Las mañanas de sábado soleadas acostumbran a ser mañanas de paseo con mi amigo Nicasio... ¡Y paseos de tertulia! Hoy me comentaba que la tutora de su hijo -dos años mayor que el mío- les ha advertido de que le siente en clase demasiado inquieto y que sería bueno que buscasen la forma de que estuviera centrado. Tanto Nicasio como su mujer habían pensado acudir al pediatra, pues en casa también dio muestras de cierta intranquilidad. Quizá necesite tomar alguna pastilla.
Ciertamente, el uso de psicofármacos se ha disparado en nuestra sociedad, incluyendo a niños y adolescentes. Creo que hay un exceso de diagnósticos psiquiátricos, que el consumo de dichos fármacos se está normalizando, que a menudo tratamos el síntoma en vez de abordar el problema... Y solo hallaremos alguna solución educando para el esfuerzo, no sobreprotegiéndoles tanto, trabajando adecuadamente la gestión de sus emociones, preparándoles frente a cualquier frustración pues si no -ante el menor imprevisto- se nos vendrían abajo. Así de fácil, así de difícil, amigo Nicasio.
Hablamos también de fútbol: la cosa más importante de entre las cosas que no tienen importancia. Como aficionado zaragocista, ¡cuánto me duele ver a una plantilla tan mediocre, un entrenador tan timorato y una directiva tan alejada de su afición! A él, que es del Burgos, esta temporada toca darle la enhorabuena.
Comentamos sobre mi próximo libro. Esos Cuentos de Carbón (Mariposa Ediciones) que presentaremos el próximo viernes en el Auditorio Ángel Barja, de León. Será otro sentido homenaje a nuestro querido Lolo.
Y enfilamos el tramo final de nuestro paseo comentando algunos aspectos sobre alimentación. Porque, según asegura, su hija -dos años mayor que la mía- abusa de la bollería. Quizá necesite algún consejo nutricionista.
Como afirma el experto Juan Revenga, somos el único animal de la faz de la Tierra que es racional; sin embargo, hay que decirle cómo debe de comer. Cualquier pequeño de ocho años en la actualidad ha ingerido más azúcar que su abuelo en toda la vida. Ciertamente, deberíamos evitar esos preparados ultraprocesados y aumentar significativamente el consumo de alimentos frescos de origen vegetal. ¡Que por algo somos la huerta de Europa! Así de fácil, así de difícil, amigo Nicasio.
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