Allí contaré de nuevo las desventuras de aquel príncipe de los ladrones (Bosnia), por qué vislumbramos la silueta de un conejo sobre la luna llena (Perú), las andanzas de un ratón que le tiene miedo a todo (India), esa leyenda berciana a propósito de la sombra del lobo (León), o la explicación por la que el guepardo es el animal más rápido del planeta (Benin). Si bien, en esta ocasión contaré también con una primicia de lo más especial: estaré acompañado entre relatos por mi hijo Manuel, quien amenizará la secuencia con la música de su trombón.
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