martes, 28 de febrero de 2023

Paseando entre preguntas

En otro paseo a orillas del Bernesga, mi amigo Nicasio comentaba que según cierto artículo de prensa las agresiones de viajeros a empleados de RENFE han aumentado en el último año, hasta el punto de que las verbales suceden todos los días, asumiéndolas el trabajador como parte de su trabajo. Otro tanto ocurre con las embestidas a funcionarios de prisiones a manos de reclusos: actualmente, ¡una cada 32 horas!... Y lo mismo con las habidas a personal sanitario, batiéndose registros en el año 2021 con más de 10.000: principalmente a médicos -23%-, en la propia consulta -40%-, cometidas sobre todo por hombres -69% de los agresores- contra mujeres sanitarias -77% de las víctimas-... ¿De dónde sale tanta violencia?
Luego me ha preguntado por esa nueva parasitosis que amenaza a Europa conocida como gusano pulmonar de la rata, principal agente causal de la meningitis eosinófila en humanos. Una de las primeras medidas preventivas contra tal enfermedad es la eliminación de roedores de las casas, impidiendo su acceso a depósitos de agua. Ahora bien: atendiendo a la reciente Ley de Bienestar Animal que penaliza los métodos letales para acabar con las plagas de vertebrados, ¿cómo cumplir eficazmente con ese precepto sanitario sin que nos sancionen?
Ya en el tramo final de nuestra ronda, Nicasio mostró preocupación por la próxima revisión de su hipoteca y la subida que sin duda le acarreará. Tras acumular el Euribor catorce meses consecutivos de ascenso -con niveles récord en sus 25 años de historia-, un préstamo medio que se revise en febrero se encarecerá unos 3.200 euros al año... ¿Hasta cuándo podremos resistir?
La tarde salió soleada. Incluso practicamos un rato de plogging, combinando la actividad física con la limpieza de alguna zona de tamariz ribereño. Eso sí, ante la dificultad que conllevan tantas cuestiones, decidimos dejar sus respuestas para el próximo paseo.

lunes, 27 de febrero de 2023

Presentando a Manuel Martínez González

Este próximo viernes 3 de marzo, a las 19:30 horas en la Sala de Ámbito Cultural de El Corte Inglés de León, estaré junto a la historiadora e investigadora medievalista Margarita Torres Sevilla acompañando al escritor Manuel Martínez González, en la presentación de su último libro: El gran festín (Editorial Adarve). Sin duda, una apasionante novela histórica que nos trasladará a los tiempos más oscuros y salvajes del nacimiento de Francia como nación.
¡Anotado queda, desde la convicción de que será un acto literario de lo más interesante!

domingo, 26 de febrero de 2023

En la Gala Benéfica de Baile Rumballet

Horas y horas de entrenamiento, danzando frente al espejo, al ritmo de la música, al son de su profesora, ante esa barra fija, junto a sus compañeras, haciendo los deberes de noche porque después del cole tuvieron ensayo... para dar lo mejor de sí mismas en su próxima actuación.
Y es que en la tarde de este domingo 26 de febrero, nuestra pequeña Amalia actuará con su grupo de ballet clásico Rumballet en la Gala Benéfica de Baile Down-León Amidown, que se celebrará en el Palacio de Deportes de la ciudad.
Allí estaremos con ella, reconociendo su esfuerzo, compartiendo esa ilusión, animándole desde la grada, aplaudiéndole en cada pase, procurando que se sienta acompañada... Y enseñándole -con más gestos que palabras- que la solidaridad es otro valor con efecto bumerán: al final, siempre te acaba volviendo.

sábado, 25 de febrero de 2023

El gran festín

Hace justo siete años, publicaba en este blog la reseña de un libro que me había impresionado: Familiaris (Ediciones Oblicuas), ópera prima del escritor leonés Manuel Martínez González... Y esta misma semana acabo de leer la última propuesta de dicho autor, sorprendiéndome de nuevo gratamente: El gran festín (Editorial Adarve).
Ambas novelas suman notables diferencias: mientras que la primera transcurre en un futuro no demasiado lejano, la segunda sucede en los primeros siglos del Medioevo... una aborda la relación humanos-criaturas robóticas, otra las tensiones vividas en tiempos de los bárbaros... del amor en la más variopinta de sus formas, a la violencia en ocasiones gratuita... de apenas cien páginas para aquella ucronía con pocos personajes, a más de 250 en esta historia de lo más elaborada.
Casual o causalmente, también acumulan numerosas similitudes: su fácil lectura, la originalidad de sus tramas, la preparación al detalle de sus contextos, tanta carga psicológica de cada personaje, sus ritmos trepidantes, esa capacidad para mantener nuestra atención hasta el final... En definitiva, la impronta de un autor que con El gran festín nos muestra abiertamente un periodo tan convulso como desconocido -con algunas escenas realmente duras, correspondientes al mismo-, alcanzando la sublimidad en muchos de sus párrafos.
Invasiones, caudillos, guerreros salvajes, secuestros, mil muertos, una monja... Y tras la victoria, esa recompensa fabulosa. ¿O no?
Por ello, al igual que hiciera con la primera, recomiendo expresamente su lectura, no sin antes advertir a cuantos acepten este reto de que -al igual que me pasara a mí- leyendo a Manuel Martínez, nunca dejarán de sorprenderse.

jueves, 23 de febrero de 2023

La vida secreta de los libros

La publicación de mi último libro Cuentos de carbón (Mariposa Ediciones) parece marchar al ritmo previsto, con la idea en el horizonte de que tras su presentación en el municipio de Fabero -programada para el 25 de marzo- y mi firma de ejemplares en el Día del Libro de Zaragoza -stand de Librería Albareda, 23 de abril- pueda salir su segunda edición.
De todos modos, el recorrido mercantil de cualquier propuesta literaria -incluidas, por supuesto, las mías- constituye últimamente una auténtica aventura. Según datos recientes, el 86% de los títulos vende menos de 50 unidades al año... Y solo el 0,1% de ellos consigue superar las 3000. Cada vez hay más novedades, la vida media de los libros resulta más corta, se atasca la distribución, aumentan las devoluciones, cierran muchas librerías -con el empobrecimiento a todos los niveles que ello conlleva-, se reduce el público asistente a las presentaciones... De hecho, se estima que más del 80% de las ventas de esos establecimientos se hacen con menos del 20% de las obras editadas. 
En este contexto, ayer acudí a una librería de nuestra ciudad para dedicar un único volumen de esos Cuentos de Carbón a cuatro lectoras que lo habían adquirido conjuntamente. Sin ninguna pretensión de juicio por nuestra parte, comentaron que ellas suelen hacerlo así, que se lo reparten por semanas, que luego comparten impresiones y finalmente se lo terminan rifando. ¡Al menos compran libros y los leen!
Sea como fuere, tras rubricar mis cuatro dedicatorias -a las que faltan otros tantos dibujos que pedirán a Laia, su coilustradora-, aquel librero amigo, desde esa complicidad sincera, susurró: ¡Lo que cuesta a veces vender un libro!... Pero, eso sí, guárdame el secreto.

miércoles, 22 de febrero de 2023

La conciencia después de la muerte

En estos días he percibido cierto revuelo entre el personal de nuestro hospital al saberse que una médium con fama televisiva y que se anuncia como de las mejores del mundo impartió el pasado sábado dos sesiones espiritistas en el hotel que se ubica justo enfrente. Ciencia y creencia encaradas; el mundo de los vivos y de los difuntos separados por una sola calzada... Aunque para mí, esa haya sido la excusa para repasar la relación que a lo largo de mi vida he mantenido con tales mediadores. 
Concretamente he vivido dos experiencias de ese tipo, ambas en el ámbito literario. La primera sucedió tras la presentación de mi ópera prima, El amor azul marino (Editorial Amares), en FNAC-Zaragoza, cuando tras comentar que estaba dedicado a mis padres que habían fallecido en un accidente de tráfico, alguien del público que se identificó como médium me informó a su final de que quería transmitirme un mensaje suyo: que desde allá arriba cuidarán de mí, que me regalarían un hijo y una hija -en eso acertó de pleno- y que la suerte me sonreiría en forma de un gran premio -en eso aún sigo esperando-. Sea como fuere, le escuché con respeto, agradecí tanto la misiva como su tono, y volví a casa con cierta sensación de plenitud, al sentirme más acompañado.
La segunda ocurrió en la pasada Feria Exotérica de Fabero, tras la presentación de mi última obra, Cuentos de carbón (Mariposa Ediciones), cuando otra persona que aseguraba contactar con el más allá se dirigió a nosotros para transmitirme otro mensaje de mi amigo Lolo -ilustrador del libro-, recientemente fenecido: que se encuentra bien, haciendo lo que más le gusta que es pintar, y que desde donde esté me ayudaría en todos mis proyectos. Pude creerla o no, pero lo cierto es que volví a sentirme reconfortado a sabiendas de que -siendo Lolo como era- de seguro que lo haría.
En cualquiera de los casos, seguiremos viviendo, que es lo que ahora toca. Y trataremos de hacerlo en positivo, con mil sonrisas, mirando de frente a la adversidad... E incluso parafraseando a ese actor canadiense llamado Dan Aykroyd, para quien ni yo soy un médium ni tengo poderes psíquicos, pero creo en la supervivencia de la conciencia después de la muerte.

viernes, 17 de febrero de 2023

Carnaval, mí, me, conmigo

A diferencia de mis hijos, y quizá porque antaño tampoco se vivía con la misma intensidad, nunca fui un entusiasta del Carnaval. De hecho, apenas recuerdo habernos disfrazado ni hacer nada especial durante la infancia con motivo de tal celebración.
Sin embargo, últimamente no ha quedado otra que adaptarse. En esa metamorfosis a la que llevan las circunstancias, he disfrutado -entre otros- de espectáculos tan extraordinarios como el Carnaval de Bielsa -en aquel Aragón de origen-, de La Bañeza -en este León de adopción- e incluso del mismísimo Cádiz -en uno de cuyos hospitales inicié mis andanzas como médico preventivista. 
Sin perder mi perspectiva de escritor, llegué incluso a participar en varios certámenes literarios al respecto, obteniendo en dos ocasiones el primer galardón del Concurso de Cuentos de Carnaval, organizado por la Asociación La Colodra, del municipio segoviano de Casla... Realicé una sesión de cuentacuentos titulada Ornitorrincos en Carnaval... Y en mis libros Catorce lunas menguantes (MAR Editor) y Cuentos de Carbón (Mariposa Ediciones) dedico otros dos relatos a esta fiesta tradicional que ha acabado por conquistarnos.
Sea como fuere, mis hijos aún no han conseguido que me disfrace. A ellos les encanta hacerlo, pero yo siempre lo aplazo a la próxima edición. Ayer por la noche, nuestra pequeña Amalia me hizo prometerle que del año que viene no pasa. Así lo acordamos. Y por eso, lo dejo por escrito: ¡Del año que viene, no pasará!

miércoles, 15 de febrero de 2023

En el Día Internacional contra el Cáncer Infantil

Desde mi Hospital hemos conmemorado este 15 de febrero, Día Internacional contra el Cáncer Infantil, con un acto que pretende recordar que hay muchos niños que padecen esta enfermedad y que -junto a sus familias- necesitan cuidados, apoyo y cariño.
Por ello, su vestíbulo principal mostró esta mañana dos carteles -incluyendo el lema de esta jornada y un árbol de la vida-, elaborados en su Aula Didáctica por los más pequeños, con la ayuda de voluntarios y trabajadoras sociales.
Junto a ellos, estuvimos los cargos directivos del centro sanitario, personal del Servicio de Pediatría y de otros servicios como el mío, representantes de las asociaciones de pacientes... Y los principales protagonistas del día: cinco chiquillos que han sido o están siendo atendidos en el Hospital de León, acompañados por sus familias.
Todos portamos en la solapa ese lazo amarillo característico de nuestra causa... Y todos compartimos la frase de cierre del manifiesto leído durante el encuentro: que el cáncer no nos robe la sonrisa.

Mi querido club de fans

Sé que estoy revelando un secreto de juventud, pero yo pertenecí al club de fans de aquel cantautor canario llamado José Vélez. Quizás influenciado por los gustos de mi madre, por aquel concierto suyo que vivimos en directo -en el antiguo pabellón zaragozano de la CAZAR- o por representarnos en el festival de Eurovisión, recuerdo que envié un formulario de inscripción a cierto programa televisivo llamado Aplauso, desde donde me remitieron mi correspondiente carnet de adhesión. De manera que canciones como Vino griego, Romántica o Bailemos un vals formaron parte de mi adolescencia y de la de muchos de aquella generación. No en vano, además de ser traducidas a decenas de idiomas -incluido el japonés- y de ser interpretadas por el artista más contratado de la época, atesoran entre otros reconocimientos un Triple Disco Platino en España.
Salvando mil distancias, confieso que actualmente pertenezco a otro club de fans. Probablemente, el más humilde del mundo. Desde luego, pocos le adelantan en modestia, sin tantos premios, con apenas veinte miembros... pero que desborda ilusión: el mío. Y es que hace unos años nuestro amigo Anchel creó en Facebook el Club de Fans de los Libros de Manuel Cortés Blanco, nombrándome uno de sus administradores. 
En él publico periódicamente alguna noticia, cuento o vivencia con relación a mi literatura... Y en otro ejercicio de vanidad consentida -aun a sabiendas de que nunca seré como Vélez-, de él presumo a menudo tanto por el hecho de que persista como por la relación cordial que me une a todos sus integrantes.

martes, 14 de febrero de 2023

El precio de una orquídea

A veces pienso que el pasaje que está enfrente de mi casa es un pasaje maldito. La mayoría de negocios que había abiertos hace apenas dos años, han acabado cerrando. Sea o no por culpa de esa pandemia, el caso es que una chocolatería, un bar, una agencia de viajes, una boutique de ropa y otra de detalles han ido colgando sucesivamente en sus fachadas el letrero lapidario de Se traspasa, Se vende o Se alquila... Con el añadido de que -en tal efecto dominó- no existe quien lo asuma, lo compre o lo alquile. 
A veces pienso que el gafe soy yo pues, en esa costumbre mía de adquirir en las tiendas pequeñas de mi barrio, he acabado viviendo en primera persona muchas de esas bajadas de persiana. La última, ayer mismo, cuando la florista a la que encargué una orquídea nos confirmó que a finales de mes cerrará para siempre su jardín.
Atendiendo a sus argumentos, entre el alquiler del local, su hipoteca bancaria, la carga fiscal que padece como autónoma, esa subida de precios en origen o la disminución en su volumen de ventas, resulta imposible cuadrar cuentas. Según me confesó, hay meses que abre en negativo; esto es, a sabiendas de que perderá. Y me estremezco cuando replica a mi queja de que a menudo tenemos muchos pacientes en nuestras listas de espera del Hospital con ese contundente lo verdaderamente duro es tener una tienda y que no entre nadie a comprar. ¡Hasta los bazares chinos están cerrando! Aquella ilusión con la que inaugurase hace un lustro, e incluso contratara por un tiempo a su cuñada, se ha marchitado como las begonias de su trastienda. 
Quizá lleven razón tantos economistas que aseguran desde su despacho que si una empresa no puede generar el salario mínimo interprofesional para sus trabajadores, mejor que desaparezca... El funcionario de turno que responde a su justificación de retraso en el pago de cuotas a la Seguridad Social con ese distante al mes que viene le llegará nuevamente su recibo con otro 20% de recargo... O incluso su mismísima cuñada cuando le advierte de que estando las dos en paro, viviremos más tranquilas.
Sea como fuere, entiendo su decisión... Tristemente, hasta la comparto. Eso sí: no puede venirse abajo por haberlo intentado, debiéndose quedar con el recuerdo de tantas vivencias positivas sembradas en sus clientes. Entre ellas, escoger la mejor de las orquídeas para que alguien como yo -que seguirá comprando en tiendas de barrio- pueda convertirla en su regalo.

lunes, 13 de febrero de 2023

Educando en el esfuerzo

Compartiendo tertulia con unos amigos, este fin de semana he sabido que su hija, alumna de Grado Profesional en cierto Conservatorio, ha dejado su formación musical -y por tanto, de tocar el Violonchelo- por no ser compatible con la exigencia de sus estudios de Bachillerato. Ciertamente ha sido una decisión difícil, ya que este instrumento era su pasión... Y una pena, pues conocemos sus muchas virtudes y que -a pesar de esa intención de retomarlo en el futuro- será improbable que vuelva.
En verdad que ignoro el remedio para casos como este, si bien alguien apuntó la necesidad de que hubiese más Centros Integrados de Enseñanzas Artísticas, que posibiliten cursar ambos estudios de manera regularizada.
Tomé buena nota de ello, pues en casa también estamos en riesgo de que nos pueda pasar.
Mi hijo atesora dos ilusiones: jugar al Balonmano y hacer sonar su Trombón. Sin embargo, ambas actividades practicadas a su nivel -Liga Infantil del Campeonato de Castilla y León versus Grado Profesional en el Conservatorio de Música de León- resultan muy demandantes, máxime cuando debemos compatibilizarlas con su curso de Secundaria.
Por poner como ejemplo la última semana, tras tres días de ensayo presencial intercalados con otros tres de entrenamiento junto a su equipo, el sábado pasamos la mañana en la Escuela Municipal de Música de La Virgen del Camino participando en una clase magistral de Trombón. Desde luego, doy fe de que la lección recibida resultó excelente y de que todos los músicos lo hicieron de diez... Y el domingo, estuvo ¡ocho horas fuera de casa, levantándonos a las siete! para desplazarse y jugar su partido programado contra un club de otra provincia. Aunque su entrenador no le concedió muchos minutos, al menos marcó dos goles que le acariciaron la moral. No hubo más premio.
Y es que formar a nuestros hijos en actividades deportivas o musicales -aun siendo tan importantes como gratificantes- conlleva un esfuerzo ingente para toda la familia. De verdad que lo fácil sería no hacer nada... Sin tanto cuadrar horarios, esperar en las gradas, poner despertadores en festivo, cambiarnos de ropa a la carrera o estudiar en el autobús los apuntes de esos tres exámenes que tendrá durante esta semana. 
Por eso, entiendo la decisión de la hija de esos amigos. Educar en tales disciplinas conlleva a menudo un precio muy alto. Y sin apenas ayudas, sin apenas comprensión. A falta de Centros Integrados, en su instituto tampoco le apoyaron demasiado... Porque al final, a esos niveles, tan solo las notas parecen importar. 
En cuanto mi hija pequeña se sume a esta rueda con su Gimnasia rítmica y su Piano, ¡no sé cómo lo vamos a hacer!... Aunque me da que, tristemente para todos, también deberemos dejar algo.

domingo, 12 de febrero de 2023

Lo que aprendí de los naturalistas

1. De
Rabindranath Tagore, que los árboles son los esfuerzos de la Tierra por hablar con el Cielo que escucha.
2. De Amelia Barr, que lo sencillo siempre genera lo maravilloso.
3. De Martin Luther King, Jr., que si supiera que el mundo se ha de acabar mañana, yo hoy aún plantaría un árbol.
4. De Mahatma Gandhi, que el buen hombre es el amigo de todos los seres vivos.
5. De Marguerite Annie Johnson, que un pájaro no canta porque tenga una respuesta, canta porque tiene una canción.
6. De Victor Hugo, que produce una inmensa tristeza pensar que la Naturaleza habla mientras el género humano no la escucha.
7. De Anaïs Nin, que la vida es el proceso de llegar a ser.
8. De Paul Hawken, que el futuro pertenece a aquellos que entienden que hacer más con menos es compasivo, próspero, duradero, más inteligente y competitivo.
9. De Anne Frank, que no veas la miseria que hay, sino lo bello que aún queda.
10. De Pablo Neruda, que podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera.

Nota: Decálogo incluido en mi libro Catorce lunas menguantes (MAR Editor), ilustrado por la genial Raquel Ordóñez Lanza, galardonado con el II Premio Liliput de Narrativa Joven (2020).

viernes, 10 de febrero de 2023

Mi cuponazo para esta noche

En la consulta de vacunación del Servicio de Medicina Preventiva de mi Hospital que pasamos esta mañana, atendí a un paciente que pertenecía a la Organización Nacional de Ciegos Españoles -ONCE-. Durante la misma, hablamos -por supuesto- de su proceso, de la pauta vacunal recomendada y de cuantas dudas tuviese al respecto, permitiéndome la licencia de compartir luego, durante un instante, la relación que he mantenido con tal organización. Le comenté que mi libro Catorce lunas menguantes (MAR Editor) está transcrito al sistema Braille, que una selección de mis obras se encuentra depositada -con su debida dedicatoria- en la biblioteca de la sede ONCE-Zaragoza y que en su día realicé un cuentacuentos para invidentes que espero no tardar mucho en repetir. Por su sonrisa, reconozco que se sorprendió.
Tras algún que otro consejo, concluimos la consulta quedando a su disposición, deseándole que todo saliera bien y procediendo a su vacunación recomendada.
A la media hora, justo antes de irse tras el periodo de observación posvacunal, nuestra enfermera me avisó de que dicho paciente quería hablar conmigo. Me acerqué hasta donde estaba y, tras darnos las gracias por tanta atención, me regaló un boleto para el sorteo del cuponazo de esta noche, con la advertencia de que él jugaba otro igual. 
Esta vez el agradecimiento fue mío, por ese detalle que no hacía falta en un mundo en el que abundan tan poco los detalles que hacen falta... Con el valor añadido de que acaba en 7, nuestro número favorito. 
¡Ojalá le toque!

jueves, 9 de febrero de 2023

Paseando con Nicasio

Compartía mi amigo Nicasio en el paseo vespertino de este jueves a orillas del Bernesga, que el periodista Juan Carlos Rivero dejará de narrar los partidos de la selección española de fútbol. Tras esta decisión de TVE se encuentra la polémica surgida durante la emisión del encuentro España-Marruecos del pasado Mundial, en el que Rivero dijo los marroquíes roban y salen corriendo
Como aficionado al balompié, Nicasio entiende -coincidiendo con la inmensa mayoría- que se trata de un comentario estrictamente deportivo, sin ninguna intención ofensiva. Al igual que lo interpreta el también periodista Xabier Fortes, para quien tal expresión significa robar el balón al adversario y salir corriendo al contragolpe, pero así se ahorran palabras. En ese mismo contexto, a medio camino de la broma, apuntaba que han abierto expediente a otro locutor radiofónico por asegurar en una retransmisión que los iraníes disparan en cuanto pueden.
En su opinión, la política entró al quite, hubo petición de dimisiones, juicio sumarísimo por la barbaridad cometida y, finalmente, se apartó al periodista de una labor que realizó durante años con profesionalidad.
En esa sintonía, yo le compartía que tras cierta sesión de cuentacuentos en la que había utilizado la cita reconocida por la RAE tenerlo muy negro, alguien se acercó recriminándome por concederle un contenido racista. 
- ¡No conozco ni una sola expresión en castellano en que la palabra blanco tenga carácter negativo! -apostillaría después de su reprimenda.
Desde luego, jamás fue mi intención molestar a nadie. Pero sí que respondí a nuestro interlocutor con varios ejemplos de lo que él negaba: quedarse en blanco, pasar la noche en blanco, estar sin blanca, ponerse blanco... Y ya no digamos de la maquiavélica disparar al blanco. ¡Si lo sabré yo, que me apellido así!
En cualquiera de los casos, ha sido otro paseo agradable... Aunque tal vez en la próxima ocasión, para no herir tantas sensibilidades, lo hagamos en silencio.

miércoles, 8 de febrero de 2023

En el salón de mi casa

En el salón de mi casa lucen dos piezas pictóricas con una historia singular. La primera se titula La ermita, y es obra del laureado José Manuel Chamorro. Recuerdo que, siendo de pueblos vecinos, compartimos charla dominical en aquella exposición en la Casa de la Cultura de su Villademor de la Vega (León), donde yo precisamente había realizado el sábado anterior una de nuestras sesiones de cuentacuentos. Recuerdo que comenté que la trama de mi novela Siete paraguas al sol (Ediciones Irreverentes) se inspira en su municipio, dándole un ejemplar dedicado. Entonces José Manuel, en desmedida correspondencia, tomó el lienzo citado y nos lo regaló.
Algo parecido sucedió con la segunda: ese Paisaje ansotano, de mi vecino de barrio Enrique Charles. Cuando supe de la inauguración de su exposición pictórica en un centro cívico de Zaragoza, no dudé en viajar mil kilómetros para verla y, estando en plena sala, Enrique nos sorprendió cogiendo otro de sus cuadros que también me regaló.
Desde entonces, estas pinturas lucen en el salón de mi casa. Ambas poseen un valor incalculable: el de ser dos presentes de dos personas generosas a quienes, además de tenerlas por grandes artistas, las tengo por verdaderos amigos. 

lunes, 6 de febrero de 2023

Un pivote llamado Llorens

Este fin de semana, como cada fin de semana que hay liga ASOBAL, asistimos en familia al Palacio de los Deportes de León para animar a nuestro club ADEMAR, en esta ocasión en su encuentro contra el Cívitas Guadalajara. A sabiendas de que el Balonmano es nuestro deporte de cabecera y de que nuestro hijo Manuel juega en el equipo Infantil ademarista, no nos lo podíamos perder.
Del resultado hablaré poco. Ellos tuvieron más fe y mejores posesiones que nosotros, y por eso acabarían llevándose los puntos en litigio. Así lo reconoció el público asistente, despidiendo a los alcarreños en el centro de la pista con una ovación sincera.
Al terminar el partido, como después de cada partido, bajé junto a mi hijo a pie de cancha para obtener otra foto de recuerdo con algún jugador del conjunto rival. Casual o causalmente, esta vez elegimos a ese pivote llamado Miguel Llorens, quien además nos marcara uno de los goles decisivos en su victoria. Al lado de los banquillos, el dorsal 23 del Cívitas Guadalajara nos atendió cordialmente, sin prisas, con una sonrisa espontánea, dedicándole al infantil del ADEMAR palabras de ánimo y algún sabio consejo de balonmanista experimentado. Sin duda, un detalle propio de una gran persona que sabemos valorar, deseándole tanto a él como a su equipo sencillamente lo mejor. No en vano, desde ayer formará parte de nuestra relación de jugadores a seguir... Y, por supuesto, del álbum deportivo en el que debe asomarse cada día nuestro pequeño Manuel. 

domingo, 5 de febrero de 2023

Aprendiendo del error

Mi hijo Manuel comenzó ayer sábado su participación en otra edición de los Campeonatos Escolares de Ajedrez, organizada por las Escuelas Deportivas Municipales de León. El viernes al mediodía, mientras entrenaba ante su programa de ordenador, le sentí nervioso: por un lado, este año asciende a categoría Infantil, con lo que presumiblemente la competencia será mayor; por otro, en cada partida se introduce el control de tiempo, teniendo que mover bajo la tiranía del reloj. Traté de tranquilizarle, pidiéndole que confiara en él, recordándole que su nivel es bueno y repasando juntos para animarle todos los trofeos que lleva conseguidos en este deporte, incluidos ese bronce individual y oro por equipos en los Provinciales del año pasado, cuando era un Alevín.
Por la tarde nos comentó que había pensado cambiar su estrategia de juego: movería deprisa para trasladar a su contrario la presión de tener que pensar contra reloj. Nunca antes lo había hecho así y, en mi opinión, era un error. Así se lo advertí, aunque él -testarudo, cual hijo de buen maño- perseveró en su plan.
En la competición del día siguiente asumió tal estrategia. Ciertamente, anduvo sobrado de tiempo... pero falto de desarrollo. A pesar de que al revisar las partidas pensamos que podía haber ganado las dos, tuvo que conformarse con apenas unas tablas que tan solo le otorgaron medio punto. Sin duda, su elección de penúltima hora resultó equivocada.
Es verdad que el comienzo en el torneo ha sido malo, si bien aún quedan tres jornadas por disputar. Margen más que suficiente para reconocer los errores cometidos y mejorar desde ellos... de fijarse más en las piezas y menos en el reloj... de ser fiel a su estilo sobre el tablero... Y de corroborar que en el Ajedrez, como en la Vida, unas veces se gana... pero otras -las más- se aprende.

jueves, 2 de febrero de 2023

El mago de los cuentos

Sea hoy mi más sincero agradecimiento para Margarita Cueto y Nuria Sánchez Villadangos -del espacio cultural La tinta entre tus dedos- por la entrevista que me realizaron y que hoy publica el diario digital Leonoticias. Sin duda, de las más emotivas que he hecho. 
En vez de daros detalles de la misma, comparto su enlace para acceder a ella, matizando tan solo que ese apelativo de El mago de los cuentos me lo puso un amigo librero que tristemente ya se marchó, pero que de seguro nos estará leyendo allá donde esté.
Y es que, como siempre digo tras mis sesiones de cuentacuentos, Moate sha keram... ¡Nos seguiremos contando!
https://www.leonoticias.com/culturas/libros/la-tinta-entre-tus-dedos/manuel-cortes-blanco-el-mago-vuentos-20230201080100-nt.html