“Tú no eres todavía para mí más que un
muchachito igual que otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Tampoco tú
tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entre cien mil zorros
semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del
otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…". Antoine de Saint-Exupéry. “El
Principito”, Capítulo XXI.
“Si como
expone la Real Academia
de la Lengua
de nuestros mayores, dormir implica la suspensión
de los sentido y de todo movimiento voluntario, no me gusta dormir. De
hecho, es el verbo que menos me agrada desde que nací…”
Con los dos
párrafos anteriores, comienza el cuento Únicos en su especie, uno de los
veintitrés que contiene el libro de Manuel Cortés Blanco titulado Nanas para
un Principito.
Manuel Cortés
Blanco es médico y escritor y una extraordinaria persona comprometida que
“invierte” el dinero de sus obras en la ONG Aldeas infantiles SOS, en la Asociación de Padres de
Niños con cáncer de Aragón, en el Proyecto Argonautas, dedicado al cuidado de
las personas mayores, en fin un ejemplar humano bueno que disfruta contando y
nos hace disfrutar escuchándole y leyendo sus libros.
En su último
libro Nanas para un Principito, se vuelve niño para acercarse a su
primogénito y nos cuenta lo que él le cuenta hasta los dos años de vida. Cada
cuento nos devuelve al niño que fuimos. Los veintitrés cuentos comienzan
siempre con un párrafo de distintos capítulos de “El Principito” de Antoine de Sant-Exupéry.
Leyendo este libro, volvemos al niño que duerme agazapado en nuestras vísceras.
Además cuenta con las exquisitas ilustraciones de Raquel Ordóñez Lanza y con
el prólogo de la escritora
Ana Cristina Pastrana.
Mordida existencial: Nanas para un Principito es sin
duda un libro para el reencuentro con uno mismo, para el deleite de la lectura,
para tomar una dosis de bondad en estos tiempos de desgaje ético, para atenuar
las noticias que nos bombardean constantemente, para seducir al bondadoso "homo" que todos llevamos dentro, para cambiar estrellas por utopías, en una
palabra, para alimentar al niño soñador que late en nuestros sesos. Manuel
Cortés Blanco ha aunado en este libro, cariño, su pasión por contar y por hacer
que las letras signifiquen cosas tiernas. Me leo un capítulo antes de dormir y…
¡Felices sueños!
Nota: Reseña de la escritora Manuela Bodas Puente a propósito de mi libro Nanas para un Principito, que bajo el título Principitos de cuento recoge el diario El Faro Astorgano y las ediciones digitales de León7días, Astorga RedAcción y La llave del camino.
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