Aunque el principal pago que recibo de la Literatura sea el mero hecho de escribir, a menudo me aplico ese dicho de que los seres humanos nos parecemos a los animales, y de vez en cuando también necesitamos que nos acaricien. Y es precisamente eso, una caricia a modo de noticias literarias, la que mi ego ha recibido en estos días, coincidiendo en el tiempo con la celebración de la Feria del Libro de León. Porque aunque en esta edición no participe de manera presencial, mis obras sí que lo están. Al menos Catorce lunas crecientes (Editorial Péndula) en el stand de Librería Pastor, a buen ritmo de ventas según nos aseguran, con el añadido de que el Instituto Leonés de la Cultura lo ha adquirido para sus bibliobuses que recorren nuestra provincia... Y Cuentos de carbón (Mariposa Ediciones) en el de la propia editorial, habiéndose agotado por completo en un solo fin de semana los ejemplares previstos para todo el encuentro.
A nivel particular, al margen de la organización e integrado en el proyecto de Humanización de la Asistencia Sanitaria Déjame que te cuente, también he querido acercar esa Feria a muchas de las personas relacionadas de uno u otro modo con el Hospital donde trabajo. De manera que, además de mis sesiones de cuentacuentos y de la entrega de ejemplares a la biblioteca del centro, algunos de sus pacientes -en especial, los ingresados en el Servicio de Pediatría-, profesionales sanitarios e incluso voluntarios han acabado con cualquiera de mis títulos en sus manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario