Hoy quisiera compartir uno de esos mensajes, que llega desde el Sur y está firmado por una persona muy especial. Se refiere a mi última obra, Nanas para un Principito, y -anticipando mi gratitud, respeto y admiración por quien lo ha redactado- dice así:
Querido amigo Manuel:
No he querido leer tu libro con rapidez, ya que se lee más entre líneas en tus textos, que lo que a simple vista se ve. Lo he hecho despacio, como suelo hacer con los libros que me interesan, y solo en casos excepcionales subrayo. Lo hice en tu primera obra, "El amor azul marino", y en esta última. Porque con tus libros subrayo, con un lápiz y muy despacio, pero subrayo...
Nanas para un Principito es un libro tierno, suave en las formas, pero con un mensaje claro sobre principios y ética. Es un libro de algodón, limpio, transparente, "azul" como a ti te gusta tanto. He subrayado muchas cosas: "Porque en el baño, como en la vida, la novedad pasa pronto"; o cuando el Principito comenta en referencia a su padre, "que llueva no depende de ti; que lleves paraguas, sí". O el personal diccionario del papá del Principito: "Lo siento: Combinación de vocablos que únicamente dicen quienes son muy valientes, muy maduros o muy sensibles".
Nanas para un Principito es un "obrón", un libro en mayúsculas, lleno de conjugaciones, de recuerdos, de frases, de reflexiones, de amor...
Porque en eso, este libro puede exportar... exportar amor a raudales, al hijo, a la mujer, a la familia, a la vida, que sin líricas ni poesías, y a sabiendas de su dureza, ligas y aúnas en mensajes llenos de lucha y optimismo. Es un "la vida es dura, pero puede ser mucho más fácil cuando se ríe, se sonríe y sobre todo se ama".
Manuel, has escrito otro gran libro. Me honra ser tu amigo.
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