lunes, 19 de junio de 2023

Cerrado por reformas

Aunque compartir sea uno de mis verbos favoritos, también en esa carrera a veces toca parar. Por ello, durante un tiempo indefinido, echo la persiana de este blog que ha sido divertimento, proclama cultural, válvula de escape y nexo de unión con tantos de vosotros... incluido ese lector anónimo que nos mira cada día desde Tayikistán. Mil gracias por ello, de todo corazón.
Quizá sea un buen momento para recargar baterías, reciclar ideas, anticipar las vacaciones del verano o centrarme en otros asuntos de seguro más importantes. Quizá sean las mejores circunstancias para cerrar temporalmente por reformas... Y es que, parafraseando al genial Paulo Coelho, quien está acostumbrado a viajar, sabe que siempre será necesario partir algún día.

viernes, 16 de junio de 2023

Esperando Lunas nuevas

Si la semana pasada viví un altercado en nuestra consulta de Medicina Preventiva porque cierto paciente exigía la administración de algunas dosis que -atendiendo a sus circunstancias- no le correspondían, hoy ha sucedido lo contrario: otro paciente en quien sí estaba indicada esa misma vacuna se ha negado a administrársela, alegando una catarata de motivos más propia de teorías surrealistas.
Ciertamente, mi deber es informarle oportuna y pausadamente de sus indicaciones, así como de cuantas dudas pudiese tener al respecto, siendo su derecho posterior el de ponérsela o no. Todos los documentos que ha aportado, traídos en una mochila y subrayados en amarillo, reforzarán sus convicciones, pero no me alejarán de la mía -y la de la comunidad científica internacional- de que detrás de la potabilización del agua, las vacunas son la medida sanitaria que más vidas ha salvado en toda la Humanidad. Así, por poner un solo ejemplo de enfermedad prevenible con ellas, cada año enferman en el mundo unos nueve millones de personas por Fiebre tifoidea, de las que acaban falleciendo aproximadamente 110.000. En Occidente no las queremos y allá donde se precisan no pueden llegar. 
De todos modos, confieso que pasar una consulta médica me resulta cada vez más difícil. ¡Quizá sea culpa mía, que nos hacemos mayores! Por suerte, siempre quedará como desagravio esa Literatura, que hoy también me compensa al saber que mi próximo libro, Catorce lunas nuevas, ha entrado en imprenta. Ojalá que nadie se enfade cuando lo lea -últimamente se me enfadan demasiado cuando prescribo-, pues en él comparto a través del cuento mi experiencia como médico en un centro de vacunación internacional.

jueves, 15 de junio de 2023

Me encanta verte jugar

Este próximo fin de semana, en mi familia tendremos Balonmano a raudales. El sábado 17, en el Polideportivo Estadio Hispánico (León), nuestro hijo Manuel jugará con la selección Infantil de León el triangular interprovincial final de su categoría contra las plantillas de Valladolid y Burgos. Por su parte, el domingo 18 en el Pabellón Municipal de Traspinedo (Valladolid), asistirá al entrenamiento con la selección de la Comunidad, preparatorio para el campeonato de combinados autonómicos que se celebrará en Cangas del Narcea (Asturias) durante la primera semana del mes de julio.
Atendiendo a esa investigación que publicaron los expertos Brown y Miller sobre deportistas de élite, a propósito de lo que les decían sus padres antes de que compitieran para hacerles sentir mejor, le repetiré a Manuel que Me encanta verte jugar -I love to watch you play, en el inglés del estudio-. Pocos mensajes más sencillos, más entrañables, más sinceros... Y desde luego, como la propia Ciencia ha demostrado, ninguno más motivador.

miércoles, 14 de junio de 2023

Mi yo más escritor

Lo admito: soy un escritor contra pronóstico. En las últimas ferias literarias a las que he asistido -como las celebradas en León o Valladolid-, apenas formé colas... Y en nuestras dos últimas sesiones de cuentacuentos, tan solo se adquirieron cinco libros entre ambas. Como mi querido Lolo asegurase: Manuel, escribes muy bien, pero te vendes muy mal
Sin embargo, he acabado descubriendo que la salida a mi literatura no está tanto ahí como en esos amigos embajadores que me promocionan por toda España. ¡Y son un montón! Por citar algunos, recuerdo que mi colega Manolo (Huelva) pidió medio centenar de unidades de aquella ópera prima titulada El amor azul marino, para distribuirlas entre el personal sanitario de su hospital... que con Mi planeta de chocolate, un vecino vinculado a cierta empresa de dulces (Navarra) compró varias cajas para regalarlo de aguinaldo por Navidad... que con El amor en los tiempos del Mindfulness, fue Miguel -mi lector de cabecera- quien tras recorrer cientos de kilómetros para asistir a una de sus presentaciones, acabó llevándose a su Alboraya horchatera decenas de ejemplares de la obra... Otro tanto sucedió con mis amigos Rubén (Madrid), Anna (Barcelona), Aitana (Coria), Yago (Asturias), Chelo (Tavernes de la Valldigna), Lucía (Sevilla)... O con esas empresas como EDATEC (Vigo) -dedicada a la eficiencia energética- o el salón de peluquería Alfera Estilistas (Zaragoza), quienes han regalado mi literatura a muchos de sus clientes... En el penúltimo Cuentos de carbón, son decenas los mineros a quienes le han recomendado sus relatos; e incluso hoy he sabido que Toño, un amigo de mi hijo Manuel, habla de ellos con cariño en su clase de Lengua.
Y así, anécdota a anécdota, llegamos a la que será mi próxima propuesta: esas Catorce lunas nuevas que verán la luz muy pronto, gracias al patrocinio de la empresa médica GSK.
Lo readmito: soy un escritor contra pronóstico. Y es que, al margen de tales circunstancias, si mi admirado García Márquez conseguía que escribiendo sus amigos le quisieran más, yo alcanzo algo mucho más importante: querer más a mis amigos.

martes, 13 de junio de 2023

Patrimonio de mi humanidad

Hoy hace justo 13 años, tal y como lo cuento en esas Nanas para un Principito (MAR Editor). 
¡Felicidades, Manuel... patrimonio de mi humanidad!

Érase una vez…
Temprano, a las 7:43 de esta aurora de domingo en la Clínica San Francisco de la ciudad de León, ha nacido nuestro hijo… ha nacido Manuel. Y lo ha hecho como cualquier otro niño, rodeado de gasas, pinzas quirúrgicas, paredes en blanco, amor y cifras: casi cuatro kilos en la báscula, 53 centímetros con la cinta métrica, 35 más de perímetro craneal, nueve sobre diez en no sé bien qué test… ¡La de números que somos a lo largo de una vida!
Después de un embarazo sin grandes sobresaltos, mamá comenzó con contracciones ayer por la tarde e incluso llegamos a acudir al hospital. En nuestra familia siempre fuimos muy puntuales y, dado que en esos días se cumplía precisamente la previsión que nos dieron para el parto, creímos que tal desenlace estaría próximo a llegar. Sin embargo nos equivocamos, pues tuvimos que volver a casa:
- Hasta que no sean cada cinco minutos no tienen que venir –insistió con cierta sorna la matrona.
- ¡Qué impacientes estos padres primerizos! –resoplaba desde el fondo un celador.
Así que, para no precipitarnos de nuevo, pasamos la noche contando contracciones.
- A las 2:09, a las 2:24, a las 2:33…
- A las 3:00, a las 3:12, a las 3:19…
Por fin alcanzamos la secuencia sugerida:
- A las 4:47, a las 4:51, a las 4:56…
Llamamos a un taxi con nocturnidad y alevosía. Nuestro principio era su meta. Al vernos en tal estado, el conductor –tan amable como temeroso- le rogó a mi mujer que aguantase un poco, que no diera a luz allí dentro pues acababa de cambiar las alfombrillas. Tal vez por eso hizo el trayecto deprisa, mostrando un pañuelo blanco por la ventana y saltándose cuantos semáforos en ámbar nos salieron al paso. Para nuestra suerte, llegamos pronto; para la suya, llegamos sin novedad.
- ¡Mil gracias! –nos despidió aliviado antes de recontar la propina-. Que tengan un buen parto.
- ¡Mil y una gracias a usted! Que tenga un buen servicio.
En el hospital aguardaba la misma matrona de la tarde anterior, quien procedió nuevamente a monitorizar las contracciones:
- A las 6:38, a las 6:41, a las 6:42… Deberían haber venido antes. Les dije que cuando fueran cada cinco minutos –nos regañó sin perder la sorna.
- ¡Qué dejados estos padres primerizos! –apuntaló el celador.
Callo, pero eso no significa que otorgue nada. Porque está visto que actúes como actúes, siempre habrá alguien para quien no acertarás.
Ante la inminencia del final, avisaron a la ginecóloga, al anestesista, a una enfermera, a otro celador. Nuestro hijo hizo madrugar al equipo de guardia pese a ser una mañana de festivo. Entramos al paritorio, permitiéndome que estuviese a la cabecera de la cama como un espectador excepcional. Lo agradecí infinito. De hecho, aun cuando nunca recuerde los favores que como médico haya podido dispensar a mis pacientes, jamás olvidaré esta atención que tuvieron para conmigo.
Y, en principio, todo salió perfecto...

lunes, 12 de junio de 2023

Mi yo más médico

De siempre he comentado que, aun sin haber ningún antecedente en mi familia, soy médico por vocación. Desde niño, coincidiendo con aquella enfermedad pulmonar que padeció mamá, solo quería ser eso para curarla y que no tuviese que estar ingresada en cualquier hospital.
Reconozco que acabé alcanzando mi objetivo y disfrutando de una profesión sencillamente maravillosa, que he podido ejercer en cuatro continentes y que me ha permitido sentirme más humano. 
Sin embargo, como todo, también he descubierto en ella algunas sombras. En este bagaje de más de treinta años de ejercicio, contabilizo dos agresiones puntuales recibidas -otra realidad contra los sanitarios que jamás podemos normalizar- y algún desacuerdo con determinados pacientes durante mi práctica asistencial. El último, esta semana pasada, cuando una persona vino a nuestra consulta para vacunarse, exigiendo la administración de ciertas dosis que por sus circunstancias no le correspondían. Ante mi negativa -en otra explicación tan razonada como pausada-, se encaró airadamente contra mí, se puso de pie y alzó la voz, exigiendo que tenía derecho a ellas, al margen de los protocolos establecidos. Entre la mediación de una enfermera y toda la paciencia que pude, conseguimos calmarle y que saliera de nuestro despacho, aunque -eso sí- acabase yendo directo al Servicio de Atención al Paciente para ponernos una reclamación. 
Por eso, siempre digo que haber sido médico en esta vida constituye una suerte, un regalo, una auténtica pasada... Pero que para la próxima, al igual que en cierta ocasión le oí a mi maestro Gabriel García Márquez, me pido ser mago. Y es que así, como él también afirmaba, conseguiremos que nuestros amigos -e incluso quienes no lo sean- nos acaben queriendo un poquito más.

domingo, 11 de junio de 2023

¡Aúpa S.D. Tarazona!

Como mañico siempre he presumido de la belleza de su municipio, de que en él nació ese actor llamado Paco Martínez Soria con cuyos valores me identifico, de que estuve becado durante un verano en su Casa del Traductor, de que allí cuento con más amigos que lectores... Y desde este fin de semana, de que su equipo de fútbol es nuevo club de la categoría de bronce del balompié español. 
Me estoy refiriendo a mi querida Tarazona y a su Sociedad Deportiva, a cuya plantilla y afición -aun a sabiendas de que el fútbol resulta lo más importante de entre las cosas que carecen de importancia- felicito por ello de corazón.
¡Aúpa S.D. Tarazona!

sábado, 10 de junio de 2023

Contando, sonando

Dicen que fue don Miguel de Unamuno quien pronunció la célebre cita de Renovarse o morir en una conferencia a propósito del progreso.
Esa misma frase la aplicamos a menudo en muchos frentes de nuestra vida, incluidas esas sesiones de cuentacuentos que impartimos por ahí. De manera que la última novedad que presentamos consiste en incluir unas piezas musicales entre relato y relato de aquella titulada La vuelta al mundo en casi ochenta cuentos. De ello se encarga nuestro hijo Manuel con su Trombón, tocando obras relacionadas con ese sitio que visitamos en cada historia.
La acogida por parte del público -tanto adulto como infantil- está siendo estupenda y la experiencia en tándem sencillamente maravillosa.
Así que os seguiremos contando... Y, a este paso, también sonando. 

lunes, 5 de junio de 2023

Amigo Antonio, in memoriam

Si te soy sincero, no recuerdo el día exacto en que nos conocimos, porque siempre tuve la sensación de que éramos amigos de toda la vida.
Si te soy franco, olvidé muchos detalles entre miles de vivencias compartidas -incluyendo trabajos de investigación, artículos científicos, aquel Premio Ulysses que obtuvimos, tantas charlas sobre nuestro Real Zaragoza e incluso algunas confidencias de ida y vuelta-, pero nunca esa generosidad tuya para darnos siempre lo mejor de ti mismo. 
Si te soy honesto, aún no me hago a la idea de que te hayas ido, encuadrando este adiós en otra de esas bromas que a veces nos gastara el destino.
El pasado sábado rubricabas tu último mensaje con un emotivo Manuel, mi amigo... Y hoy soy yo el que te despide en términos similares: Antonio, amigo mío. Jamás te olvidaremos. Porque, sinceramente, ha sido un honor compartir contigo tal condición, aprender tanto de ti -fuiste para todos un auténtico ejemplo de entereza-, sentirte a nuestro lado, sabernos al tuyo. 
Como solía decirte, ¡nos seguiremos contando! Entre tanto, con lágrimas en el alma, querido Antonio, mil gracias de corazón por haber sido y estado. Descansa en Paz.

domingo, 4 de junio de 2023

La Charanga "Tres Violetas"

A principios de este curso académico, un grupo de chavales de la ESO del Colegio Marista San José (León) decidieron unirse en torno a un proyecto musical: la formación de una charanga. Desde el principio contaron con el apoyo de sus familias, profesores e incluso compañeros, adoptando para ella el nombre de Tres Violetas, en honor a uno de los símbolos del centro.
En su mayoría alumnos del Conservatorio Profesional de Música de León -su trombonista es nuestro hijo Manuel-, gestionándose ellos mismos y ensayando cada partitura en sus recreos, esta charanga se ha ido abriendo hueco en el panorama musical de la ciudad. No en vano, solo durante este fin de semana han tenido tres actuaciones: una en el Día de la Familia Marista de su colegio, y dos en las fiestas del barrio de San Mamés.
Sin embargo, y al margen de esa agenda que empieza a apretarse, lo más importante de todo es el carácter activo, cultural y solidario de este grupo de jóvenes artistas que han sabido convertir una de sus pasiones -la Música- en su diversión principal.

sábado, 3 de junio de 2023

En el Campeonato Interprovincial Infantil de Balonmano

La primera vez que como deportista representé a mi provincia desde la Federación Zaragozana de Atletismo en aquel Campeonato Nacional de Cross que se celebró en El Vendrell (Tarragona), yo era un niño como mi hijo. La noche anterior apenas pegué ojo, pues los nervios se empeñaron en hacerme de almohada. Recuerdo que papá me dio un consejo: Corre lo mejor que puedas y, sobre todo, disfruta de esta vivencia. Mamá me dio dos besos. Pese a ello, no fue del todo bien: llegué a meta desfondado, el último de mi equipo y entre el pelotón de cola. Eso sí: al menos, disfruté de una experiencia que no olvidaría nunca.
Este sábado será la primera vez que nuestro hijo Manuel represente como deportista Infantil a la Delegación Provincial de Balonmano de León en el Campeonato Interprovincial de la Comunidad, a celebrar en Nava de la Asunción (Segovia). Es cierto que en Navidad ya estuvo con la selección autonómica y que volverá a estarlo a principios de verano, pero no por ello mañana será un día menos especial. Su madre le ha dado un consejo: Disfruta de esta vivencia y, sobre todo, juega lo mejor que puedas. Yo le di dos besos. El chaval duerme ahora plácidamente. De seguro que se entregará a tope en cada partido... Y de seguro también que, al margen de cuál sea el resultado, disfrutará de otra experiencia que no olvidará jamás.

viernes, 2 de junio de 2023

Influencer en Tayikistán

Alguien afirmó que para ser un auténtico influencer en redes sociales deberías tener al menos 7.000 seguidores. A partir de ahí, podrías presumir de ser algo conocido, aumentando progresivamente tu cotización para las empresas de publicidad.
Lejos de esa cantidad y de tales pretensiones, yo estoy encantado con las más de 500 visitas que según el contador Google Analytics acumulo cada día en este blog, con algún pico puntual en ciertas reseñas que casi las multiplican por diez.
Contemplando el mapa de los lugares de acceso, destacan -como no podría ser de otra manera- tres ciudades: León -la tesela que habito-, Zaragoza- allá nací- y Madrid -donde estuve trabajando una década y dejé tantos amigos-. Sin embargo, lejos de ese triángulo particular, hay otros puntos que llaman poderosamente mi atención. Así, compruebo que a diario alguien accede a él desde la India -quizá sea en esa Fundación Vicente Ferrer a la que tanto admiro, y en cuya biblioteca duerme alguno de mis libros-, desde Centroamérica -tal vez ante alguna de sus Aldeas Infantiles SOS, a las que donase cuanto pudiera corresponderme como derechos de autor de mi ópera prima-, desde la lejana Australia -si bien, a este usuario le tenemos localizado-... Y últimamente, cada mañana, aparece una mueca desde el enigmático Tayikistán. ¿Quién nos estará leyendo allí?
Sea como fuere, a través de esta entrada quisiera darle las gracias por su confianza, enviarle mil sonrisas de las mías y comprometerme públicamente a regalarle dedicada cualquiera de mis obras. A fin de cuentas, con otros 6.999 como él, alcanzaría a ser un influencer... ¡aunque fuera tan solo en Tayikistán!

jueves, 1 de junio de 2023

En otra Feria del Libro de Valladolid

Me estoy haciendo mayor. Quizá por eso, cada vez me gusten menos mis propias presentaciones artísticas, cada vez nos resulta más indiferente que me reseñen o no en los medios, cada vez me cansa más asistir a distintos eventos culturales... De hecho, si estos no permitieran un contacto estrecho con nuestros lectores, perderían casi todo su atractivo.
Esta es la razón última por la que el próximo lunes 5 de junio, aun fuera de programa y casi sin avisar, acudiré por tercer año consecutivo a la Feria del Libro de Valladolid. Será de 18:00 a 19:00 horas, en la caseta de Ediciones Irreverentes, quienes siempre nos han apoyado con independencia de mis impresiones. Allí estaré con aquellas Catorce lunas menguantes, que me concedieran el último premio literario que he obtenido, y con esa antología sobre Castilla y León, territorio mítico, en la que participo con un relato a propósito de la Bruxa Haeda.
Insisto: me estoy haciendo mayor. Eso sí, parafraseando al actor Johnny Deep, si consiguiera hacerlo con elegancia podría ser fantástico.