Compartía mi amigo Nicasio en el paseo vespertino de este jueves a orillas del Bernesga, que el periodista Juan Carlos Rivero dejará de narrar los partidos de la selección española de fútbol. Tras esta decisión de TVE se encuentra la polémica surgida durante la emisión del encuentro España-Marruecos del pasado Mundial, en el que Rivero dijo los marroquíes roban y salen corriendo.
Como aficionado al balompié, Nicasio entiende -coincidiendo con la inmensa mayoría- que se trata de un comentario estrictamente deportivo, sin ninguna intención ofensiva. Al igual que lo interpreta el también periodista Xabier Fortes, para quien tal expresión significa robar el balón al adversario y salir corriendo al contragolpe, pero así se ahorran palabras. En ese mismo contexto, a medio camino de la broma, apuntaba que han abierto expediente a otro locutor radiofónico por asegurar en una retransmisión que los iraníes disparan en cuanto pueden.
En su opinión, la política entró al quite, hubo petición de dimisiones, juicio sumarísimo por la barbaridad cometida y, finalmente, se apartó al periodista de una labor que realizó durante años con profesionalidad.
En esa sintonía, yo le compartía que tras cierta sesión de cuentacuentos en la que había utilizado la cita reconocida por la RAE tenerlo muy negro, alguien se acercó recriminándome por concederle un contenido racista.
- ¡No conozco ni una sola expresión en castellano en que la palabra blanco tenga carácter negativo! -apostillaría después de su reprimenda.
Desde luego, jamás fue mi intención molestar a nadie. Pero sí que respondí a nuestro interlocutor con varios ejemplos de lo que él negaba: quedarse en blanco, pasar la noche en blanco, estar sin blanca, ponerse blanco... Y ya no digamos de la maquiavélica disparar al blanco. ¡Si lo sabré yo, que me apellido así!
En cualquiera de los casos, ha sido otro paseo agradable... Aunque tal vez en la próxima ocasión, para no herir tantas sensibilidades, lo hagamos en silencio.
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