domingo, 17 de marzo de 2024

De vueltas con Nicasio

Hacía tiempo que no daba un paseo de los nuestros junto a mi amigo Nicasio y esta mañana decidimos retomar esa costumbre. Así que alcanzamos la ronda de siempre, recorriendo entre palabras la orilla del Bernesga. 
Le conté que en nada sale el que será mi undécimo libro titulado Catorce lunas crecientes, del que por ahora solo puedo anticipar que contiene cuentos, que es de lo mejor que he escrito y que va a encantar -en algún caso también a transformar en positivo- a quien lo lea... Le conté que tengo una agenda llena de solicitudes para hacer mis cuentacuentos, que van desde Mérida en mayo, Burgos en junio o Segovia en julio, hasta Cantabria en septiembre o Huelva en octubre... Y le conté, por supuesto, sobre mis hijos: de lo mucho que Manuel disfruta con Trombón y Balonmano, de lo muchísimo que a Amalia le gusta su Piano y Gimnasia Rítmica... ¡de las ganas que todos tenemos en casa de que termine para ambos su semana de exámenes! 
Sin embargo, él apenas me contó. Está triste, apagado. Su demora en sumarse a estos paseos se debe a cierto mal que vino de repente y que, entre otros verbos, le ha robado el sonreír. Con tono serio, se repite esa frase de Woody Allen de que lo mejor que te pueden decir en la vida es "es benigno". Parece comprensible, mas no debe resignarse, confiando plenamente en sí mismo y en el equipo médico que le está llevando. 
Entre tanto, seguiré invitándole a estos paseos nuestros, andando a su ritmo, contándole mis minucias, alentándole a que comparta las suyas, acompañándole siempre... Y dedicándole con mis mejores deseos el primer ejemplar de esas Catorce lunas crecientes que -conociéndole, conociéndome- de seguro le van a animar.

domingo, 10 de marzo de 2024

Déjame que te cuente... la Inmunización

De entre las actividades que como Servicio de Medicina Preventiva del Hospital de León venimos realizando en el contexto del primer premio que obtuvimos el año pasado en el Primer Concurso de Buenas Prácticas en Humanización en Asistencia Sanitaria, organizado por la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León, destacamos los cuentacuentos lúdicos programados en el Servicio de Pediatría o en el Hospital de Santa Isabel, las actividades preventivas a través de relatos dentro del Programa de Higiene de Manos del centro, o las sesiones formativas en vacunación por los distintos servicios, desde la iniciativa Déjame que te cuente... la Inmunización. Mañana, por ejemplo, será el turno de Medicina Interna.
En todas ellas aúno mi doble condición de facultativo y cuentista, combinando ciencia e historias, si bien en esta última domina mi perfil preventivista, al insistir en la necesidad de vacunar correctamente a aquellos pacientes que lo precisen, así como en el cumplimiento de las actuales instrucciones al respecto. En algún caso, me he acompañado de los relatos de mi libro Catorce lunas nuevas (Undergraf), donde comparto algunas vivencias como médico responsable que fui de un Centro Internacional de Vacunación.
La respuesta a tales actividades por parte de nuestros compañeros sanitarios está siendo gratamente positiva... Y entre los pacientes, increíblemente agradecida, contribuyendo con ello al objetivo propuesto: la humanización de su asistencia.
En breve esperamos ampliar ese marco de actuación, planificando intervenciones en otras áreas sanitarias o difundiéndolas en diferentes congresos médicos, desde la convicción de que resultan tan novedosas como bien acogidas y efectivas.

sábado, 9 de marzo de 2024

Camino del Sol

Alejandra García Fuertes -Keka desde niña para parientes y amigos- es una persona estupenda. Siempre cercana, siempre positiva, siempre dispuesta. Además de pueblo de origen y andanzas por diferentes países del mundo, nos encanta compartir con ella: desde una confitura de tomate a una conversación de lo más sosegada, pasando por algún simple paseo o esa moraleja de cualquiera de mis cuentos. Y en casa lo hacemos desde la infancia, pues su familia y la nuestra han congeniado de toda la vida.
Keka presentó ayer su segundo libro, Camino del Sol (Ediciones Asimétricas) que habla del dolor desde lo más frágil, a través de un diálogo entre la autora y cada flor. Y es que estuvo en la India, donde todo se dice con flores; luego en Cabo Verde, donde había que buscarlas en cada recoveco. De ahí precisamente le surgió la necesidad de escribir este flordiario, creando una obra plástica serena y cruda, que estaremos encantados de leer.
Por eso, esta misma mañana lo hemos encargado en mi librería de cabecera, reservándole ya un hueco en la estantería de nuestro salón, dentro de esos libros que clasificamos como realmente especiales.

viernes, 8 de marzo de 2024

La Mágica Música de FemeninoCoral

FemeninoCoral
es un coro leonés formado por mujeres amantes de la música coral, dirigido por otra mujer apasionada de este arte: Sonia Fernández, profesora del Conservatorio Profesional de Música de León, donde casual o causalmente imparte la asignatura de Lenguaje Musical a mi hijo Manuel.
En sus casi tres años de existencia, sus componentes han realizado numerosas actuaciones en las que interpretan canciones clásicas y contemporáneas en distintos formatos, contribuyendo así a fomentar la Música en cualquiera de sus manifestaciones.
Nosotros tuvimos la suerte de asistir al concierto fin de curso que impartieron el pasado verano en el IES Juan del Enzina, de León, resultando sencillamente extraordinario. Y, si las circunstancias no lo impiden, volveremos a disfrutar de la mágica música de FemeninoCoral este próximo sábado 9 de marzo, a partir de las 19:30 horas, en otra actuación que ofrecerán en el emblemático palacio leonés del Conde Luna. Sin duda, fruto de su entrega e ilusión... Sin duda, altamente recomendable. 
Y es que, al compás de sus obras, hago mía esa frase del mítico Paul McCartney: Amo escuchar un coro. Amo la humanidad de ver el rostro de gente real siendo devotas a una pieza de Música. Me gusta el trabajo en equipo. Me hace sentir optimista sobre la especie humana cuando las veo cooperar así.

martes, 5 de marzo de 2024

Un hurto a cuatro manos

Aun cuando acostumbro a realizar la compra en tiendas pequeñas, de vez en cuando recurro a algún supermercado para completar nuestra cesta diaria.
La semana pasada, estando precisamente en uno de ellos ubicado en el centro de mi ciudad, coincidí con una pareja de supuestos clientes que tomaron dos carros metálicos de compra, depositando en cada uno otras tantas bolsas grandes de mano. Era la hora de la siesta, no había más personas. Tampoco había guardia de seguridad. 
En principio, no me fijé en ellos si bien, al llegar a la altura de los chocolates, llamó mi atención la avidez con la que cogían los bombones. Volvimos a coincidir en los aceites, observando que se hacían con varias garrafas del extra virgen. Ahí sí que me sorprendió que iban cargados hasta los topes.
En un momento dado, el más alto hizo una llamada por teléfono. De inmediato, sacaron sus bolsas de los carritos, dejándolos vacíos y huyendo con ellas a toda prisa del establecimiento sin pasar por caja, al compás de aquella alarma que sonaba. 
La dependienta hizo un amago de perseguirlos, aunque cuando salió ya habían dado la vuelta a la esquina y -según le pareció- subido a un coche que les estaba esperando.
La policía no tardó en llegar. De hecho, apenas nos preguntaron al respecto, pues el hurto -que no robo, mientras el montante sea inferior a 400 euros- quedaba claro: hecho sin violencia ni coacción aparente, a cara descubierta, a cuatro manos y grabado por las cámaras de seguridad. Desde luego, a los malhechores eso no les importó. A fin de cuentas, si les acaban atrapando, les citarán al día siguiente para un juicio rápido al que la mayoría ni siquiera acudirá. A lo sumo serían sancionados por una falta leve. La impunidad es casi total. Por ello, según nos comentó un agente, es probable que esa misma tarde delincan de igual modo en otra tienda, para vender esos productos a terceros... E incluso parece posible que, en unos días, ni siquiera estén en la ciudad.
Según datos oficiales, los hurtos en los supermercados aumentaron en un 25% el año pasado, generando pérdidas al sector que superan los 800 millones de euros. Tristemente, más de uno de estos establecimientos se verá por ello abocado al cierre. Y eso, al final, lo acabamos pagando todos. De ello, se lamentaba entre lágrimas aquella dependienta: de que, además del aceite, le estaban robando parte de su futuro.

viernes, 1 de marzo de 2024

En el Concierto de Música para la Semana Santa

Aun cuando nunca haya sido un entendido en Música, me gusta que mis hijos tengan formación en ella, sean alumnos del Conservatorio Profesional de León o participen en eventos musicales tan hermosos como el vivido esta tarde en el Auditorio Ángel Barja de dicho Conservatorio.
Y es que allí se ha celebrado un Concierto de Música para la Semana Santa, en el que han actuado la Banda de la Cofradía Dulce Nombre de Jesús Nazareno -dirigida por Antonio Prieto- y la Banda del Conservatorio Profesional de Música de León -bajo la dirección de Raúl Sancho.
En esta última ha intervenido como trombonista nuestro hijo, habiendo interpretado en su conjunto obras de Ennio Morricone y de maestros del género como Víctor M. Ferrer, Óscar Navarro o Abel Moreno. 
La ovación cerrada del final con el público puesto en pie ha hecho justicia a su calidad, pues estuvieron sencillamente de diez. Manuel ha salido muy contento con la experiencia vivida. Será también que, haciendo caso a ese otro músico llamado Kurt Cobain, tocar frente a un manojo de gente que reaccione genial es la mejor cosa del mundo.

miércoles, 28 de febrero de 2024

Reportaje en la Revista Hospital de León (II)

(P): ¿Qué beneficios tiene el acto de escuchar cuentos para los pacientes?
(R): El poder terapéutico de la palabra resulta incuestionable y es tan antiguo como la propia Historia de la Humanidad. Escuchar cuentos, además de un entretenimiento o una forma de evasión, puede servir para ejercitar la memoria, estimular la imaginación y creatividad, fortalecer la atención, promover el autoconocimiento, aumentar la sensación de bienestar, reducir tensiones, aliviar el dolor, establecer vínculos… así como para transmitir valores o ideas positivas. Y siempre sin restricciones de edad porque, parafraseando a ese otro médico cuentista llamado Jorge Bucay, los cuentos sirven para dormir a los niños y, sobre todo, para despertar a los adultos.
(P): ¿Cómo se seleccionan los cuentos para cada sesión?
(R): Una vez establecida la población sobre la cual actuar, elegimos entre una batería de relatos aquellos que más faciliten la consecución de los objetivos propuestos. Otro tanto sucede con la escenografía que acompaña a cada uno. Así, por ejemplo, para abordar la aceptación de uno mismo narramos “Carmelo, un niño sin sombra”, de Fernando León de Aranoa… para afrontar la muerte de un ser querido, “Cartas al cielo”, de Mª Pilar Moros… para trabajar la amistad, “El cielo y el infierno”, de Paulo Coelho… En todo caso, damos especial importancia a sorprender, no ser repetitivos, fomentar la participación, no parecer demasiado largos… Y, siempre que podamos, compartiendo ilusión.
(P): ¿Qué impacto ha tenido la iniciativa en los pacientes?
(R): En principio, la aceptación de tal iniciativa está siendo muy favorable en cada una de las Unidades/Servicios en los que hemos intervenido. De hecho, muchos se sorprenden de su dinámica, de la forma que tenemos de llegar. También valoramos positivamente la implicación en su desarrollo del equipo directivo del CAULE y del personal de dichas Unidades/Servicios. Y es que la Humanización de la Asistencia Sanitaria es, claramente, un objetivo de todos.
(P): ¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los pacientes?
(R):
El 
mismo que les diría cualquiera de los personajes de cualquiera de mis cuentos: la suerte no está en lo que nos pasa, sino en cómo lo vivimos… Y que, como les indicaría otro, antes que optimistas (verlo todo desde una perspectiva favorable) preferiría que fueran positivos (extraer de cualquier realidad, por dura que sea, aquellos aspectos que nos puedan reforzar).
(P): ¿Alguna anécdota interesante?
(R): Al concluir una de las sesiones de cuentacuentos realizadas en el Hospital de Santa Isabel, cierto oyente se nos acercó emocionado para darme las gracias porque hacía mucho tiempo que nadie le contaba un cuento… ¡Y más uno que en esos momentos realmente necesitaba!
En otra ocasión, en el Servicio de Pediatría, una niña trató de convencernos con sus palabras de que esos cuentos que acababa de escuchar eran tan curativos como las medicinas: “Con ellos se te quitan los dolores, te encuentras más animada, te hacen sonreír… Y todo, ¡sin efectos secundarios!”.