Los últimos libros que han desembarcado en nuestra biblioteca lo hicieron a través de mis hijos. Son obras más infantiles, pero no por ello menos interesantes, con las que nos hemos entretenido, aprendido y -por supuesto- sonreído. Algunas de ellas llegaron vestidas de regalo, dicho en el sentido más entrañable de la palabra: regalo por la intención con la que nos lo dedicaron, regalo por tanta delicadeza en su contenido.
Uno de esos libros cargados de encanto es La ventana mágica (Editorial La Alondra), de Ana Isabel García Capapey, magníficamente ilustrado por Rocío la pequeña. Aun cuando a priori pudiera estar destinado a los niños que realizan un cambio de ciclo escolar -concretamente de infantil a primaria-, se trata en realidad de una enseñanza sobre cómo adaptarse a cualquier edad a los distintos eventos que nos van sucediendo a lo largo de la vida.
Anabel, su autora, es una extraordinaria cuentoterapeuta que derrocha humanidad, a la que tengo por amiga y compañera de viaje en este camino llamado Literatura. Su ventana resulta un juego, una metáfora... una lección magistral para todos los chiquillos, con independencia de los años que tengamos.
Por eso, y con el mismo cariño con el que lo hice ante mis hijos, os invito a que la abráis de par en par.
jueves, 13 de julio de 2017
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1 comentario:
Muchísimas gracias Manuel, por esta preciosa reseña que me llega con tanto cariño. Me alegra que mi ventana mágica se haya abierto en la hermosa tierra de León y espero que se asomen a ella muchos de sus habitantes.
Un gran abrazo y un estupendo verano.
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