martes, 29 de marzo de 2016

"Siete paraguas al sol" en Vaguedades Ilusorias

El escritor Manuel Martínez González ha publicado en su blog Vaguedades Ilusorias una reseña sobre mi libro Siete paraguas al sol, que agradezco de corazón y comparto gustoso. 
Manuel Martínez es autor de la novela corta Familiaris (Ediciones Oblicuas), que en su día ya comenté en este mismo espacio, además de un escritor con una gran proyección, junto al que próximamente compartiré otro proyecto literario. Os mantendremos informados.

Siete paraguas al sol narra las vivencias de siete hermanas a lo largo de varias décadas, en diferentes partes del mundo, mientras tratan de encontrar a su padre,  que desapareció cuando todavía eran unas niñas. Sin embargo, este es uno de esos libros en los que lo de menos es el argumento. Las peripecias de las hermanas, y del resto de personajes, son sólo un marco en el que introducir cuentos, anécdotas, reflexiones, refranes, impresiones, imágenes… Manuel Cortés se autodenomina cuentista, y, en efecto, este libro es un cuento, pero un cuento hecho de cuentos. Hay fechas y lugares, pero se tiene siempre la impresión de que todo podría haber pasado en cualquier lugar o tiempo.
A pesar de que es marcadamente emotivo, lo que más me ha interesado de este libro ha sido su estilo y estructura. Abundan, como ya se ha dicho, los refranes y máximas, intercalados de forma natural en el relato, en el cual, por otra parte, todo fluye suavemente, a pesar de las constantes digresiones. También hay multitud de paralelismos, ritmos, incluso repeticiones, que contribuyen a darle un movimiento de vaivén a la novela, que sube y baja como la marea. Todo esto es muy efectivo a la hora de crear atmósfera y evocar sensaciones, estados de ánimo, en lugar de centrarse en sentimientos aislados como suelen hacer otras novelas.
Este es un libro lleno de sentido común, muy familiar y hogareño. Aunque las protagonistas viven todo tipo de situaciones, a veces extremas, en todo momento predomina la sensación de que la vida sigue siendo lo que siempre ha sido, de que la gente y las cosas vienen y van pero el mundo permanece el mismo. No es inmovilismo, sino más bien una aceptación y hasta celebración de las leyes básicas de la existencia, de la vida cotidiana que a todos aburre y que todos tratan de superar, pero que al final es lo único seguro, lo más capaz de satisfacer al ser humano. “Que llueva no depende de ti; que lleves paraguas, sí”, la frase más repetida de la novela, refleja bien su idea central: uno debe tratar de distinguir lo inevitable de lo evitable; solo así es capaz de aceptar lo primero y tratar de influir sobre lo segundo.
Como se ha visto, esta es una novela más lírica que narrativa, en la que importa más el viaje que el destino. Hasta podría decirse que es todo lo contrario a una novela de aventuras, por más que abunden en ella: es ideal para dejarse llevar y olvidarse de todo lo que uno ha aprendido desde que dejó de ser niño, desde que el tiempo dejó de ser algo eterno e inagotable para convertirse en algo escaso y contado. Recomiendo este libro a todos aquellos que quieran probar algo diferente a la concisión y precisión que tanto abundan en el mundo de la literatura, y deseen adentrarse en un universo de saber popular, torpes rencores, torpes amores, relatos y leyendas, separaciones y reencuentros, ternura cotidiana, tradiciones ancestrales que sobreviven a lo moderno y, sobre todo, cuentos. Un universo que es el nuestro.

lunes, 28 de marzo de 2016

Cartas para el Canillas

Comienzo esta semana sin apenas tiempo libre, pero compartiendo este párrafo del relato titulado Mi gran hada, incluido en mi libro Cartas para un país sin magia
¡Que nadie abuse de nosotros y mucho menos de nuestros pequeños!

"Puede que sea por venir de un pueblo o porque sepa muchas de las preguntas que la maestra nos hace, pero el caso es que los niños de aquel colegio en la capital no me tratan bien. Se ríen de que acuda a la escuela de la mano de mi madre y que le despida con dos besos antes de entrar. 
- ¡Qué cursilada! ¿Por qué no nos besas también a nosotros?
Por eso yo, disimuladamente, procuro soltarme a unos metros de la puerta, enviándole ese ademán en la distancia. Estoy seguro de que ella lo comprende aunque nunca diga nada.
Aquellos compañeros no quieren que participe en sus juegos, y cuando caritativos lo consienten, hacen trampas.
- Te ha tocado... -y el que da la vez me señala-. La pagas tú.
- ¿Por qué? Si has recortado la letra de la estrofilla. La has dicho mal.
Aprendo la lección: quien ejecuta una idea puede no ser el que la ha pensado.
En efecto, me doy cuenta de que las letanías que preceden a esos juegos siempre terminan en mí. Sólo la victoria les hace feliz.
Vale más no jugar ni poner la otra mejilla.
Misericordiosos, deciden cambiar las normas para que acepte participar. Esta vez el sorteo se hace eligiendo papeletas. Pierde el que saque una cruz. Mira por donde, la saco yo.
La pago, pues así son las reglas y las he asumido de antemano; lo justo parece justo. Y la pago mucho, porque cada vez que libro vuelven a pillarme a mí. Nadie se cansa de ganar.
Hacemos otro sorteo y alcanzo nuevamente el pliego marcado. ¡Qué desgracia! Encontrar una mano inocente en estos tiempos resulta complicado. Y si el azar no acompaña, la cosa empeora.
Así cada día. Hasta que descubro que todas las hojas tienen esta marca, y que el resto de la pandilla se ha puesto de acuerdo en esa estrategia para que sea el primero en pagarla. Los infelices nunca cambiarán.
No quiero jugar con ellos porque me engañan. En especial el Canillas, mi rival número uno; ese enemigo íntimo que dirige al resto con su sutil poder de persuasión. Ser malo nunca ha sido tan bueno. ¿Acaso nadie le enseñó modales?
- Eres una gaviota: tonto de lejos y de cerca idiota.
No digo nada; solo lo pienso:
- Tú sí que lo eres de verdad".

sábado, 19 de marzo de 2016

En la Hora del Planeta

Hoy sábado 19 de marzo, de 20:30 a 21:30 horas, apagaré mis luces para cambiar el planeta. Desde nuestro hogar nos uniremos a los muchos hogares de esos 178 países que se han sumado a esta iniciativa de WWF, la mayor organización conservacionista independiente en el mundo. De manera que la Torre Eiffel, el Empire State Building, la Ópera de Sydney o el salón de mi casa estarán a oscuras durante esa hora a fin de -entre otros- cumplir con los objetivos de la pasada Cumbre de París y limitar el aumento de temperatura de nuestro planeta.
Sin duda, es momento de actuar. ¡La cuenta atrás ha comenzado!

jueves, 17 de marzo de 2016

Volver a contar

Por distintas razones personales, llevo demasiado tiempo sin hacer una sesión de cuentacuentos. Desde aquella titulada En mi planeta de chocolate que estrené durante el II Encuentro Internacional de Literatura Infantil y Juvenil "Astorga de cuento" (Astorga, abril 2015) hasta la fecha, tan solo he realizado dos pequeñas incursiones: una en la pasada edición del Ribadeo Indiano (Ribadeo, julio 2015) y otra en uno de los encuentros literarios Cuento Cuentos Contigo (León, enero 2016).
Esta tarde y mañana por la mañana volveré a representar una de mis sesiones más conocidas: la titulada Cuentos del mundo. Y será en el colegio de mi pequeño Manuel, con motivo de sus fiestas patronales.
Él y sus compañeros de recreo serán los pasajeros ilusionados de esta vuelta al mundo a través del relato con un solo billete llamado imaginación.
Sin duda, un motivo inmejorable para volver a contar.

domingo, 13 de marzo de 2016

Diccionario para una nueva semana

A solicitud de mi amiga y lectora Olga, repito este diccionario incluido en el capítulo Cruce de caminos, de mi novela Siete paraguas al sol, deseándole a ella y a todos una buena semana.
Mil sonrisas, felices lecturas.

Adulto: Persona a la que los niños tratan de usted.

Amanecer: Primer milagro del día.
Amor: Aliño, aglutinante, levadura. Especia que hace posible ese menú extraordinario llamado vida. 
Circo: Lugar donde suceden los milagros.
Conciencia: Voz interior que nos recuerda qué hicimos mal y lo que es mucho peor qué hicimos bien. 
Desierto: Kilómetros y kilómetros sin un árbol. No confundir con desamor: kilómetros y kilómetros sin una ilusión. 
Discreción: Virtud consistente en no hablar demasiado, pues puede que a tu enemigo le interese lo que digas. 
Éxito: Vivir de lo que te gusta. 
Honestidad: Anteponer los ideales a los intereses.
Humildad: Don por el que no me siento más que nadie ni menos que ninguno.
Inteligencia: Vivir donde te va bien.
Odio: Sentimiento más alejado de la ley natural porque nace, crece y se reproduce, pero le cuesta mucho morir.
Pasión: Epidemia de cariño.
Pacer: Forma verbal de la palabra paz.
Perfección: Estado que solo alcanzas cuando alguien se enamora perdidamente de ti.
Previsión: Tenerlo todo pensado para cuando no haya nada que pensar.
Suerte: Querer ser lo que soy… y si es posible, contigo.
Sufrimiento: Padecimiento carente de humildad. Siempre somos nosotros quienes más sufrimos en el mundo.
Vida: Periodo de tiempo entre nacer y morir que llenamos a base de casualidades.

lunes, 7 de marzo de 2016

Cuando la respuesta es un puerto seguro

"Fachadas azules, claveles rojos, un viejo verde, tranvías amarillos... Ante tal explosión de colores, el cielo muere de envidia mientras comienza a llover sobre Alfama...". Así comienza mi relato Cuando la respuesta es un puerto seguro, incluido en la antología Lisboa, de la colección Narrativa de MAR Editor, que acaba de publicarse.
Del libro anticiparé que ha quedado estupendo, incluyendo textos de autores de siempre como Pessoa, De Saint-Exupéry o Pardo Bazán, y de escritores de ahora como Francisco Legaz, Juan Guerrero u Olga Mínguez. No en vano, constituye todo un viaje literario por otra ciudad preciosa a través de ese billete llamado imaginación.
De mi relato diré que es un cuento de amor. Habiéndome enamorado cada vez que la visito -la primera, de sus calles; una segunda, de sus gentes; aquella tercera, de algún fado-, no podría ser de otra manera.
Os invito a conocer la historia de Fermina y Herculano, y a descubrir a su través alguno de los secretos mejor guardados de esta capital. Y es que, como precisamente termina ese relato, "Lisboa estará ahí siempre, buscándonos... Solo es cuestión de saberla encontrar".

jueves, 3 de marzo de 2016

De médicos y viajeros

La profesión de médico, como tantas otras profesiones, es pura vocación. Si no, su ejercicio se antojaría imposible. Lo digo de corazón, pues a veces resulta excesivamente duro. Confieso que la exigencia por estar al día, la presión asistencial y su responsabilidad pueden acabar pesando demasiado. Siendo médico soy feliz; pero si gozara de una segunda vida, creo que elegiría otro oficio. Probablemente el de mago, que ya lo tengo pedido.
En la actualidad ejerzo esa vocación en una sección de Epidemiología, que incluye un Centro Internacional de Vacunación. Desde él, atiendo a los viajeros que salen de nuestras fronteras, impartiendo consejos preventivos y recomendándoles cuantas vacunas precisan: a esa pareja que va de viaje de novios con su maleta cargada de ilusiones, a quien busca fuera otra oportunidad, a aquel mochilero que vuela sin rumbo fijo, a alguna misionera, a esta familia de aquí que quiere reencontrarse con su familia de allá... Quizá por haber sido un aventurero empedernido, diré sinceramente que me gusta.
Al igual que en tal ejercicio me ha dado mucha alegría la postal que desde Bali nos han remitido Cova, Nico y Lola, tres trotamundos recorriendo Indonesia, que tuvieron el inmenso detalle de agradecer mi atención en ese Centro a través de sus líneas.
Si alguien me preguntara por los mejores médicos del mundo, le respondería lo mismo que el escritor Jonathan Swift: el doctor dieta, el doctor reposo y el doctor alegría. Eso sí: con independencia del destino e incluso las compañías, procuraría añadirle algún viaje de por medio.

martes, 1 de marzo de 2016

Presentando de nuevo a Chema Rodríguez Calderón

A las siete y media de la tarde de este próximo viernes, en la sala de conferencias de la Biblioteca Pública de León (C/ Santa Nonia 5), tendré el gusto de presentar a un auténtico hombre del teatro: Chema Rodríguez Calderón. Autor, actor, director, productor, un artista sobre el escenario y una excelente persona cuando se baja de ellos, nos presentará a la vez su último libro: ese divertídisimo Loco, loco cabaret (Ediciones Irreverentes) que ya leí y reseñé en este mismo blog.
Además de asegurarnos sonrisas y advertirnos de más de una sorpresa, Chema contará en este acto con la participación del también actor Jorge Alvariñas.
Sin duda, una presentación de lo más entretenida, a la que todos estáis invitados.