lunes, 28 de septiembre de 2009

Filandón, patrimonio cultural

El Filandón de León ha sido elegido en segunda posición como uno de los diez Tesoros del Patrimonio Cultural Inmaterial de España, en una campaña impulsada en internet por el Bureau Internacional de Capitales Culturales y en la que se han registrado un total de 152.911 votaciones.
La candidatura leonesa obtuvo 12.687 votos, situándose entre la Semana Grande de Bilbao (14.027) y el Camino de Santiago (11.893). A ellas les han seguido la Procesión de la Virgen de la Salud de Algemesí (Valencia), la Leyenda de los Amantes de Teruel, las Fallas de Valencia, la Tradición de la Virgen del Pilar de Zaragoza, la Leyenda del Lagarto de la Malena de Jaén, el Carnaval de Cádiz y la Bienal de Flamenco de Sevilla.
El filandón procede del vocablo leonés filare, que significa "hilar", y cuyo origen se remonta a la tradición que existía en León de reunirse un grupo de personas después de la cena, junto al fuego, y contar historias al tiempo que se trabajaba en alguna actividad (generalmente textil). Han sido habituales hasta hace no muchos años, cuando la economía obligaba a ahorrar carbón y las familias se congregaban en un mismo enclave para calentarse y entretenerse. Estaríamos ante una celebración de la palabra en su designio socializador, el primitivo reflejo de la oralidad y los géneros literarios populares, donde la cultura oral pasaba de abuelos a padres e hijos.
En la actualidad numerosos grupos y asociaciones culturales reivindican el encanto de los filandones a través de convocatorias públicas, en algunas de las cuales he tenido el gusto de participar.
La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de León ha anunciado que ya está trabajando en la candidatura que presentará a la UNESCO para que el Filandón sea también declarado Patrimonio Intangible de la Humanidad.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Un cuento en el recetario

Tal y como comenté, os dejo la entrevista que me propusieron en Diario Médico, publicada el pasado 1 de septiembre. La fotografía la hizo Transi, mi mujer, muy cerca de la iglesia de Santa María de Eunate, mientras recorríamos el tramo navarro del Camino de Santiago.

El defensor de la prescripción de cuentos
En negro sobre blanco, este médico zaragozano comparte su vocación por curar con su pasión por escribir. Lleva tres novelas, dos con premio, y perfila ya su cuarta de consolidación.

Como médico, desde su condición de especialista en Medicina Preventiva y profesor del Instituto Universitario de Drogodependencias, se ha dedicado a la resolución de problemas relacionados con la Salud Pública y confiesa tener la suerte de que ese trabajo le encanta. Como escritor, es autor de tres libros: "El amor azul marino", con el que obtuvo el Premio Literario Amares 2005; "Cartas para un país sin magia" y "Mi planeta de chocolate", obra finalista del II Premio Internacional Vivendia de Relato de 2008. Ahora prepara su cuarto sueño en forma de páginas.
En todos ellos dice haber procurado ser fiel a una máxima: escribir para compartir. Tan es así que ha cedido los derechos de autor de toda su obra a Aldeas Infantiles SOS.
Pregunta (P)- ¿La literatura es un arma contra el burnout del médico?
Respuesta (R)- No tengo ninguna duda. Escribir está lleno de ventajas: relaja, entretiene, ayuda a desconectar de la realidad… y sin apenas efectos secundarios.
P- Como experto en drogodependencias, ¿sabría decirme si escribir es una droga?
R - Obviamente resulta una actividad gratificante y podría llegar a convertirse en adicción. La historia de la literatura está llena de ejemplos. Sin embargo, creo que en mi caso no he llegado a este nivel. Escribo sin renunciar a aficiones como viajar o ascender montañas y sin dejar de compartirlas con los míos, sintiéndome otras cosas además de escritor.
P- ¿Qué tiene de terapéutico un cuento?
R- Muchísimo. Soy un defensor a ultranza de esa cualidad que he comprobado en diversos colectivos: niños hospitalizados, pacientes psicológicos, mayores institucionalizados… Además de ser muy útiles para la transmisión de valores, los cuentos invitan a la reflexión generando emociones en quien los escucha, y eso, debidamente canalizado, es terapia en estado puro.
P- Los médicos, ¿tienen mucho cuento?
R- Si cuento es la posibilidad de usar la palabra para alcanzar sus objetivos terapéuticos, por supuesto.
P- Es usted muy crítico con la estructura actual del mundo literario afirmando que en ese ambiente no hay crisis de talento, sino de oportunidades. ¿Pasa lo mismo en la Medicina española?
R- Probablemente, en especial con sus profesionales más jóvenes. Los tiempos de crisis son malos para cualquiera, pero sobre todo para los que empiezan.
P- Si tuviera que escribir un ensayo sobre la sanidad española, ¿cómo lo titularía?
R- Poner título a una obra resulta de lo más difícil dentro de su proceso de elaboración. Quizá le fuera bien el de mi última novela, Mi planeta de chocolate, porque entiendo que, como este producto, la sanidad comparte esa dosis de dulzura y amargor.
P- En su profesión, ¿cuál es su planeta de chocolate?
R- Tal vez ese momento de encuentro con uno mismo en el que sabes que tu trabajo ha ayudado a otra persona.
P- Algún adelanto de su próximo libro...
R- Se trata de una novela que recoge siete historias de otras tantas mujeres unidas por la lectura de un mismo libro. Fiel a mi estilo, incluye nuevos cuentos, reflexiones, relatos y un final inesperado. Por cierto, una de sus protagonistas es médico. Les gustará.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Mil soles, una luna

Hubo un tiempo en el que la Tierra tenía miles de soles.
El cielo estaba repleto y pese a la hermosura del paisaje, la vida se tornaba inaccesible. Por un lado, nuestro planeta andaba perdido tratando de cuadrar tanto movimiento de traslación; por otro, esos rayos azotaban su superficie convirtiendo en secarrales el menor atisbo de mar.
Además la luz no se tomaba un segundo de respiro. Al igual que en los mapas de verano, siempre lucía algún sol.
Dios se percató de tal circunstancia, decidiendo crear la noche. Con ella los soles descansarían y la Tierra quedaría aliviada de tanto y tanto calor.
Para que su oscuridad no fuese completa, decidió pintarle una luna. Y así nuestro mundo comenzó a caminar. La mitad del tiempo para el día con sus mil soles; la otra mitad para la noche, con su luna.
Los primeros eran muy simples. Despiertan con el alba, repiten de este a oeste su recorrido y se acuestan al atardecer. ¡Pura monotonía!; lo mismo cada veinticuatro horas.
La Luna, por el contrario, luce más sofisticada. Cada noche despunta con un nuevo atuendo. Mesa los cabellos, almidona la blusa, pone carmín en sus labios. Le gusta sentirse viva, saberse cambiante.
Una tarde, poco antes de anochecer, esa Luna asoma en la distancia. Los soles todavía no se han acostado. La ven y quedan ensimismados por su hermosura. ¡Qué belleza!
Tratarán de enamorarla. Pero así, siendo tantos, no podrá prestarles ninguna atención. De modo que acuerdan un pacto de caballeros: cada amanecer saldrá sólo uno de ellos para dar luz a la Tierra, intentando conquistarla en ese objetivo. Uno, y otro, y otro... hasta que aquella esfera que preside la noche se rinda al encanto de alguno.
Por eso, si bien todas las mañanas el Sol asoma igual, resulta siempre distinto. El de hoy no es el de ayer ni tampoco el de mañana, aunque en apariencia se vean tan similares. Cada madrugada amanece uno nuevo.
Sin embargo, con la Luna ocurre lo contrario. Cada noche se muestra diferente, mas es siempre la misma. Cada atardecer florece de una manera, en uno de sus ciclos. La de hoy fue la de ayer y será la de mañana, pese a no parecerlo. Unas veces crece, otras decrece, se muestra en plenitud o se esconde tras el horizonte.
Mil Soles en busca de una Luna.
Suena a juego de magia.

Nota: Relato incluido en mi libro Cartas para un país sin magia, del cual se sortearán entre el 21 y el 30 de septiembre dos ejemplares en la web literaria Abretelibro.com.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Tardes de cuento

Así resultaron las I Jornadas sobre el Cuento "¡Qué te cuento!", celebradas esta semana en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés-Zaragoza.
En la mesa redonda del jueves disertamos de manera distendida sobre este género literario. En la "maratón" del viernes disfrutamos de la lectura continuada de historias infantiles, relatos de Borges, Coelho, Bucay, Cortázar, Iwasaki en la voz de Iwasaki... Y así, hasta una treintena de cuentos que llenaron de magia la sala.
Sea mi agradecimiento a José Luis Orós por creer en ellas, a Mª José Moreno y Luis Trébol por su ayuda durante la coordinación, a cada uno de los participantes sin los cuales este proyecto no hubiera sido posible, a Chema Lera por su ilustración para las jornadas, a Aragón-TV y el programa Bulevar por hacerse eco de las mismas... Y por supuesto, al público asistente.
En palabras del escritor Ernst Jünger, "el poder que los cuentos otorga al ser humano carece de límites. La superación del tiempo, el espacio y la causalidad es algo que encuentra su igual tan sólo en los sueños". Estoy convencido de ello.

domingo, 6 de septiembre de 2009

I Jornadas sobre el Cuento ¡Qué te cuento!

Los próximos días 10 y 11 de septiembre, en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés-Zaragoza (Paseo de la Independencia, Zaragoza), celebraremos las I Jornadas sobre el Cuento "¡Qué te cuento!" organizadas por dicho Ámbito Cultural con la colaboración de Editorial Edelvives.
El jueves 10, a las 19:30 horas, habrá una mesa redonda sobre este género literario moderada por el escritor y editor Óscar Sipán, en la que también estarán Patricia Estebán, Carlos Castán y yo mismo (hablaré sobre "El valor terapéutico del cuento").
El viernes 11, entre las 18 y las 21 horas, habrá una sesión de lectura continuada de cuentos y relatos en la que participarán diferentes personas pertenecientes al ámbito cultural, artístico, político, científico, deportivo, periodístico e incluso gastronómico, de la sociedad aragonesa.
Entre otros narradores asistirán David Lozano (escritor), Fernando Lalana (escritor), Ana Alcolea (escritora), Roberto Malo (escritor y cuentacuentos), Nuria -Charraire- (cuentacuentos), Adriana Oliveros (periodista y presentadora de Aragón TV), José Luis Solanilla (periodista Heraldo de Aragón), Juan Carlos Garza (periodista El Periódico de Aragón), Mariano Chueca (Músico Distrito 14), Natalio Bayo (creador, pintor), Chema Lera (escritor e ilustrador), Agustín Sánchez Vidal (escritor), Camino Ibarz (periodista, Asociación de la Prensa Aragonesa), Juan José Badiola (Profesor Universidad de Zaragoza), Jose Ignacio Acirón (cocinero), Jorge Biarge (escritor y bibliotecario), Modesto Lobón (escritor y político), Lina Vila (pintora), Roberto García (atleta olímpico), María José Pueyo (atleta olímpica), Mario Cosculluela (narrador oral), José Antonio Labordeta (escritor y cantautor), Fernando Iwasaki (escritor), Augusto González y Fermín Polo (músicos B Vocal) y Juan José Vázquez (viceconsejero Cultura Gobierno de Aragón).
Junto a los también cuentacuentos Mª José Moreno y Luis Trébol, trataremos de coordinar la sesión deseando que resulte atractiva a los asistentes.
Serán dos tardes de cuento... Estáis todos invitados.