Hoy, como cada primero de diciembre desde hace veintiséis años, conmemoramos el Día Internacional de la Acción contra el Sida. Esta enfermedad ha llegado a constituir una de las epidemias más dañinas en la historia de la Humanidad, habiendo contribuido a ello los numerosos prejuicios de los que se acompaña. Por poner un ejemplo, recuerdo que la primera vez que me hablaron de ella, siendo yo un iluso estudiante de Medicina, el catedrático de turno la definió como "la enfermedad de las cuatro haches", de manera que si uno no era "Heroinómano, Homosexual, Hemofílico o Haitiano", no tenía de qué preocuparse. ¡Qué error tan enorme de concepto! Por fortuna, hoy ya no se habla de "grupos de riesgo", sino de "prácticas de riesgo".
Posteriormente, desde mi especialidad de Medicina Preventiva y Salud Pública he tenido ocasión de trabajar en numerosos programas preventivos. Y en mi condición de epidemiólogo, acabo de adherirme al ambicioso objetivo de ONUSIDA de erradicar esta epidemia en el año 2030. Para ello, según palabras de la propia organización, sería necesario lo siguiente:
* Cerrar la brecha en las pruebas diagnósticas, para que 19 millones de personas que desconocen su estado serológico positivo puedan finalmente acceder a servicios de apoyo.
* Cerrar la brecha en el acceso al tratamiento contra el VIH, para que 35 millones de personas que viven con el virus dispongan de medicamentos que salvan vidas.
* Cerrar la brecha en el acceso de los niños a las medicinas, para que todos los menores que viven con el VIH reciban el tratamiento correspondiente.
Y por supuesto, cerrar la brecha en el acceso a los servicios, para que todas las personas puedan formar parte de la solución a este problema.
lunes, 1 de diciembre de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Adjunto el enlace a ONUSIDA y a su campaña "Cerremos la brecha", a la que hago referencia con motivo de este día: http://www.un.org/es/events/aidsday/
Publicar un comentario