jueves, 25 de junio de 2015

Siete paraguas en Lecturafilia

Que llueva no depende de ti; que lleves paraguas, sí”. Esta máxima acompaña todo el argumento de Siete paraguas al sol (2012), la obra con la que Manuel Cortés resultó ganador del VI Premio Nacional de Novela Ciudad Ducal de Loeches.
En un cante al cuento como forma de hacer literatura tan válida como la novela, Cortés construye una historia poliédrica donde siete hermanas emigran hacia lugares distintos en busca de su padre Bernardino, el campanero del pueblo castellano de Puerto Nuevo de las Cerezas, y que desaparece un día al ir a comprar un paraguas. A partir de ahí, los capítulos van contando una por una las historias de Faustina, Adelaida, Amparo, María, Merceditas y Ramona, con tiempos y lugares diferentes que constituyen una preciosa radiografía de nuestro mundo y nuestro pasado. Cortés desmenuza las vidas de las hermanas, pero centrándose en épocas distintas, que van desde los años cincuenta hasta el 2009, y nos hace partícipes del paso del tiempo.
En esta novela hilada de cuentos encontramos las características definitorias del estilo de este autor que atrapa desde el primer momento: sencillez y presencia constante de refranes populares hilados con una maestría propia de los mejores autores. Presente está también esa descripción minuciosa de ambientes, con palabras que abarcan todos los sentidos, hasta cuando nos presenta a ese pueblo de la Castilla profunda que ha estado sujeto a tantos cambios que casi no se reconoce. Los libros que he leído de este autor transmiten alegría por vivir a pesar de las circunstancias difíciles. Esta idea está más presente que nunca en Siete paraguas al sol, donde la esperanza y la seguridad son transmitidas de una forma tan literaria y realista que hacen sentir al lector que sí, que es necesario seguir soñando para alcanzar las metas.
Positivismo es lo que nos queda, o eso de que “quien sabe cómo vivir, sabe vivirlo todo”. Y por detrás, y en todo momento, la fuerza de la literatura para llenar nuestros vacíos: Faustina se convierte en escritora y editora de cuentos, por lo que el autor se ve reflejado en este personaje, en el que deposita algunas de las ideas más evidentes de los que creen en la palabra escrita y oral, en los cuentos.
Está claro que en todo el libro se siente el alma del autor, y en el mismo prólogo él nos advierte de que en la escritura se aplica siete máximas: escribir para compartir, empezar cada obra en la noche de Reyes porque concibe los cuentos a la manera de regalos, presentar dedicatorias sentidas porque cada libro es para una persona, donar los derechos de autor a Aldeas Infantiles SOS, reconciliarse con sus vivencias a través de sus renglones, y disfrutar un montón escribiendo y corrigiendo, releyendo, etc. Y sentencia al final que, a pesar de las advertencias de que el cuento está destinado al olvido, continuará creyendo en este género “con o sin moraleja, pero siempre reflexivos”.
Si con Mi planeta de chocolate me había enamorado de la prosa de este autor y de la originalidad en la forma de tratar ciertos temas, con Siete paraguas al sol he disfrutado con cada detalle, con esas dosis de positivismo, y he terminado con un “joder”, pero de esos de quedarte pensando cómo alguien puede escribir tan jodidamente bien.

Nota: Reseña sobre mi novela Siete paraguas al sol, publicada hoy en el portal literario Lecturafilia bajo el título "Quien sabe cómo vivir, sabe vivirlo todo".

lunes, 22 de junio de 2015

En el pueblo de Rosita

Este verano lo pasaremos en el pueblo de mi abuela Rosita. Una espiga de sinople en su escudo, un castillo de oro en su bandera, armas del linaje de Quiñones… Porque, sin duda, se trata de un municipio con solera.
Allí tomaré nuevas palabras para mi diccionario, nuevas perspectivas para mis vivencias. Desde arriba, a ras de cielo, resaltan su torre sin iglesia y su iglesia sin torre. Desde abajo, a ras de suelo, me quedo con su parque infantil donde jugamos los niños como yo, hechos a partes iguales por apetito y curiosidad.
Según el censo, el año pasado sumaba 580 habitantes, abuelo más, abuelo menos… Si bien, como la gente no avisa cuando entra ni cuando sale, resultan muy difíciles de contar. A este paso van a tener que poner un torno en el que fichar, igualito al de la entrada del trabajo de papá.
El bar a orillas de la carretera será nombrado algún día patrimonio cultural de la humanidad. En su lista de precios puede leerse: Café solo, 3 euros; Café con buenos días, 2 euros; Café con por favor y buenos días, 1 euro. ¡Una manera elocuente de fomentar la cortesía! Impreso en una baldosa, se  prohíbe la blasfemia y la palabra soez. ¡Como debe ser! Y en su tablón de anuncios se advierte claramente: Todo aquel que permanezca más de un cuarto de hora con el periódico, deberá continuar leyéndolo en voz alta para que se enteren las demás personas que están esperando por el mismo. ¡Una forma efectiva de estimular la lectura! El aviso de la izquierda resulta más preciso: Compro chatarra a peso; también doy clases de inglés a domicilio. Y es que aquí servimos todos para todo. El del lado derecho parece consecuencia de la situación económica que vivimos: Se necesitan clientes; no se requiere experiencia. Será que en los pueblos se nota menos la crisis, probablemente porque siempre estuvieron en ella. El de más arriba resuena a compromiso: No le cobramos nada por buscar pareja salvo que la encuentre. Por último, la cita del día aunque lleve meses puesta: Si siembras mucho podrás recoger poco. Si no siembras nada, no recogerás nada.
Definitivamente, estamos mejor que en la ciudad… Porque si ellos tienen las modernidades, nosotros tenemos la esencia.

Nota: Párrafo perteneciente al relato La luna y el lobo, incluido en mi libro Nanas para un Principito.

domingo, 21 de junio de 2015

Mi pasión zaragocista

Sé que en la vida todo o casi todo es más importante que el fútbol, pero sé también que hay sentimientos relacionados con este deporte que nadie o casi nadie puede explicar. Es el caso de mi pasión zaragocista, forjada desde niño junto a mi familia, aireada allá donde he estado y que de seguro me acompañará mientras viva.
Hace unos días un amigo me preguntaba: "¿Cómo es posible que alguien como tú, tan "alemán" en su trabajo, sea tan "griego" en su afición por un club?". Y hoy, precisamente el día en que mi Real Zaragoza no ha podido ascender a primera división, le respondo de la manera más racional que conozco: con un trocito de mi literatura.
¡Aupa Zaragoza!, a pesar de los pesares; porque estés donde estés, sabes que estaré contigo.

"Nunca olvidaré el primer domingo que presencié en directo un encuentro de mi Real Zaragoza. Eran las cinco de una tarde de invierno. Llevaba jersey de lana, guantes de lana, bufanda de lana, calcetines de lana. ¡Se notaba demasiado que mi abuelo era pastor y mi madre costurera! Una insignia con su escudo y una elástica plagada de ilusiones rebelaban el color de mis colores. Perdimos por un gol a dos.
A pesar del frío, del picor por tanta hebra, del mal juego que siempre ceba a los críticos y de la derrota, rememoro aquella tarde con satisfacción. Y es que estaba ante unos mitos a los que solo atisbaba en los cromos de colegio.
Desde entonces he sentido muy dentro esa pasión, disfrutando como el que más sus alegrías y llorando como el que más en sus penas.
Es un sentimiento que siempre he vivido con mi hermano. Anteponiendo el respeto a la afición rival y conscientes de nuestras posibilidades, animamos hasta la afonía en el fondo sur del campo, nos pintamos de azul ante las grandes citas, entonamos estribillos para que ese delantero afine su puntería.
¡Sí, me encanta ir a la cancha los domingos! Mi hermano dice que en la grada me transformo, que soy un exagerado, que cuando marcamos un gol me abrazo a la hinchada entera, incluido el que vende los refrescos.
Puede que en verdad yo sea así, y no el Manuel tranquilo que todos conocen. Quizá viva mi destino desde la exageración, y el fútbol -precisamente el de mi Real Zaragoza- sea el estrado en el cual la manifiesto".

sábado, 20 de junio de 2015

Para que no te descarten

A las 19:30 horas de este próximo martes 23, los miembros del Proyecto Solidario Los Argonautas tenemos una cita ineludible en el Centro Cultural Buenavista (Avenida de los Toreros, 5; Madrid), a la que todos estáis invitados. Será en las II Jornadas "Para que no te descarten", sobre personas mayores (la población objeto de nuestras intervenciones), organizada por la Plataforma Principios, en colaboración con la Asociación de Telefónica de Asistencia a Personas con Discapacidad, la plataforma mayormente.com, el Grupo Senda y los propios Argonautas.
Bajo la moderación de Juani Loro, directora del programa de radio "Palabras Mayores" (RNE), distintos expertos en el tema debatirán a propósito del acompañamiento y la autonomía en este colectivo. Entre ellos, Fernando Fernández-Gil -presidente de nuestro Proyecto- y Susana Gimeno -una de sus voluntarias-.
Si os interesa el tema y podéis asistir, no os lo podéis perder.

jueves, 18 de junio de 2015

Sobre los beneficios del chocolate

Lo acaba de publicar una revista científica tan prestigiosa como el British Medical Journal y así lo han recogido todos los medios: comer hasta 100 gramos de chocolate al día reduce significativamente los riesgos de padecer una cardiopatía isquémica o un ictus cerebral. La base de tal efecto radica en los agentes antioxidantes que contiene (flavonoides, también presentes en el aceite de oliva o el vino) y que poseen un efecto neuroprotector, cardioprotector, favorecedor del riego cerebral y regulador en positivo de los lípidos sanguíneos.
Sin quitarle ningún mérito a los investigadores firmantes del estudio, he de decir que yo ya lo sabía. No en vano, así lo signifiqué en mi novela Mi planeta de chocolate y así lo defendí en sus distintas presentaciones: "Relajante, astringente, nutritivo, placentero, aromático, energético, afrodisíaco, antioxidante, antidepresivo. Ni teoría ni filosofía: vivencia. Así es mi chocolate. Dos milenios a la espalda coleccionando sus cromos, curando a la humanidad. Los mayas y los aztecas lo empleaban en sus ritos, en su despensa, en su botica. Moneda de los mercados, tributo para los dioses. Un abecedario de vitaminas, hidratos de carbono, aminoácidos esenciales, hierro, fósforo, magnesio. Sin duda y sin excesos, los bombones son un gran invento. ¡La forma más dulce de comunicar!".
¡Que nos aproveche!

martes, 16 de junio de 2015

Y en el Día Internacional del Niño Africano

Y hoy 16 de junio -coincidiendo con el 39º aniversario del levantamiento de la población de Soweto (Johannesburgo, Sudáfrica) contra la política del apartheid imperante en el país-, conmemoramos también que hace 25 años los distintos líderes de la Unión Africana firmaron la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño, recogiendo los derechos para la Infancia adoptados por Naciones Unidas y comprometiéndose a proteger a los más pequeños de las prácticas sociales y culturas que pudieran serles dañinas.
El lema de este año queda claro: acabar con los matrimonios de niños, a sabiendas de que una de cada tres mujeres que se casa en el África subsahariana es menor de edad. Promover la educación, la igualdad de género, la igualdad de oportunidades, la aptitud de no permanecer insensibles a los matices culturales que llevan a esos matrimonios, o la implementación de políticas y estrategias para evitarlos, son algunas de las medidas apuntadas para tal fin.
Como viajero que ha visitado este continente, tampoco soy insensible a dicha circunstancia. De hecho, así lo recogía simbólicamente en aquel relato titulado Una carta para Lida -incluido en mi libro Cartas para un país sin magia- en el que, dirigido de manera figurada a todas las pequeñas vulnerables, me adhería a esta causa dejando por escrito mis deseos: "...para que nadie la discrimine por el mero hecho de ser mujer, porque no se case adolescente con un anciano de conveniencia, porque ninguno la humille si se enamora de la persona equivocada".

lunes, 15 de junio de 2015

En el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez

Hoy, 15 de junio, se celebra el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez
Desde el Proyecto Solidario Los Argonautas, al que pertenezco como médico asesor, nos hemos marcado como principal objetivo “mejorar la calidad de vida de los más desfavorecidos por medio de la cultura, el ocio y el entretenimiento, centrándonos principalmente en el colectivo de nuestros mayores”. Desde una vocación preventivista, desde la convicción de su eficiencia y desde la experiencia que otorga el trabajo continuado con dicho colectivo, recordamos en este día ese decálogo de elaboración propia -publicado el pasado verano en el Boletín de Bioética de la Universidad Complutense de Madrid-, que difundimos entre ellos para alcanzar precisamente eso: un envejecimiento lo más saludable, feliz y seguro posible.

1. Realice con regularidad actividades físicas adaptadas a sus capacidades.
2. Ejercite su mente, lea, esté al día, entrene su memoria.
3. Lleve una dieta sana, variada y equilibrada, rica en fibra, moderando el uso de la sal y con un aporte adecuado de calcio. Beba agua en cantidad suficiente.
4. Duerma regularmente procurando un descanso reparador.
5. No descuide su salud. Controle regularmente su tensión arterial, su visión, sus valores analíticos basales, su dentadura… Vacúnese cuando corresponda. Y acuda a su médico de tener algún problema.
6. No fume y restrinja el consumo de bebidas alcohólicas.
7. Tome la medicación que necesite atendiendo a las pautas que le indiquen. No se automedique. Considere posibles interacciones y efectos secundarios. En caso de duda, consulte a su médico y/o farmacéutico.
8. Evite la soledad. Comparta y comuníquese con sus familiares, amigos y demás personas de su entorno.
9. Ocupe provechosamente su tiempo de ocio. Participe en las actividades que le ofrezca su entorno.
10. Trate de ser feliz. Cultive e irradie el buen humor. Sorpréndase por sí mismo del valor terapéutico de una sonrisa. 

viernes, 12 de junio de 2015

Patricia quiere ser popular

La escritora, poetisa, pintora, ilustradora y ante todo amiga, Ana Cristina Pastrana, no deja de sorprender. Lo hizo cuando leímos alguno de sus relatos (con los que ha obtenido primeros premios en certámenes tan importantes como el "Carmen Martín Gaite" o el "Ciudad de Astorga de Poesía"), cuando escribió el entrañable prólogo de mi libro Nanas para un Principito, cuando donó a comedores sociales todo lo recaudado por la venta de los cuadros en una de sus exposiciones, cuando coordinó la antología del libro solidario Cinco cuentos en tu mano -a beneficio de la Fundación Juan Soñador- en el que ambos participamos...
Ahora, en colaboración con algunos profesores del Conservatorio Profesional de Música de León en el que trabaja, Cristina se ha embarcado en otro proyecto ilusionante: publicar en Internet una novela interactiva por capítulos para que, casi al mismo tiempo que ella la escribe, pueda ser comentada, valorada e incluso reorientada por sus propios alumnos.
Se titula Patricia quiere ser popular, y desde una trama dinámica a la medida de su joven protagonista, nos irá proponiendo situaciones, planteando dudas, transmitiendo valores... Todo un reto pedagógico al que seguro acabarán sumándose muchas otras personas y centros educativos.
Como muestra, adjunto dos enlaces al respecto: uno al propio blog de su autora y otro a la página que sobre esta obra tiene abierta en Facebook. Deseo que os guste.
http://www.acristinapastrana.com/2009/12/20/patricia-quiere-ser-popular/
https://www.facebook.com/pages/Patricia-Quiere-SER-Popular/768731279911203?sk=photos_stream&tab=photos_albums

martes, 9 de junio de 2015

Encuentro con lectores en Veguellina de Órbigo

Este próximo viernes 12 de junio, a las ocho de la tarde, disfrutaré de un encuentro literario con los miembros del club de lectura de la Biblioteca Pública "Río Órbigo" de Veguellina de Órbigo (León), en torno a mi libro Mi planeta de chocolate. Allí reviviremos las andanzas de su pequeño protagonista -Benito Expósito Expósito-, explicaré las motivaciones que me llevaron a escribirlo, leeremos alguno de sus párrafos, contaremos más de un cuento, y de seguro que acabamos haciendo nuestra esa máxima que se aplicara en cada pasaje de su vida: "cuando debas elegir entre dos opciones, toma siempre la que tenga chocolate".

sábado, 6 de junio de 2015

Cenicienta, el musical

Todo proyecto que tenga por objetivo acercar a los niños a la magia del teatro es, sin duda, un proyecto positivo. Por ello, quisiera destacar el encanto de un musical dirigido precisamente a ese público infantil -y por extensión, a su familia- que el pasado sábado desembarcó en el Auditorio Municipal de León, y que tuve la suerte de degustar en directo junto a mi hijo: la Cenicienta.
Finalista de los Premios Max 2011, esta versión del clásico cuento resulta sumamente entretenida, con una cuidada puesta en escena, un montaje muy logrado, muchas canciones pegadizas -aun cuando su música instrumental no sea en directo- y ciertos detalles divertidos que amenizaron todavía más el espectáculo.
Pero por delante de mi reseña al respecto, quisiera compartir el comentario del crítico más entendido en cuentos que había en aquella sala: mi pequeño Manuel. 
- ¡Esta Cenicienta me ha gustado mucho, papá! -susurró sonriente al final de la función.
Desde ese preciso instante, tanto él como yo la recomendamos.

jueves, 4 de junio de 2015

Juasapp: preguntas abiertas para un asunto cerrado

Con relación al asunto de la "broma pesada" que recibí desde la aplicación Juasapp y a la que me refería en mi entrada anterior, puedo decir que ya está cerrado. A la denuncia en una comisaría siguió en paralelo una carta de queja ante el propio portal de Juasapp. Ayer mismo su Equipo Directivo respondía vía email, disculpándose por lo ocurrido, mostrándome sus "Términos y condiciones de uso" y responsabilizando de todo al usuario que "encargó la broma, por no haberse ajustado a los mismos".
Ante mi advertencia de que pensaba seguir adelante con el proceso judicial emprendido, esta misma mañana nos han respondido que carecían de datos personales de dicho usuario, pero sí de la marca de su dispositivo, del modelo de dispositivo, del operador móvil y de su dirección de IP. Toda esa información la he puesto en manos del amigo abogado que me lleva este tema, y en apenas unas horas ya tenía identificado el número de teléfono y el autor de dicha "broma".
Mi sorpresa ha sido mayúscula al comprobar que se trataba de un compañero de Facultad, al que ciertamente no veo demasiado. Pese a ello, he decidido llamarle para comentar lo sucedido... ¡Y se ha quedado perplejo! Sobre todo, porque ese número de móvil se lo cedió a su hijo menor de edad, quien lo viene usando con asiduidad.
Al hablar con él, su hijo alega que tras descargarse Juasapp, el programa se ejecutó de manera automática enviando "bromas" a muchos de sus contactos, entre ellos a mí. El joven estaba nervioso y preocupado, se ha disculpado reiteradamente, ha desinstalado la aplicación y nos ha asegurado que no volverá a suceder. ¡Deseo que al menos haya aprendido la lección!
Por mi parte, he aceptado sus disculpas y les he ratificado que en cuanto a mí, está todo olvidado. Ahora bien, ¿es lógico que los menores de edad puedan acceder libremente a este tipo de programas (que además de lo que implican, conllevan un coste económico)? ¿Sabemos realmente a qué dedican su tiempo libre nuestros hijos? ¿Resulta correcto que el Equipo Directivo de Juasapp decline responsabilidades con tanta ligereza?... 
Demasiadas preguntas abiertas ante un asunto que, vistas las circunstancias, por mi parte prefiero dar por cerrado.

martes, 2 de junio de 2015

Juasapp: cuando la broma no tiene gracia

Aun cuando deberían ser otros quienes lo dijeran, me considero una persona con sentido del humor. Me encanta jugar con la ironía, buscar la diversión desde el doble sentido... e incluso gastar y recibir alguna que otra broma, bajo ciertas premisas que considero irrenunciables: que nunca humillen a nadie, que no causen daños, que admitan la posibilidad de ser devueltas, que sean respetuosas y que -en la medida de lo posible- hagan sonreír a todos.
Este pasado fin de semana recibí una llamada a mi teléfono particular en el que una voz masculina en tono agresivo me recriminaba que debía cierta cantidad de dinero, que si no se la abonaba pronto vendrían a por mí y que me atuviera a las consecuencias. Casi sin dejarme hablar, mantuvo entre gritos sus reproches y su actitud amenazante hasta que, sencillamente, le colgué.
A sabiendas de que no debo dinero alguno y de que se trataba de un ataque inadmisible contra mi intimidad (junto a un presunto delito de amenazas, con el agravante de producirse de manera anónima), no tardé en dirigirme a comisaría a cursar la correspondiente denuncia. Allí contrastaron el número que me había llamado y... ¡sorpresa!: se trataba de uno vinculado a una aplicación conocida como Juasapp en la que -al menos en teoría- un amigo tuyo contrata una broma para que te la gasten.
Según asegura el agente que me atendió, es una de las aplicaciones para Android más populares, especialmente entre los adolescentes. Lo mismo puede llamar un inspector de Hacienda informándote de que te van a embargar el piso, que un agente de seguros para comunicarte que han dado parte de ti en algún siniestro. En principio, todo legal, con el amparo de que es alguien conocido quien lo contrata.
Aun siendo así, lo reitero: para mí este tipo de bromas, además de incumplir los requisitos que la harían merecedora de tal nombre, no tiene ninguna gracia.