Mi hijo Manuel es un apasionado del Deporte. Aun cuando entre otros ha tanteado la Natación, el Tenis o el Ajedrez, al final se ha decantado por el Balonmano, estando impaciente por empezar la próxima liga con su equipo Abanca ADEMAR, en categoría Infantil.
Aprovechando esa afición, yo procuro transmitirle valores a través de vivencias reales de otros deportistas. Y así, después del cuento de cada noche, hemos aprendido de la amistad de Jesse Owens y Lutz Long durante los Juegos Olímpicos de Berlín, a pesar de sus diferencias... Del coraje de Katherine Switzer, la primera mujer en completar una maratón, en 1967, rompiendo la prohibición del momento... De la generosidad del triatleta Diego Mentrida, quien en una prueba del Mundial se dejó adelantar por otro competidor que se había equivocado al tomar la recta final, sacrificando en tal gesto una medalla... De la humanidad de la saltadora Ruth Beitia al consolar a otra participante que lloraba desesperada después de caer eliminada... Del espíritu de sacrificio del tenista Rafa Nadal, quien pocas veces se arruga ante las adversidades... E incluso de alguno mucho más cercano, como el nadador leonés Pablo Rodríguez -con el cual mi hijo acostumbra a coincidir en la piscina-, para que no deje nunca de creer en sus sueños.
En cierta ocasión, y con la perspectiva de que no debemos hacer trampas, comentamos incluso los casos de aquella atleta que recorrió en metro gran parte de la Maratón de Bostón o de aquel combinado que acudió a unos Juegos Paralímpicos con mayoría de jugadores sin discapacidad. A pesar de ganar al principio, ambos fueron descubiertos y sancionados por su falta de juego limpio.
Desde este domingo, tenemos otra lección que compartir: la importancia del equipo, gracias a la selección española de Baloncesto. Aun estando en plena transición, con cambios importantes de su plantilla, sin grandes estrellas a priori, contra todo pronóstico -atendiendo a las casas de apuestas, ni siquiera contaba entre los ocho favoritos-, enfrentándose a otros quintetos con potencial aparentemente superior -incluyendo la anfitriona Alemania- y ante algunas críticas caseras -un afamado periodista llegó a afirmar que probablemente era el peor con el que afrontábamos un campeonato-, ha conseguido proclamarse con pleno merecimiento Campeona de Europa por cuarta vez en su Historia.
Desde Alberto Díaz -el último incorporado tras lesionarse un compañero- a Willy Hernangómez -el mejor del torneo-, todos los jugadores han hecho piña junto a su staff técnico -capitaneado por un genio llamado Scariolo-, ofreciendo en su conjunto lo mejor de sí mismos... Y en tal esfuerzo, lo mejor para el equipo.
Mil gracias por vuestra gesta, por esta alegría colectiva -ciertamente corren tiempos en los que cualquiera de ellas resulta bienvenida- y por convertiros en ejemplo para futuros deportistas como Manuel quien, en noches como hoy, soñará con parecerse a vosotros mañana.
1 comentario:
Buenas tardes:
Mil gracias por seguir leyéndome y compartiendo cuanto escribo, pues a través del contador de visitas he constatado una subida importante en el número de estas.
Y en ese compartir, os invito también a que leáis en su blog las crónicas de nuestro amigo Pablo, empezando por el enlace a esta en la que aborda también el tema de la Selección Española de Baloncesto. Deseo que os guste.
Mil sonrisas.
https://www.herocks.es/post/la-familia
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