domingo, 20 de noviembre de 2011

Una entrevista olvidada

Me la hizo mi amigo Fernando Fernández-Gil, director del Proyecto Solidario Los Argonautas, hace más de dos años. Salió publicada en el número tres de la gaceta cultural de Argonautas.net. Y esta tarde, de manera resumida, la rescato de entre los ficheros perdidos de mi ordenador.

Pregunta (P): ¿Qué le llevó o motivó a escribir?
Respuesta (R): Ciertamente hubo un momento en mi vida en que tuve esa necesidad. Fue a finales del año 2002, después de que mis padres sufrieran un accidente. Ellos siempre decían que les gustaban mucho mis relatos improvisados y que algún día debería escribirlos. Por eso, cuando se fueron, decidí hacerles caso. Y lo que empezó siendo un motivo, acabó convirtiéndose en una pasión.
(P): Hablemos de su obra. ¿Cómo la describiría, qué destacaría de ella?
(R): A primera vista, mis tres libros pueden parecer distintos. El amor azul marino es una colección de cuentos, Cartas para un país sin magia un conjunto de relatos, y Mi planeta de chocolate una novela. Sin embargo todos ellos tienen un denominador común: están escritos desde el corazón. Para ello trato de que mi literatura resulte sencilla pero no simple, entretenida sin ser grosera, reflexiva antes que moralista, directa sin invadir. Mi pretensión última es compartir con el lector, sea sentimientos -como en mi primera obra-, vivencias -con los relatos- o una historia cercana -como en mi novela.
(P): ¿Es el cuento una buena vía para transmitir y enseñar?
(R): Sin ninguna duda. Precisamente en el hecho de contar residen las bases de la cultura, de la condición humana. A mí me encanta sentirme cuentacuentos y pertenecer a una familia en la que siempre nos contamos cosas. Y aunque desde el mundo editorial haya quien lo considere un género maldito por ser menos rentable que otros, yo creo en todas sus propiedades: entretienen, son de rápida lectura, invitan a pensar… Y lo más importante: nos ayudan a conocernos mejor.
(P): ¿Qué crítica ha tenido su obra hasta el momento?
(R): Nunca he estado demasiado pendiente de las críticas, si bien reconozco que están ahí y que en general me han tratado bien… Algunos han calificado mi obra de entrañable, cercana o risueña. Y también alguno ha dicho que resulta demasiado optimista, fuera de la realidad. A este respecto, es cierto que procuro se positivo, pero también que soy muy crítico cuando esa realidad me disgusta. En cualquier caso, si las críticas sirven para algo ha de ser para mejorar.
(P): ¿Cómo ve el panorama editorial actual?
(R): Los tiempos de crisis se asocian a crisis de oportunidades, no de talentos. Las grandes editoriales apuestan solo por valores seguros, cerrando las puertas a los nuevos escritores. Las librerías se refugian en los bestsellers. Y muchos medios de comunicación únicamente recogen las obras de las empresas que les financian. En este contexto resulta muy difícil crecer, y más a través de cuentos o relatos.
Sin embargo, creo firmemente en los portales literarios como este porque son una ventana abierta y desinteresada a nuevos autores, permitiéndoles mostrar su obra a través de ellos.
(P): ¿Cuáles son sus proyectos de futuro?
(R): En lo personal, estar más tiempo con mi familia. En lo literario, terminar otra novela. Estoy en ello, si bien solo puedo avanzar que seguiré siendo fiel a mi principio: escribir para compartir.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No sabes cómo me identifico con esta entrevista. Nosotros, amigo Manuel, escribimos para compartir desde el corazón.
Un abrazo.

Manuel Cortés Blanco dijo...

Tú lo has dicho, Mercedes: compartir. Ese es el sentido de nuestra Literatura.
Otro abrazo.