Mercedes es una persona de carne y hueso a quien cierto día convertí en personaje de alguna de mis novelas. En concreto, de esos Siete paraguas al sol (Ediciones Irreverentes) con los que obtuviera, hace ahora diez años, aquel premio literario. Ella ejerce de periodista, y en sus inicios presumía de este decálogo de trabajo:
1. Un confidente jamás se compra; se alquila.
2. La peor de las equivocaciones es equivocarse corrigiendo.
3. Exagerar no equivale a mentir.
4. Primero conoce la verdad y luego distorsiónala todo lo que quieras.
5. Dentro de una realidad hay muchas realidades; otra cosa es que se vean.
6. En momentos de calentón, mejor no escribir nada.
7. El pensamiento marca la política y no a la inversa.
8. Las preguntas rápidas son las que requieren respuestas más lentas.
9. Nunca te fíes de un ordenador que te odie.
10. El amor tampoco es verdad, pero hace creer que lo es.
Aquella Mercedes -tanto la real como la de ficción- padecería después un cáncer de mamá que en principio la paralizó. Por un instante, llegó a pensar que vivía de prestado. Como quien habita en un país desconocido, reinventó sus tiempos, reordenó sus prioridades... Cuando creía que había agotado todas las posibilidades, alguien le recordó que no lo había hecho. Y con ese tesón, la ayuda de tantos y aquella sonrisa eterna a pesar de las circunstancias, superó con creces tal proceso; se acabó sobreponiendo, hasta reducir aquellos mandamientos a un solo corolario: No sabemos lo fuerte que somos hasta que ser fuertes es la única opción que tenemos.
Quizá por eso, en su crónica periodística de cada 19 de octubre, muestra su apoyo incondicional a cuantas personas padecen lo que ella padeció, así como su reconocimiento más sincero a sanitarios, investigadores, asociaciones y demás que conforman las trincheras para erradicarlo... que sacan pecho por ellas... que inciden en la importancia del diagnóstico precoz.
¡Tócate para que no te toque! Porque como ella asegura, juntos podemos construir un mundo donde el cáncer no signifique vivir sin esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario