Rocío y Javier son además unos grandes viajeros. Cuando estuvieron en la India, visitaron Anantapur para constatar la obra de la Fundación Vicente Ferrer. Siempre sensibles con su labor, quedaron impresionados. Allí conocieron a Anna Ferrer -mujer de Vicente y actual Presidenta de la Fundación-, en quien descubrieron una mujer extraordinaria y a la que tuvieron el detalle de obsequiarle con mi novela Mi planeta de chocolate.
Ayer por la tarde coincidieron con ella de nuevo en un encuentro sobre solidaridad impartido por Anna Ferrer en Valladolid. Se saludaron muy cordialmente, se emplazaron para otro viaje quizá antes de lo que ellos mismos piensan y le preguntaron su opinión sobre aquel libro que le habían regalado. Anna respondió que le encantó... Entonces ellos, entre sonrisas y afecto, volvieron a lucir el detalle de corresponder a su amabilidad con otro ejemplar de mi siguiente novela: Siete paraguas al sol.
Mil gracias, Rocío y Javier, por vuestro gesto, vuestra sensibilidad, vuestra manera de ser... vuestra amistad. Y otras tantas a Anna Ferrer por su compromiso, su constancia, su trabajo... Y entre todo eso, por haber dedicado a leerme una parte de su tiempo.