De manera espontánea, nosotros adquirimos uno de los libros que ella había ideado: Mi hermano pequeño invisible (Editorial Libre Albedrío)... Y al mismo tiempo, ella se hizo con la última obra que tengo publicada: Nanas para un Principito. Por su estilo y por el mío, me da que en algún proyecto literario podríamos perfectamente volver a coincidir.
Hoy por la mañana, en su segundo día de colegio, Manuel pequeño debía llevar a clase el libro que más le ha gustado durante este verano. Ha elegido uno original, colorista, en el que aparecen monstruos marinos, algún que otro oso, cierto dinosaurio... Y que puede leerse con unas gafas mágicas que cambian el sentido de la historia... En efecto, ha escogido Mi hermano pequeño invisible, una obra infantil estupenda, con la que alcanzará otro gran objetivo: compartirla con sus amigos para que todos disfruten de su lectura.
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