Amalia arrancó su sesión con el relato sobre El animal más rápido del mundo, para terminar con nuestro emblemático El amor azul marino. Ciertamente, y a pesar de los nervios del primer día, lo ha hecho de diez.
Si nuestro hijo Manuel ya me ha acompañado al Trombón en varias de mis actuaciones, hoy también se ha ofrecido para hacer alguna junto a su hermana. De hecho, podrían combinarlo con cualquier melodía al Piano. Después de lo vivido, me da que el éxito estaría asegurado.
Y es que, definitivamente, hemos salido una familia cuentista.
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