jueves, 27 de septiembre de 2018

"La Cuna del Parlamentarismo" en Sexto Continente

Ayer por la tarde Miguel Ángel de Rus, director del programa literario Sexto Continente de Radio Nacional de España, me realizó una entrevista para el mismo a propósito de mi relato En la Cuna del Parlamentarismo, incluido en la antología Castilla y León: Puerta de la Historia (MAR Editor). En ella me definí como un gran embajador tanto de mi Zaragoza natal como de este León que me acoge de una manera tan hospitalaria. Hablé de la cultura leonesa, de su gastronomía, de ese legado intangible de la Humanidad llamado filandón... Y por supuesto, de su Historia. No en vano, se ha constatado que en esta ciudad se dieron los mimbres para constituir las bases de la Democracia parlamentaria. 
Aquel martes 18 de junio del año 2013, la UNESCO reconoció tal condición, considerando los documentos relativos a los Decreta de León de 1188 el testimonio escrito más antiguo del sistema parlamentario europeo, e incluyéndolo en su selecto registro Memoria del Mundo que acoge el patrimonio histórico documental de mayor relevancia para todos los pueblos del planeta. En sus conclusiones consta de manera precisa que "reflejan un modelo de gobierno y de administración original en el marco de las instituciones españolas medievales, en las que la plebe participa por primera vez, tomando decisiones del más alto nivel, junto al rey, la Iglesia y la Nobleza, a través de representantes elegidos de pueblos y ciudades".

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Mi yo más ecológico

De siempre he procurado ser respetuoso con el medio ambiente y transmitir esa actitud a mis hijos. Por ello desde pequeños les he enseñado a vivir en contacto con la Naturaleza, a segregar correctamente nuestra basura e incluso a convertir en un juego algo tan ecológico como retirar los residuos de una playa. 
Dicha disposición se ha contagiado también a mi literatura, como si de una manera figurada procurase eso mismo ante mis lectores. Por ello comparto estas líneas del relato titulado La batalla de la Luna -recordando aquel viaje a Auckland-, incluido en mi libro Catorce lunas llenas.

"Ciertamente, en las sociedades occidentales resulta más fácil tirar las cosas que arreglarlas. Por suerte, los ciudadanos de Nueva Zelanda han asumido ese reciclaje como una norma básica de convivencia y una forma de preservar su territorio para futuras generaciones. Por poner solo un ejemplo, se estima que por cada tonelada de papel que se recicla se ahorran dos metros cúbicos de vertedero, 140 litros de petróleo, 50.000 litros de agua, y la emisión de casi otra tonelada de dióxido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero, causante de ese cambio climático al que se le atribuyen nueve de cada diez desastres naturales… Porque puede que tengamos otros planes, pero no tenemos ningún otro planeta. Sin olvidar la importancia del consumo responsable, pues nadie recicla mejor que quien no gasta más de lo que necesita.
Dichos habitantes saben que vivimos en un mundo en el que millones de especies comparten espacio, si bien solo una –precisamente la humana- puede destruirlo. De hecho, una de cada seis que conocemos no se las podremos enseñar a nuestros nietos más que en fotos... Saben que existe una relación directa entre el aumento global de la temperatura y esa extinción, de manera que si se mantienen los niveles de emisión de gases nocivos habrá una pérdida notoria e irreparable de tal biodiversidad… Saben que al ritmo de deforestación actual, los árboles desaparecerán de su superficie en apenas tres siglos, esto es, en unas doce generaciones… Saben que en menos de diez años los océanos estarán tan sucios que albergarán un kilo de plásticos por cada tres de pescado… Saben que esperar sentado nunca será solución, con el añadido de que el medio ambiente no distingue entre el agresor o el indiferente... Y saben que ese respeto hacia su entorno debe inculcarse desde la infancia, pues nunca podrás proteger algo que no has aprendido a amar...".

martes, 25 de septiembre de 2018

Inundados de "Fake news"

Leo a través de Facebook que cierto adolescente español acaba de ganar unas Olimpiadas Mundiales de Matemáticas, pero que no saldrá en los medios por no ser futbolista o no participar en ningún reality-show. En la foto que ilustra la noticia aparece un muchacho trajeado, con un edificio al fondo que bien podría ser una escuela. La entrada acumula cientos de "Me gusta" y decenas de comentarios elogiosos... Hasta que alguien se da cuenta de que dicho joven es en verdad un actor porno y que se trata de un fake new, un bulo en toda regla.
Esta misma mañana, un amigo ha reenviado a mi móvil un vídeo en el que supuestamente cierto alumno acosado se venga de sus compañeros de instituto añadiendo un laxante de caballo a los alimentos del comedor. Las escenas resultan tan escatológicas que parecen inverosímiles... Al investigar al respecto en la red, descubro que se trata de una grabación ficticia realizada por una Universidad para demostrar el gran alcance que tienen estas noticias falsas.
Ya metido en materia, constato también que España es el país de Europa donde más proliferan las Fake news, que más del 85% de la población no sabe reconocerlas y que muchas de ellas abordan dos ámbitos que me preocupan especialmente: el de la salud y el de los menores de edad. Por ello en demasiados dominios superan de largo a las noticias verdaderas al llegar a tener, dada su morbosidad, hasta un 70% más de probabilidades de ser replicadas.
En esta era de la información que nos toca vivir cabe la posibilidad de que acabemos muriendo de éxito. La confusión nos seduce, nos manipula. Y es que tenemos tantas novedades y tan pocos filtros que a lo que realmente estamos en riesgo es a estar completamente desinformados.

viernes, 21 de septiembre de 2018

En otro Día Mundial del Alzheimer

Desde 1994 la Organización Mundial de la Salud celebra en esta fecha el Día Mundial del Alzheimer, considerada la nueva epidemia del siglo XXI. La demencia senil tipo Alzheimer no es solo la principal causa de discapacidad en personas mayores en España, sino que también es una de las patologías que genera más gastos sociales. Aun reconociendo que existe un alto número de pacientes no declarados, se estima que cada año vienen a diagnosticarse en nuestro país unos 40.000 casos nuevos.
No puedo olvidar que mi primer trabajo, nada más salir de la facultad, fue como médico becario en una residencia para personas mayores, en la que muchos de sus usuarios padecían este mal. Allí aprendí realmente a tratarlos, a potenciar sus actitudes, a gestionar sus emociones y la de sus familias... Y allí escribí mis primeros artículos al respecto, alguno de los cuales aún puede rescatarse en Internet.
Aquella experiencia dejó también poso en mi literatura. Y así por ejemplo, en mis últimas Catorce lunas llenas, hago referencia a ella:
"En cierta ocasión traté a un anciano que padecía demencia senil. No reconocía a sus familiares, ignoraba quién era o dónde estaba, jamás fue consciente de que le hubiesen usurpado su personalidad… Se le pasaban los días sin vivirlos. Sin embargo, cada vez que oía la sirena de aquella fábrica próxima a su casa, recordaba tantas alarmas de los bombardeos durante el asedio que vivió y –escondiéndose debajo de la mesa- rompía a llorar. Definitivamente, el tiempo no lo cura todo. Ni siquiera una enfermedad tan voraz como esa consiguió nunca borrar su guerra de su memoria...".

lunes, 17 de septiembre de 2018

Finalista del III Certamen Literario de Relato Corto "Letras i Diezmo"

Los ciclos forman parte de la Vida y en estos momentos, por razones personales, estoy en una fase en la que apenas puedo escribir. No tanto por falta de ideas como por falta de tiempo.
Una amiga me decía el pasado viernes, en otra sesión de ese Cuento Cuentos Contigo en el que me tratan con tanto cariño: "llevas dos años sin publicar y te empezamos a echar de menos". Por mi parte, le tranquilice: sigo inventando cuentos, aunque suela reservarlos para esos dos pequeños llamados Manuel y Amalia a los que acuesto cada noche en su cama.
Cierto es también que, de vez en cuando, acabo enviando alguna de mis ocurrencias a algún concurso literario. Así ocurrió con la titulada Ornitorrincos en Carnaval -primer premio del VII Concurso de Cuentos de Carnaval La Colodra-, con El último sueño de Morfeo -finalista del III Certamen Literario El Baloncesto es tu palabra-... Y recientemente con Volver, finalista igualmente del III Certamen Literario de Relato Corto Letras i Diezmo. Una sorpresa agradable al verlo editado en el libro titulado Poblados despoblados, que reúne todos los textos presentados.
Y es que sin ciclos no habría Vida... Por eso estoy convencido de que cualquier día de estos empiezo de nuevo a escribir.

viernes, 14 de septiembre de 2018

Mi amigo Héctor Sánchez Ruiz

Héctor Sánchez Ruiz es un músico en toda la extensión de la palabra. Profesor de piano en el Conservatorio Profesional de Música de León, ha cursado estudios en el Conservatorio Superior de Oviedo, en el del Liceo de Barcelona, en el Sweetlinck de Ámsterdam... Ha impartido conciertos en numerosas salas de España y Europa, habiendo obtenido entre otros reconocimientos el II Premio en las Becas Nacionales de Piano "D. Pedro Massaveu y Massaveu". Colabora con el Coro de Niños Ciudad de León, es profesor de piano en los Cursos Internacionales de Música Ciudad de León y forma parte del Dúo Ecos junto a la soprano Noelia Álvarez Blanco.
Pero ante todo, Héctor es para mí un amigo en toda la extensión de la palabra. Siempre está ahí; poniendo sus acordes a mi boda, asesorándonos sobre la trayectoria musical de mi hijo, adornando con sus melodías cada presentación de mis libros... o compartiendo en familia una paella en el porche de su casa.
Mañana por la tarde, Héctor participará en otro concierto de lujo: Internationalen Clavierfestivals auf Schloss Hundisburg, en Alemania. Sé que va a hacerlo fenomenal, que volverá a emocionar al público asistente con su interpretación. Por ello, como en cada encuentro y con todo mi aprecio, mil gracias... Y por supuesto, "mucha mierda, AMIGO".