- No lo conozco.
- Soy médico.
- ¿Oncólogo?, ¿tocólogo?
- Ejerzo como especialista de Medicina Preventiva aquí, en el Hospital de León. Empecemos nuestra consulta. ¿Usted cómo se llama?
- Odón Moros Romo.
- ¿Y su mujer?
- Socorro, o Soco.
- Nacido en...
- Olot.
- Y residente en...
- Logroño.
- ¿Dirección?
- Colón, ocho.
- ¿Tiene hijos?
- Dos. Rodolfo, zoólogo... Toño, cosmólogo.
- ¡Vaya! Por lo que veo, ambos ejercen profesiones francamente interesantes.
- Son dos colosos.
- ¿Y cuál es la suya?
- Yo, podólogo.
- Yo, podólogo.
- ¿Se consideran una familia unida?
- Hombro con hombro.
- Nos comenta que su problema es que habla mucho...
- Por los codos.
- Y siempre con una sola vocal.
- Todo con "o", doctor.
- ¿Sabe de más casos en el mundo como el suyo?
- Somos pocos, conozco otros ocho.
- ¿Y en España?
- Solo dos.
- ¿Están asociados?
- Con voz o voto, no; ¡por modorros!
- ¿Existe algún sueño repetitivo entre los miembros de su familia?
- Soco soñó con monos mocosos o lobos llorosos... Rodolfo, con globos rotos.
- ¿Y usted?
- Yo, no.
- ¿Qué les diría a esas personas que aseguran que quienes hablan así son de lo más aburridos?
- No somos monólogos monótonos.
- Algo más...
- Lo corroboro: nosotros no somos tontos, no somos bobos.
- Hablemos de sus aficiones. ¿Cuál es su espectáculo preferido?
- Los toros... Los gozo. Son morbosos.
- ¿Le gustan mucho?
- ¡Mogollón!
- Y ahora me dirá que su comida favorita es el rabo de vaca...
- No, no lo como.
- Entonces, ¿qué le gusta?
- Los cogollos con coco.
- ¿Algún plato más? Por ejemplo, ¿de segundo?
- Lomo con mojo.
- ¿De postre?
- Por goloso, roscón o polvorón.
- Y todo regado con un buen vino de Rioja, supongo...
- Yo tomo oporto o mosto.
- ¡Seguro que en su familia se sientan los cuatro juntos a la mesa!
- No. Por protocolo, yo como solo.
- ¿Practica algún deporte?
- Motocross.
- Pensé que le encantaría el fútbol...
- ¡Horror! No lo soporto.
- Una música...
- Pop-rock sonoro, como Otto.
- ¿Toca algún instrumento?
- Controlo poco. Solo trombón.
- Una estación del año...
- Otoño. No por los tordos monocolor o los olmos con flor... ¡Por todos los sotos frondosos!
- Alguna tonalidad...
- Rojo fogoso.
- Alguna película que le haya encandilado especialmente...
- ¿Porno?
- ¡Por favor, Odón! Estamos hablando en serio. De las de toda la vida...
- "RoboCop".
- Pero esa es del siglo pasado. ¿Otra más reciente?
- "Homo".
- Y alguna serie de televisión que nunca olvidará...
- "Pocoyó".
- ¿Por sus hijos?
- No, por Soco.
- ¿Qué es lo primero que lee cuando abre un periódico?
- Los chollos.
- ¿Y lo último?
- Como colofón, los horóscopos.
- ¿Le interesa saber el diagnóstico profesional que como médico pueda emitir sobre usted?
- ¡No!
- ¿Ni siquiera mi humilde opinión?
- ¡No, no!
- Su mujer está preocupada por su indiferencia y por si todo esto les acaba costando dinero...
- Somos roñosos. ¿Lo sobornó?
- En absoluto... Tranquilícense. Sinceramente, le veo mejor de lo que me esperaba.
- ¿Somos o no somos locos?
- En verdad que le siento cuerdo.
- ¡Ojo! Yo no provoco, no somos ponzoñosos...
- Lo sé, Odón. Por eso, le daré el alta sin prescribir ningún tratamiento.
- ¿Pronto? -con sofoco.
- ¡En breve!
- ¡Oh! Yo no otorgo don, doctor -con sollozo.
- No me dé las gracias. Preferiría que muchos hablaran como usted a que digan las tonterías que dicen empleando todas las letras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario