Auspiciado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), cada 19 de agosto conmemoramos el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria. La fecha fue elegida con motivo del aniversario del ataque a la sede de la ONU en Bagdad en 2003, a fin de reconocer a todas aquellas personas que afrontan el peligro y la adversidad para ayudar a los demás.
Por tal motivo, hoy quería haber compartido alguna de mis vivencias al respecto... Comentar que Aldeas Infantiles SOS -una ONG que conozco bien y con la que siempre estoy encantado de colaborar- viene participando en más de 120 emergencias humanitarias; solo en Siria llevan atendidos desde el pasado año a unos 26.000 niños, víctimas de la sinrazón que se vive allí... Enviaros las mil sonrisas de cada día junto a alguna de mis citas...
Sin embargo, la fotografía del pequeño Omram, publicada ayer subido a una ambulancia tras sobrevivir milagrosamente al bombardeo de su casa, me ha robado las palabras. Lágrimas secas, sangre y ceniza, toda una infancia de sueños sin paz... Porque su imagen, como la de los más de siete millones de niños que necesitan ayuda urgente en su país, es el rostro de la guerra.
viernes, 19 de agosto de 2016
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