jueves, 21 de junio de 2012

El Sur que necesito

Como dice la campaña publicitaria de una marca de cerveza, "todos necesitamos un poco de Sur para no perder el Norte". Quizá por ello,  y aun cuando ese Sur se refiera más a un estado de ánimo que a un espacio físico, a partir de mañana y durante los próximos 10 días estaré de viaje en Andalucía. Esa tierra que vio nacer a mi abuelo Ildefonso, y por la que siento tanto cariño. Allí, además de hacer un poco de turismo y saludar a muchos amigos, aprovecharé para realizar dos sesiones de cuentacuentos tituladas Paraguas con cuento para un verano sin prisas, coincidiendo con la presentación de mi libro Siete paraguas al sol. Os dejo las referencias del dónde y el cuándo:
* Martes, 26 de junio, a las 20:00 horas. Librería Quorum (Calle Ancha 27) en Cádiz.
* Jueves, 28 de junio, a las 21:00 horas. Librería La Extra vagante (Plaza de la Alameda de Hércules 77) en Sevilla.
Si no pudiera hacerlo antes, nos seguiremos contando a la vuelta. Entre tanto, recibid mil sonrisas desde ese Sur que también yo necesito.

jueves, 14 de junio de 2012

La balada de Eleanora Aguirre

Hoy se ha presentado en la librería Los portadores de sueños de Zaragoza un libro excepcional: La balada de Eleanora Aguirre (Ediciones Irreverentes), de Santiago García Tirado. Es la novela que en estos momentos estoy leyendo, con unos personajes que te acompañan en un viaje en el que el camino resulta fascinante. Ambientada en aquel México de los años setenta, Eleanora es una joven soñadora que busca en la música de Janis Joplin la banda sonora de su vida... Y por supuesto, es una metáfora de muchas de nuestras cosas.
Además de su obra, os recomiendo al autor, con quien comparto amistad desde que tuve el honor de acompañarle en la presentación en Zaragoza de su primer libro. Aquel Un preso que hablaba de Stanislavski que tanto nos gustó. De hecho, permitidme una confidencia. Yo escribo como escribo, y parece evidente que a estas alturas no voy a cambiar. Pero si alguna vez lo hiciera, me gustaría escribir como Santiago.

martes, 12 de junio de 2012

La Feria en tiempos de crisis

Acabó la Feria del Libro de Madrid. Y según datos de la comisión organizadora, lo hizo con una caída del volumen de ventas próxima al 20% con respecto al año anterior, a pesar de que la afluencia de público resultó notoria y en niveles similares. En total se han facturado seis millones y medio de euros, uno menos que en el 2011.
También concluyó la Feria de Zaragoza. Allí, según refieren los medios locales, las ventas han ido de manera irregular, considerándose a los escritores como "un reclamo imprescindible para atraer a los lectores e incrementar esas ventas... porque la gente quiere tener el libro dedicado y conocer a su autor". Además, son muchos los que califican de "inutilidad" abrir por las mañanas entre semana, pues "las ventas son escasas, apenas pasa gente y casi nadie se para".
En una línea similar han resultado otras Ferias a las que he asistido -siendo autor o espectador- como las de León o Huesca.
Al margen de este prisma mercantil, las Ferias del Libro son siempre una oportunidad para estrechar el vínculo autor-lector, para cargar energías, para disfrutar, para entender en muchas ocasiones lo que realmente escribiste, para compartir proyectos, para adquirir una buena obra y tenerla dedicada... Y es que hago mías las palabras de Emerson: En muchas ocasiones la lectura de un libro ha hecho la fortuna del hombre, decidiendo el curso de su vida.

sábado, 9 de junio de 2012

La reseña de Santiago Morata

Manuel es fácil de definir: buena persona, buen escritor y buen amigo.
Ya predije el éxito de Manuel, y no solo como persona, sino como propuesta de escritura. Yo dije que era el Paulo Coelho español, y me agrada ver que como pitoniso en este caso al menos, acierto.
El mayor cumplido que se le puede hacer es decir que escribe como es él. Con la visión de un mundo con sus virtudes y sus defectos, pero siempre mejorable y con el positivismo de ver el vaso medio lleno. Como dice él, la esperanza es el fin del mundo. Más allá no hay nada.
En ese mundo no escatima el retrato cruel del mundo tal y como es, y sin embargo siempre encuentra una sonrisa, un guiño en medio del realismo.
Escribe con ese poso de nostalgia, de costumbrismo y de filosofía serena y cariñosa de los grandes escritores de antaño, pero mirando al futuro.
Cuando se lee la obra de un amigo, se ve cuánto de él hay en la novela, y en esta se ve, creo, más de él que en sus anteriores relatos.
Personalmente, cuando uno lee su obra tiene la misma sensación que al escucharle, y es paz. Uno siente que si el mundo estuviera en manos como las suyas, tendría una oportunidad de salvación.
Ya lo dije cuando tuve el placer de presentarle en otra ocasión. Hasta que no le conocí no había leído cuentos o relatos cortos o como quieran llamarlo, y confieso que lo empecé con un poco de reticencia, pero me di cuenta de que conforme leía, me iba relajando, en medio de sonrisas, pero ojo, no me dormía. Tenía ganas de seguir leyendo.
Y cuando terminas, te queda una sensación de relajación que no tendréis con una clase de pilates, porque es el alma lo que se relaja.
Y este libro no es una excepción, sino mucho mejor, porque es una sola historia larga, no una sucesión de relatos independientes, que avanza hacia la novela más de corte narrativo.
Retrata un periodo que muchos recordaréis con cariño y los más jóvenes descubrirán con asombro, pues verán que en aquel mundo en blanco y negro había cosas muy positivas que hoy se han perdido, valores que ya no existen y sensaciones que hoy no da tiempo a sentir y cambiamos por malos sucedáneos apresurados.
Es un libro de viajes, pero no en el sentido más literal, sino en el sentido interior.
Y yo me pregunto. ¿Quién es capaz en estos tiempos de prisa, de comida basura, de stress y de emociones fuertes y rápidas, de escribir de este modo? Y encuentro que muy pocos.
Así que voy a hacer un nuevo augurio, así a palo seco, sin alcohol ni nada. El día que Manuel pase a un formato de novela más largo, más comercial, va a ser un best seller de los grandes.
Como dice él, la suerte no se desea, se merece, y él la merece. El guante queda lanzado.

Nota: Reseña del escritor Santiago Morata, por quien tuve el honor de ser acompañado durante la presentación de Siete paraguas al sol en Zaragoza, y el gusto de compartir caseta en la Feria del Libro de esta ciudad. Dicha reseña puede encontrarse en el hilo abierto a propósito de esta obra en el portal literario Ábretelibro.

lunes, 4 de junio de 2012

Cosas chiquitas

Este próximo viernes 8 de junio, a las 19:30 horas, en la Sala de Conferencias de  la Biblioteca Pública de León (Santa Nonia 5, León), se estrenará el documental Cosas chiquitas, dirigido por Sara Tejera y producido por Fernando Fernández Gil (Producciones Los Argonautas), que aborda de una manera entrañable el tema de las personas mayores y en el que como médico y psicólogo tuve la suerte de participar.
En palabras de su directora, Cosas chiquitas incluye historias que nos permiten comprender nuestro presente, nuestro camino, nuestras heridas... quizás para fraguar un futuro con, al menos, distintos errores... Dejar fluir el verbo y la confesión de aquellas gentes que recorrieron gran parte de nuestro siglo XX. Intentar salvar el abismo que existe entre las generaciones de los años 20 y 30 y las generaciones actuales, que parecen discurrir sin mucha noción de su más reciente pasado.
Sin duda, un documental emotivo, sorprendente, extraordinario, al que también se ha sumado mi editorial (Ediciones Irreverentes) como Entidad colaboradora, cediendo un lote de libros para todos los intervinientes.
Os adjunto el link a esas Cosas chiquitas donde, además del trailer, podréis encontrar más información adicional: http://www.cosaschiquitas.es/