El pasado fin de semana estuvo plagado de acontecimientos positivos. Además de celebrar mi cumpleaños, recogí un premio literario, presenté ese nuevo libro Catorce lunas llenas -dedicado a mi pequeña Amalia-, compartí vivencias con amigos de toda la vida, charlé con mi ahijada Nerea y su familia, visitamos Almagro, Ciudad Real, las Tablas de Daimiel... ¡Y me sentí querido, acompañado!
Ciertamente, para que todo cuadrase, todo salió redondo: se sumaron mil felicitaciones de cientos de lugares, una ceremonia de entrega del Carta Puebla sencillamente preciosa, aquel libro tan bien adornado con las ilustraciones del genial Lolo, cuentos, nanas, cierto amor azul marino, mi tarta de chocolate... E incluso esa luna llena, tan hermosa como indiscreta, que quiso apuntarse a cada detalle de la celebración.
En definitiva, un finde para enmarcar, en el que de una u otra forma habéis participado muchos, y por el que quisiera daros las gracias.
martes, 18 de octubre de 2016
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