El programa de las Fiestas de León incluía este pasado martes, a las siete de la tarde en la mismísima plaza de la Catedral, la Gala fin de curso de la Escuela de Baile Rumballet. En su espectáculo inicial de danza, nuestra pequeña Amalia hizo de hada bailarina, derrochando a partes iguales sonrisas y elasticidad.
Como al resto de sus compañeras -capitaneadas por su profesora Sandra, a quien estamos muy agradecidos por cuanto ha hecho por ellas-, la sentimos centrada, coordinando sus gestos, estilizando cada postura, moviéndose alegremente al compás de la música... ¡Lo hicieron de 10! De ahí la ovación final a su propuesta.
Luego, entre bambalinas, Amalia nos reconoció que lo había pasado sencillamente genial. Y es que en eso, nuestros hijos me recuerdan mucho a mí: se apasionan con aquello que les gusta.
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