jueves, 2 de septiembre de 2010

Septiembre

Cada cual mide el paso del tiempo en función de sus referencias.
En mi caso de siempre he medido los años, no de enero a diciembre como marca el calendario, sino por cursos académicos: de septiembre a septiembre, de vacación a vacación. Mis hermanos, desde sus trabajos respectivos, acostumbran a hacer ese balance en función de las fechas que impone Hacienda. Mi abuelo Ildefonso, como buen rociero, lo hacía de Rocío a Rocío; mi abuelo Tomás -el pastor-, de trashumancia a trashumancia. Y así, cada uno de nosotros, referenciamos ese discurrir del segundero de una manera particular.
Septiembre es un buen mes para hacer balance, pero mucho mejor para planificar. No obstante hoy sólo pretendo reabrir este blog tras las vacaciones, saludaros a todos y advertiros de que en el próximo curso seguiré colgando en él relatos, reseñas, noticias, cuentos... Procurando en todo caso ser fiel a esa máxima que he convertido en mi lema: escribir para compartir.

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