Nos lo dijo anoche mi amigo Ignacio: Vuestro hijo Manuel ha heredado la franqueza cazurra de su madre y la nobleza baturra de su padre. Y, probablemente, así sea. De hecho, esta misma semana, al ser convocado para formar parte de la selección infantil de León que competirá en los próximos campeonatos interprovinciales de Balonmano de nuestra Comunidad, se alegraba sinceramente por tal llamamiento... pero sentía en el alma que otro de sus compañeros de equipo no estuviera en esa lista.
- Papá -me pediría desde su ingenuidad-... Tú que conoces a tanta gente, ¿no podrías hablar con alguien para que lo incluyeran?
Le expliqué que, aunque le honre su preocupación, las cosas no se arreglan así... que ese otro jugador -a quien lógicamente sentimos triste por la situación- debe seguir entrenando con más ilusión si cabe, a sabiendas de que tendrá nuevas oportunidades... Y que él ha de disfrutar de esa vivencia representando a los suyos, manteniendo el mismo entusiasmo que nos demuestra ante cada partido, y siendo siempre -como realmente es- tan amigo de sus amigos.
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