De entre todas las pancartas que he visto en mi vida, quizá la más impactante fuera aquella de mis tiempos de estudiante en la que ponía Silencio, Universidad dormida. La colgaron unos doctorandos en el campus de Zaragoza, como protesta por la apatía de entonces de tal institución a la hora de gestionar sus recursos.
Atendiendo al apoyo que ofrece a sus coros, su banda, su orquesta y la Música en general, la actual Universidad de León estaría muy despierta. Desde luego, como padres de una de las niñas que integra su Coro Infantil Ángel Barja, no podemos sentirnos más satisfechos. Por el nivel de su directora, la cercanía de sus profesores, la cantidad de valores que transmiten entre acordes...
En esta mañana de domingo, en el Auditorio Ciudad de León, se ha celebrado el Concierto de Navidad Juventudes Musicales-Universidad de León, en el que ha participado nuestra pequeña Amalia... Y, como siempre, lo han hecho genial, habiéndoselo pasado sencillamente de diez.
A menudo, al asistir a alguno de estos eventos, sopeso cuánto me gustaría cantar o tocar un instrumento como cualquiera de esos artistas. Y es que por unas horas le doy la razón a Kurt Cobain, líder del grupo Nirvana, cuando asegura que todos los escritores que conoce, preferirían ser músicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario