Ha sido un curso especialmente duro, con cambio en mi puesto laboral, esa pandemia que continúa embistiendo a oleadas, otra guerra indecente en el corazón de Europa y una lesión seria de por medio, pero en ello he vuelto a encontrar motivos para dar las gracias y sentirme agraciado.
Nos seguiremos contando a la vuelta, cuando retomemos la faena. Por supuesto. Y es que, como afirmase el escritor John Steinbeck, el arte del descanso constituye una parte esencial del arte de trabajar.
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