emotivo repertorio: En bicicleta sobre una cuerda y I like jazz
Ciertamente, valoramos mucho que disfrute con aquello cuanto hace... ¡Que sea feliz y nosotros junto a ella! No obstante, le hemos insistido en que desde ese deleite, debe también esforzarse; los logros no llegan solos. Y es que, parafraseando a mi colega de Letras Robert A. Heinlein, lo último que quisiera es crear dificultades en la vida de mis hijos haciéndoles creer que todo resulta demasiado fácil.

lunes, 28 de marzo de 2022

Su última audición...

Nuestro Manuel pequeño se está haciendo grande. Lo notamos tras esos partidos de Balonmano con su equipo infantil Ademar Promesas, en aquel campeonato de Ajedrez escolar alevín que disputa junto a sus compañeros del colegio Marista San José, durante cada conversación... Y también en esos conciertos que -en el coro con su voz o en algún concierto desde el trombón- nos brinda cuando asoma a actuar sobre un escenario.
Esta tarde tuvo otra audición con el aula de canto del Conservatorio Profesional de Música de León, en su auditorio Ángel Barja. En ella interpretaron obras de Goldar, Chueca -¡qué divertido ese coro de niñeras de su Agua, azucarillos y aguardiente!-, Mozart, Rodríguez Sabanés... Sin que parezca pasión de padre, he de reconocer que lo hizo/hicieron sencillamente fenomenal.
Quizá por ello, a pesar de tantas molestias de columna en aquel patio de butacas, consiguiera pintarme una sonrisa. ¿Acaso existe algo más terapéutico? Y es que, parafraseando a quien fuera mi colega Carlos Cristos, mientras suenen las notas seguiremos bailando, a ser posible con ella.

viernes, 18 de marzo de 2022

Mi derecho al enfado

De siempre me he definido como una persona a quien lo que más le enfada es precisamente eso: enfadarse. No en vano, sentía lástima por aquellos individuos que disfrazan su enojo bajo el ceño fruncido o niegan cualquier sonrisa por el hecho de que algo les molesta.
Sin embargo, quizá debido al dolor de columna o por ese analgésico en cuyo prospecto figura un misterioso Puede provocar cambios del humor, confieso que últimamente me indigno demasiado. En un mundo en el que faltan acuerdos y sobra intolerancia, me irrita sobremanera esa guerra despiadada que asola una parte de nosotros, acongojándonos al contemplar sus dramáticas consecuencias... En esta crisis climática, energética y de valores que vivimos, me contraría observar cada mañana el uso irresponsable de tantas estufas de terraza -utilizándose incluso como mero adorno, estando el local cerrado-, consumiendo recursos importados o emitiendo gases de efecto invernadero... Me encorajina organizar algún evento solidario y que aparezca quien menos te lo espera haciendo cuentas con su calculadora... Me exaspera guardar dos horas de cola para abonar el enésimo impuesto de la enésima administración... Me encrespa llamar cien veces a mi centro de salud y acabar en mil de ellas conversando con una computadora... Me cabrea otra subida de precios con su pérdida consiguiente de poder adquisitivo, el encarecimiento de cada hipoteca y sus consecuencias a final de mes, lo que cuesta llenar un depósito de gasolina, no encontrar aceite en el supermercado porque alguien -preso del miedo, aún sin saber exactamente a qué- acaparó con todas las existencias, que habiendo calima parezca que anduve por el desierto, que algún despistado deje abierto el portal existiendo tanto amigo de lo ajeno, esa derrota de nuestro equipo por una injusta decisión arbitral...
Ciertamente, desde aquel percance en aquella carrera, parece que el enfado se vino a vivir conmigo. No obstante, tampoco me preocupa demasiado. Como cualquier otra emoción, tenemos pleno derecho a sentirla y el reto de saberla gestionar, desde la convicción de que puede decirse todo; la clave, simplemente, radica en el cómo. Y es que -parafraseando a cierto filósofo griego-, hasta que vuelva a ser aquél que nunca se enfada, solo aspiro a enojarme con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y, por supuesto, siempre del modo correcto.

lunes, 14 de marzo de 2022

Prevención, será nuestra salvación

El Boletín Oficial de Castilla y León publica hoy la resolución del Concurso escolar para la realización de trabajos relacionados con la prevención de riesgos laborales por alumnos de centros educativos de la Comunidad, convocado en su día desde la Consejería de Empleo e Industria.
Me satisface compartir que en su categoría de Alumnado matriculado en Educación Primaria, el primer premio ha recaído en la reproducción multimedia Prevención, será nuestra salvación, de la que son autores mi hijo Manuel y su amigo Jorge, junto a su profesor-tutor Luis Gutiérrez, todos ellos del Colegio Marista San José, de León.
En verdad que nos han dado una gran alegría por su originalidad, su simpatía, tanto esfuerzo, ese trabajo en equipo... Y porque realmente -esto no lo afirmo como padre, sino como médico preventivista- presentaron una propuesta de lo más sobresaliente. 

miércoles, 9 de marzo de 2022

Mi grito de PAZ

Aun estando parado en demasiados aspectos -todavía queda tiempo para que regrese como antaño a las redes sociales- y yendo cada día a ese Servicio de Rehabilitación del Hospital de León dotado de unas profesionales maravillosas, me sigo sintiendo dolorido. Pero más que por una aflicción física derivada de esa lesión que se ha venido de okupa a mi columna cervical, por un dolor interno que acumula todo cuanto está sucediendo en Ucrania. Se me ocurren tantos adjetivos para describir lo que sentimos, que soy incapaz de digerir ninguno. ¡Qué horror!
Yo, que en primera persona he asistido como sanitario a zonas de conflicto, puedo asegurar que no hay mayor locura que la guerra. Nada más tétrico, más irracional, más inhumano. Nada desgarra tanto a quien la vive de cerca, nada te hace perder literalmente todo. Nada te marca así. Es el triunfo de la arrogancia, del caos, del miedo. Desde luego, ni punto de comparación con otras catástrofes -naturales o incluso de origen humano- en las que hubiese podido estar. 
De ahí que mi pensamiento esté ahora mismo junto a aquellos que la sufren, con los ciudadanos ucranianos que hasta hace tan poco vivían una normalidad similar a la nuestra y hoy duermen en los andenes del metro para refugiarse ante los bombardeos, frente a cada uno de esos refugiados que salieron de su casa, quizá para no volver jamás... De ahí que mi grito, tan sencillo como sincero, sea de PAZ: paz con nosotros mismos, en nuestros hogares, entre los pueblos. ¡Que reine ese valor, a modo de columna vertebral, sobre la que asientan los demás valores! Y es que, parafraseando la cita de aquel genio llamado Einstein, cuando me preguntan sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de las bombas, yo sugiero la mejor de todas: la Paz.