A las puertas de un fin de semana que se presume pasado por agua, comparto este párrafo de la misma, junto a la máxima de vida de su protagonista: "que llueva no depende de ti; que lleves paraguas; sí".
Esta
familia presume de una excelente memoria. Según el diccionario, es esa facultad
psíquica por medio de la cual se retiene y recuerda el pasado. Natural,
universal y necesaria, resulta imprescindible ante verbos inherentes al ser
humano como imaginar, mirar hacia adelante -no solo hacia atrás, como cree la
mayoría-, reflexionar… E incluso, si fuera preciso, mentir con todas sus
consecuencias. Hay quien la tiene de
grillo y quienes presumen de tenerla de
elefante. El acreedor posee más que el deudor. Quien pierde, mucho más que
el que gana. La vida suele ser dura y discurre muy deprisa, ante una memoria
frágil que debe seleccionar. Si no hay interés, no existe. Gracias a eso,
sobrellevamos nuestro pasado. A veces flaquea, la refrescamos, nos viene de
repente o buscamos vivencias no vividas que corremos el riesgo de encontrar.
Incluso algunos momentos se esconden en sus arcones, sin que sepamos siquiera que
estaban allí.
Cementerio
de recuerdos e ilusiones, sustento para la cultura, refugio de lo humano… Sin
olvidar, eso sí, que esa memoria es como un paraguas: únicamente te sirve
cuando la abres de verdad.
1 comentario:
Adjunto un enlace al otro blog que gestiono por si fuera de vuestro interés:
http://elamorazulmarino.blogspot.com.es/2016/02/paraguas-recomendados-en-lecturafilia.html
Mil sonrisas.
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