Superadas las galeradas y a punto de entrar en impresión, me complace compartir que en breve verá la luz mi siguiente obra: Catorce lunas crecientes. Saldrá casualmente coincidiendo con el Día del Libro, causalmente en cuarto creciente, de manos de la leonesa Editorial Péndula, incluyendo vivencias de viajes, mucho positivismo, reflexiones, mil sonrisas, una dedicatoria de lo más sentida y, por supuesto, unos cuantos cuentos.
Si bien resulta imposible que sea imparcial con algo tan sentido, nos da que va a quedar fenomenal. Y aunque incluya novedades, será fiel a nuestro estilo y a esa máxima que me guía: escribir para compartir.
Junto a este diccionario propio incluido entre sus líneas, vaya mi agradecimiento a todas las personas que se encuentran detrás de cada párrafo, a cada lector que -lunático o no- le dará otra oportunidad... Porque, parafraseando aquel antiguo anuncio sobre cierto detergente, lo digo de corazón: si encuentra un libro mejor, ¡léalo!
Aburrimiento: Fatiga de los sentidos
ante un aluvión de monotonía.
Altura: Distancia vertical que
sirve para agacharse y, desde esa perspectiva que nos proporciona, poder ver
mejor.
Amor: Cero por
ciento de lucha.
Autoestima: Dícese de lo que hay que
alimentar para que nuestros miedos se mueran de hambre.
Competitividad: Combate de autoestimas.
Crisis: No sumar fracaso tras
fracaso, sino fracaso sobre fracaso.
Deprimir: Acostumbrarse a
llamar la atención a través de lo negativo.
Discreción: Habilidad de abstenerse en
dar tantas explicaciones.
Éxito: Despertar cada mañana con
ganas de vivir.
Hotel: Hogar de prestado mientras
te desplazas en busca de tus sueños.
Hoy: Nueva oportunidad que nos
regala la Vida con cada amanecer.
Improvisación: Mal remedio para casi
todo, aunque a menudo sea el único que hay.
Incertidumbre: Estar completamente seguro
de absolutamente nada.
Inseguridad: Pensar
que aquellos a quienes admiramos son infinitamente mejores que nosotros.
Miseria: Incapacidad de amar.
Negociar: Comprar pensando en pobre
para vender como rico.
Perdonar: Vaciar nuestro vaso, tan lleno
de rencores del pasado.
Soledad: Ausencia de uno mismo.
Solidaridad: Cuanto
más te entregues, más te llevarás.
Sonrisa: Señal inequívoca de una lección aprendida.
Soñar: Hacerle novillos a la vida.
Ubicuidad: Cualidad de quien vive en continuo movimiento para no perderse nada.
Unidad: Uno para todos para que todos seamos uno.
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