Aunque compartir sea uno de mis verbos favoritos, también en esa carrera a veces toca parar. Por ello, durante un tiempo indefinido, echo la persiana de este blog que ha sido divertimento, proclama cultural, válvula de escape y nexo de unión con tantos de vosotros... incluido ese lector anónimo que nos mira cada día desde Tayikistán. Mil gracias por ello, de todo corazón.
Quizá sea un buen momento para recargar baterías, reciclar ideas, anticipar las vacaciones del verano o centrarme en otros asuntos de seguro más importantes. Quizá sean las mejores circunstancias para cerrar temporalmente por reformas... Y es que, parafraseando al genial Paulo Coelho, quien está acostumbrado a viajar, sabe que siempre será necesario partir algún día.
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