Durante este pasado fin de semana se ha celebrado la V Feria Esotérica de Terapias Complementarias y Arte en el recinto ferial del municipio berciano de Fabero. Ha sido, sin duda, un evento de lo más especial, cargado de emociones y energía positiva, centrado en otro homenaje sentido a uno de sus principales impulsores: nuestro amigo Lolo.
De seguro que allí estuvo él: en ese acto de recuerdo que abriera su alcadesa y cerrasen las canciones de su primo José Ángel, en la conversación que mantuve con sus hijos Laia y Raúl, en aquella presentación de nuestro libro conjunto Cuentos de Carbón (Mariposa Ediciones), entre cada relato que compartiera en mi sesión dominical de cuentacuentos...
Desde un enfoque positivo como a él le habría gustado, nos encantó reencontrarnos con nuestras amigas Begoña y Soraya... conocer a Mariana -de una sensibilidad extraordinaria-, Ana -compañera entrañable de stand- o nuestra editora Marina -a quien Lolo le encargó expresamente que confiara en mí-... de reconocer a Julia entre tantas personas sencillamente especiales. Y de recibir ese presente en forma de avellanas de la querida María, quien solo podía corresponder a mi atención regalándonos algo que hubiera recogido con sus propias manos.
Aun cuando no pude asistir a ninguno de sus talleres -me habría encantado participar en ese sobre sueños lúcidos- ni terapias sanadoras -el destino me seguirá sorprendiendo, pues ni siquiera me echaron las cartas-, la experiencia ha resultado de lo más positiva. Así que ya estamos esperando la Feria del año que viene. Porque como aprendimos de esa Güela, que el propio Lolo me mostrara para nuestra obra, lo malo no es esperar; lo malo sería no saber qué.
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