Este fin de semana, como cada fin de semana que hay liga ASOBAL, asistimos en familia al Palacio de los Deportes de León para animar a nuestro club ADEMAR, en esta ocasión en su encuentro contra el Cívitas Guadalajara. A sabiendas de que el Balonmano es nuestro deporte de cabecera y de que nuestro hijo Manuel juega en el equipo Infantil ademarista, no nos lo podíamos perder.
Del resultado hablaré poco. Ellos tuvieron más fe y mejores posesiones que nosotros, y por eso acabarían llevándose los puntos en litigio. Así lo reconoció el público asistente, despidiendo a los alcarreños en el centro de la pista con una ovación sincera.
Al terminar el partido, como después de cada partido, bajé junto a mi hijo a pie de cancha para obtener otra foto de recuerdo con algún jugador del conjunto rival. Casual o causalmente, esta vez elegimos a ese pivote llamado Miguel Llorens, quien además nos marcara uno de los goles decisivos en su victoria. Al lado de los banquillos, el dorsal 23 del Cívitas Guadalajara nos atendió cordialmente, sin prisas, con una sonrisa espontánea, dedicándole al infantil del ADEMAR palabras de ánimo y algún sabio consejo de balonmanista experimentado. Sin duda, un detalle propio de una gran persona que sabemos valorar, deseándole tanto a él como a su equipo sencillamente lo mejor. No en vano, desde ayer formará parte de nuestra relación de jugadores a seguir... Y, por supuesto, del álbum deportivo en el que debe asomarse cada día nuestro pequeño Manuel.
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