Le sentí preocupado, porque habiendo aumentado el número de asesores en los Ministerios siga habiendo tantos errores legislativos, como los sumados tras la ley del Solo sí es sí, con la que se han rebajado las penas a decenas de condenados por delitos sexuales. Pero, ¿quién elige a esos técnicos?... Inquieto también por la cantidad de negocios de nuestra ciudad que han echado para siempre su persiana con la venida del Año Nuevo. ¡Hasta un bazar chino de su calle principal!... Y desasosegado por lo mucho que subió el precio de la cesta de la compra. ¿Has visto cuánto cuesta una docena de huevos?
Yo traté de animarle a base de bromas, recordándole incluso mi complejo de pobre... que por algo nuestro primer vehículo fue un Twingo y sigo llevando un reloj Casio. Mas no hubo manera de sacarle una mueca.
La próxima vez que haya otro Cuento Cuentos Contigo dedicado al humor, le invitaré a que venga conmigo. Y es que, pese a tales circunstancias, a eventos literarios como los de anoche o paseos a orillas del Bernesga como los de esta mañana, no estamos dispuestos a renunciar... Aunque, eso sí, preferiría que fuesen con una sonrisa.
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