viernes, 25 de noviembre de 2011

En el Día de las Librerías

Auspiciado por la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros y con el objetivo último de incentivar la lectura, hoy se celebra por vez primera en España el Día de las Librerías. Descuentos en cada compra, horarios más amplios y distintas actividades lúdico-recreativas conforman una jornada ideal para -en palabras del escritor y compañero en Ediciones Irreverentes, Antonio Gómez Rufo- "bucear entre libros, luchar contra la ignorancia y reivindicar la libertad".
Por ello felicito sinceramente a los distintos profesionales del sector, os emplazo a la fiesta infantil que con tal motivo celebraremos mañana por la mañana en la Librería Casla de León, y hago mías estas palabras del propio Gómez Rufo, en nombre de la Asociación Colegial de Escritores de España: "…Se va a celebrar el Día de las Librerías una vez al año. Aunque no sea más que para procurar que nadie olvide que existen unos lugares cercanos en donde se puede convivir con los libros y la lectura, en los que cabe resguardarse de la mediocridad que lo gobierna todo y en donde sigue vigente el concepto de humanidad. Defender las librerías es una causa justa. La hacemos nuestra".

miércoles, 23 de noviembre de 2011

La alegría en casa del pobre

Lo decía un político durante la pasada noche electoral: poco dura la alegría en casa del pobre. Y es que últimamente estamos sumidos en demasiadas pobrezas. Por supuesto, la más visible es la económica, si bien hay otras más. Una de ellas afecta al mundo literario. La venta de libros ha caído de manera importante en los últimos años, cientos de librerías se han visto abocadas al cierre y para muchos autores han aumentado las trabas a la hora de publicar. La Literatura vive tiempos de crisis, no tanto de talentos como de oportunidades.
En este contexto alegra compartir noticias como estas:
1. Mañana jueves, a las 20:00 horas, se inaugura en León una nueva librería especializada en textos infantiles y juveniles: Librería Casla. Allí estaremos acompañándoles, dándoles nuestro ánimo y deseándoles la mayor de las suertes en ese proyecto apasionante que van a acometer.
2. El libro El constructor de pirámides (Ediciones Pamies), de mi amigo Santiago Morata, se ha convertido en la novela de ficción más vendida en Aragón en la última semana. Me alegro muchísimo por él, y será un honor ser su anfitrión cuando venga en primavera a presentarlo por estas tierras.
3. El Proyecto Solidario Los Argonautas sigue adelante. Tras su reciente actuación en una casa-asilo, tienen pensado ampliar sus miras a hospitales infantiles. Los conozco personalmente y sé de su altruismo combinando música, poemas, mímica, cuentos... Ellos saben que pueden contar conmigo.
En definitiva, tres oasis de alegría para un desierto demasiado arenoso. Aunque eso sí -como decía aquel mismo político-, permitidnos que hoy al menos podamos disfrutarlos.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Una entrevista olvidada

Me la hizo mi amigo Fernando Fernández-Gil, director del Proyecto Solidario Los Argonautas, hace más de dos años. Salió publicada en el número tres de la gaceta cultural de Argonautas.net. Y esta tarde, de manera resumida, la rescato de entre los ficheros perdidos de mi ordenador.

Pregunta (P): ¿Qué le llevó o motivó a escribir?
Respuesta (R): Ciertamente hubo un momento en mi vida en que tuve esa necesidad. Fue a finales del año 2002, después de que mis padres sufrieran un accidente. Ellos siempre decían que les gustaban mucho mis relatos improvisados y que algún día debería escribirlos. Por eso, cuando se fueron, decidí hacerles caso. Y lo que empezó siendo un motivo, acabó convirtiéndose en una pasión.
(P): Hablemos de su obra. ¿Cómo la describiría, qué destacaría de ella?
(R): A primera vista, mis tres libros pueden parecer distintos. El amor azul marino es una colección de cuentos, Cartas para un país sin magia un conjunto de relatos, y Mi planeta de chocolate una novela. Sin embargo todos ellos tienen un denominador común: están escritos desde el corazón. Para ello trato de que mi literatura resulte sencilla pero no simple, entretenida sin ser grosera, reflexiva antes que moralista, directa sin invadir. Mi pretensión última es compartir con el lector, sea sentimientos -como en mi primera obra-, vivencias -con los relatos- o una historia cercana -como en mi novela.
(P): ¿Es el cuento una buena vía para transmitir y enseñar?
(R): Sin ninguna duda. Precisamente en el hecho de contar residen las bases de la cultura, de la condición humana. A mí me encanta sentirme cuentacuentos y pertenecer a una familia en la que siempre nos contamos cosas. Y aunque desde el mundo editorial haya quien lo considere un género maldito por ser menos rentable que otros, yo creo en todas sus propiedades: entretienen, son de rápida lectura, invitan a pensar… Y lo más importante: nos ayudan a conocernos mejor.
(P): ¿Qué crítica ha tenido su obra hasta el momento?
(R): Nunca he estado demasiado pendiente de las críticas, si bien reconozco que están ahí y que en general me han tratado bien… Algunos han calificado mi obra de entrañable, cercana o risueña. Y también alguno ha dicho que resulta demasiado optimista, fuera de la realidad. A este respecto, es cierto que procuro se positivo, pero también que soy muy crítico cuando esa realidad me disgusta. En cualquier caso, si las críticas sirven para algo ha de ser para mejorar.
(P): ¿Cómo ve el panorama editorial actual?
(R): Los tiempos de crisis se asocian a crisis de oportunidades, no de talentos. Las grandes editoriales apuestan solo por valores seguros, cerrando las puertas a los nuevos escritores. Las librerías se refugian en los bestsellers. Y muchos medios de comunicación únicamente recogen las obras de las empresas que les financian. En este contexto resulta muy difícil crecer, y más a través de cuentos o relatos.
Sin embargo, creo firmemente en los portales literarios como este porque son una ventana abierta y desinteresada a nuevos autores, permitiéndoles mostrar su obra a través de ellos.
(P): ¿Cuáles son sus proyectos de futuro?
(R): En lo personal, estar más tiempo con mi familia. En lo literario, terminar otra novela. Estoy en ello, si bien solo puedo avanzar que seguiré siendo fiel a mi principio: escribir para compartir.

martes, 15 de noviembre de 2011

Microantología del microrrelato III

La Microantología del Microrrelato III (Ediciones Irreverentes) incluye uno de mis relatos más viajeros: En el país de los Ticos. En él expongo de manera breve mi versión sobre un lugar fascinante que rebosa naturaleza por sus cuatro costados: Costa Rica. Cual si fuera un pedacito de Edén, Costa Rica alberga en su territorio una parte importante de la biodiversidad mundial, un aluvión de especies, mil y una orquídeas, decenas de parques, siete reservas biológicas, un millón de microclimas... Y por supuesto los Ticos, apodo cariñoso con el que se conoce a sus habitantes, amparados en la costumbre de usar los diminutivos.
Este libro ofrece muchos más viajes desde ese aeropuerto llamado Literatura. Atendiendo a su sinopsis, en él se presenta una brillante selección de relatos divertidos, sorprendentes, intimistas o humorísticos, terroríficos o fantásticos; sobre el amor y desamor, reflexiones sobre la muerte y la vida; de misterio, ciencia ficción o históricos. En todos los casos, la brevedad va unida al impacto y la sorpresa, de un mundo a otro, de un sentimiento al contrario. Y al pasar cada página descubrimos, sin duda, una nueva sensación.
Clásicos desde Chéjov a Kafka... Representantes de la mejor literatura latinoamericana como Eduardo Berti o Claudia Cortalezzi... Y cómo no, una selección de los más destacados autores españoles del género, convierten esta Microantología del Microrrelato III en un libro ideal para quienes siempre tienen prisa, quienes van a tomar un nuevo tren, para aquellos que no aguantan interrupciones en el cine o el teatro, para los que piensan que un año es una eternidad, para cuantos quieran descubrir ese país de los Ticos y, especialmente, para los amantes de la buena Literatura. Porque como bien se demuestra en cada uno de esos relatos, la brevedad y la excelencia pueden ser compañeras ideales para un viaje extraordinario.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Barro en la Literatura

Escribir me encanta, me apasiona. Es mi hobby, y como a cualquiera le sucede con su hobby, practicándolo DISFRUTO con mayúsculas. Por ello lo ejerzo sin más contraprestación, habiendo donado a una ONG lo que pudiera corresponderme como derechos de autor. Entre esto y la relación que mantengo con mis lectores, me siento sobradamente pagado. Sin embargo, en ocasiones, esta afición también me da algún disgusto. Recuerdo esa vez que descubrí en Internet uno de mis cuentos firmado por otro. ¡Pero si eso lo he escrito yo…! Al final no fue tan grave, pues se trataba de un joven que había gozado tanto con su lectura que se lo atribuyó sin aparente mala intención.
Recuerdo también el día en que recibí por e-mail una invitación para asistir en Túnez a un festival del cuento. La idea era atractiva, mas ofrecía ciertas dudas: entre ellas, debía adelantar un dinero que me reembolsarían después de mi actuación. Finalmente dije no, descubriendo al poco tiempo en el portal literario de la Red Internacional de Cuentacuentos que se trataba de un timo.
El tercer caso que comparto resulta más doloso. Hace poco alguien -por ahora no sé quién, dado que las leyes de confidencialidad le protegen y no se me permite acceder a su identidad- ha denunciado este blog ante la Digital Millennium Copyright Act (DMCA), entidad que vela por la protección de los derechos de autor. Según refiere, en una entrada anterior infringí presuntamente alguno de esos derechos. De manera que dicha entrada está anulada, mi blog apercibido y yo ando preparando su defensa. No obstante, me apetece adelantarla con vosotros. Se trata de un texto del año pasado en el que anunciaba la posibilidad de que Mi planeta de chocolate se editara en el país trasalpino, considerando las gestiones realizadas al respecto por una traductora italiana. El texto original en castellano era mío y la traducción de ella, contando con su autorización para reproducirlo. Pues bien… Alguien -no sé quién, cómo ni por qué- ha detectado en ello una vulneración de algún derecho, habiéndome demandado por un texto que es mío, o en su defecto de mi traductora. ¡Incomprensible!
Huelga apuntar que este blog es meramente literario, sin ninguna finalidad mercantil, ideológica o de cualquier otro tipo por lo que, por más que busco, tampoco encuentro segundas intenciones.
Aunque parezca una simpleza, dicha acusación me ha decepcionado. Escribir no va por ahí, es otra cosa. Nadie invierte su tiempo libre en bregar, estar siempre en guardia o tener que defenderse ante tales paradojas. El ocio pierde entonces su atractivo.
Por supuesto que respeto los derechos de terceros y pido que se respeten los míos. ¡Pero de ahí a acusar en falso…! Supongo que es el barro que tiene este camino llamado Literatura. Y que conste que solo lo supongo, porque si tuviera que asumirlo, no lo asumiría nunca.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Abrimos en otoño

Tras más de dos meses trabajando fuera y ordenando metafóricamente las estanterías de este blog, procedo a reabrirlo en una tarde de otoño. Antes que nada quisiera manifestar mi consideración más distinguida para cuantas personas desarrollan su labor lejos de casa, cumpliendo con su deber, ideal o vocación, ayudando a quienes más lo necesitan, poniendo a veces en riesgo su seguridad o su vida, e incluso en ocasiones pagando con ella. En segundo lugar, compartir con vosotros la alegría del regreso, el reencuentro con los míos, tantas sonrisas, algún cuento perdido, la importancia de apreciar lo que tenemos. Tercero, dar las gracias a quienes -de una u otra forma- siempre estáis ahí: a cada amigo, a esos lectores, a mis nuevos seguidores… Felicitando a cuantos tengan motivos para ser felicitados: a Elena-Toni por su boda, a Blanca-José por la venida de Diego, a Santiago por su nuevo libro…Y lamentando aquello que haya sido negativo, desde la convicción absoluta de que muchas veces las cosas no son como son, sino cómo las vivimos. Finalmente, deciros bienhallados, que mi espacio es el vuestro, que comparto mil sonrisas con la misma ilusión de siempre, y que por supuesto -como solemos decir los cuentistas- nos vamos a seguir contando.