El de Campeón de Invierno es un título honorífico que se concede en distintos deportes a aquel club que lidera la clasificación después de disputarse la primera vuelta de su liga. En el Campeonato de Balonmano Infantil de Castilla y León, grupo A, el equipo que ha alcanzado tal mención en esta temporada ha sido el Abanca ADEMAR León Maristas, en el que juega nuestro hijo Manuel. Sinceramente y con todo respeto para el resto de participantes, creo que lo ha hecho con merecimiento, quedando en disposición de aspirar absolutamente a todo en lo mucho que aún queda de competición. ¡Enhorabuena para su plantilla, desde Narkis -entrenador- a esos jugadores lesionados con los que en breve esperamos contar!
Sin embargo, hoy quisiera tener un guiño especial para mi hijo, no tanto por su calidad deportiva, como por su pundonor para recuperarse de un proceso bronquial tan fuerte como inoportuno que le ha tenido fuera de juego durante casi cuatro semanas. Aquel penúltimo partido contra el vecino Sariegos lo disputó con más coraje que fuerza, hasta el punto de que poco después de jugarlo acabamos en urgencias de un hospital.
Esta tarde, Manuel nos llamaba emocionado desde Burgos para compartir que habían ganado en casa del hasta ahora líder por 31-34, que había recuperado sus buenas sensaciones, que se traía otro puñado de goles para su cuenta particular y, por supuesto, que había disfrutado mucho junto a sus compañeros y amigos. Mil gracias también a ellos, así como a los técnicos de ADEMAR, por tantos mensajes de ánimo durante este mes de convalecencia... Y, sobre todo, por haber contribuido a que ese número 27 haya vuelto a ser quien es: un jugador con sonrisa.
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