Me sobraron las palabras el sábado cuando, por iniciativa de su escuela, estuve preparando junto a mi hijo otro paquete de productos básicos para que puedan llegarles a quien más lo necesita: un litro de esto, medio kilo de aquello... Y, cómo no, varios lotes de cuentos de papá. Al igual que a leer y a escribir, considero importante que aprenda a ser solidario; y más importante aún, que lo aprenda junto a sus compañeros. Al fin y al cabo, compartir es eso: partir con.
Me sobraron las palabras el domingo, cuando asistimos juntos a un mercadillo a beneficio de distintas ONGs. Compramos productos de comercio justo -incluido ese chocolate que tanto nos gusta- y charlamos con algunos voluntarios que ejercen su labor, ya no en continentes lejanos, sino a la vuelta de nuestras esquinas... Porque Manuel pequeño debe saber que todos podemos ayudar y que todos, en un momento dado, somos susceptibles de ser ayudados.
Y me sobraron las palabras este lunes de festivo, cuando le leía a él y a alguno de sus amigos mi último relato publicado, incluido en el libro Cinco cuentos en tu mano, cuyos autores hemos donado cuanto pudiera correspondernos para sufragar proyectos sociales en el marco de la Fundación JuanSoñador. Y es que la solidaridad no solo consiste en dar; también es devolver.
Curiosamente esta noche, mientras mi hijo duerme en la habitación de al lado, leo que varios deportistas de élite -a los que él y yo admiramos- tributan en paraísos fiscales para eludir así pagar sus impuestos a Hacienda... con todo lo antisolidario que ello conlleva. Sin pretender juzgar a nadie -procuro no hacerlo nunca-, y con un estado de ánimo a medio camino entre la decepción y la tristeza, hago un intento de reflexión sobre qué modelos estamos transmitiendo en la educación de nuestros niños... pero, apenas consigo nada. Será que ante ciertas actitudes, me quedo sin palabras.
lunes, 8 de diciembre de 2014
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1 comentario:
Buenas tardes de domingo:
Si a principios de semana cuestionaba la solidaridad de alguno de nuestros deportistas de élite por pretender abonar sus impuestos en paraísos fiscales, hoy celebro la aclaración que a este respecto ha realizado Marc Márquez, al declarar públicamente que seguirá tributando en España.
En estos momentos de crisis, en los que estamos saliendo adelante gracias a esa solidaridad tantas veces intangible, resulta una noticia de justicia que me encantaría se extendiera a otros deportistas, artistas, empresarios o demás que eluden de ese modo sus responsabilidades fiscales.
Nos seguiremos leyendo.
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