No tengo ninguna duda: las palabras que se limpian, brillan más... Si bien, solo las equivocadas suelen decir la verdad.
De ahí que, a partir de ahora, releeré cada día este diccionario extraído de mi libro Nanas para un Principito (MAR Editor):
Abanico: Aire sin luz.
Anticipación: Sexto sentido de los ganadores.
Crisis: Situación en la que cada novedad es peor que la anterior.
Culpable: Lo primero que buscan las personas cuando tienen un problema. Lo segundo es una solución.
Diplomacia: Habilidad consistente en decir cortésmente lo que se piensa, aunque no se piense cortésmente lo que se diga.
Estrés: Exposición prolongada a la vida al límite.
Felicidad: Estado de ánimo que solo se alcanza cuando no tenemos miedos.
Imaginar: Forma verbal de la palabra magia.
Ironía: Amor con sentido del humor.
Lo siento: Combinación de palabras que únicamente dicen quienes son muy valientes, muy maduros o muy sensibles.
Magia: Arte de crear ilusiones. No confundir con Amor, que es el arte de vivirlas.
Ostentación: Habilidad para demostrar que eres el más rápido, el más fuerte o el más alto, aun a riesgo de que alguien pueda creer que es verdad.
Perro: Dícese del mejor amigo del hombre, siempre que este no vaya en bicicleta.
Rencor: Sentimiento de pena o tristeza que produce la ausencia de las personas odiadas.
Saludar: Forma verbal de la palabra salud.
Valentía: Virtud en peligro de extinción, consistente en asumir debilidades sin proyectar culpas.
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