Vivimos demasiado deprisa. Muchos días almuerzo de pie porque si me siento corro el riesgo de que no me dé tiempo. Lo urgente impide encontrar lo importante; lo inmediato nos priva de lo insólito. Y en ese ritmo frenético, casi se me escapa la noticia del fallecimiento del escritor y humanista José Luis Sampedro, galardonado entre otros con el Premio Nacional de las Letras Españolas. A Sampedro le he leído, le he admirado... he disfrutado con su sonrisa etrusca, descubrí de su mano a una vieja sirena, caminé por la senda del drago... Reconocí en él a un escritor con mayúsculas, capaz de emocionar a sus lectores y concederles a través de su obra este preciado don: el de vivir sin tantas prisas para poder convivir mejor.
Descanse en paz.
viernes, 12 de abril de 2013
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