sábado, 30 de abril de 2022

En el Campeonato Jóvenes Promesas de Ajedrez

Esta mañana tuvimos deporte familiar por partida doble. Amalia asistió al penúltimo ensayo junto a su equipo, de cara a esa exhibición de Gimnasia rítmica que se atisba para dentro de muy poco. Manuel participó en el Campeonato Jóvenes Promesas de Ajedrez de León -organizado por Escuelas Deportivas Municipales-, después de rozar el podio en sus últimos campeonatos escolares de su categoría. Por suerte, ambas actividades coincidían en lugar -Palacio de los Deportes, en su pista y su hall respectivamente- y en hora -a partir de las 10:00 de la mañana-, lo que simplificó bastante nuestra logística.
Al final Manuel volvió a rendir estupendamente, quedando segundo a nivel individual en su grupo Alevín y cuarto en la clasificación por equipos intercategorías. Además, ha superado uno de sus hándicaps habituales, al ganar todas las partidas que le tocaron jugar con piezas negras. Ese segundo puesto se suma a otros conseguidos con anterioridad: subcampeón escolar individual de León en categoría Benjamín, subcampeón en menores de 14 años en aquel Open de Villademor de la Vega, campeón escolar por equipos de León en categoría Alevín -de hecho, la próxima semana competirán en la fase sector para acceder al campeonato autonómico-... 
Tras la ceremonia de entrega de medallas, haciendo balance de lo vivido, él me preguntaba eso de que por qué queda tantas veces en segundo lugar... A lo que yo le he respondido simpáticamente con otra frase que dijera aquel ajedrecista, campeón olímpico, llamado Savielly Tartakower: el mejor de cualquier torneo queda siempre en segunda posición. Solo le gana quien tiene más suerte.

viernes, 29 de abril de 2022

Aquel Decálogo del Amor

De vez en cuando -porque es solo de vez en cuando- recibo algún email de algún lector -o mejor dicho, de alguna lectora, pues en verdad son mayoría- indicando cualquier opinión a propósito de mis libros. El de esta tarde provenía de nuestra amiga Eloísa, quien tras releer aquellas Cartas para un país sin magia (Ediciones Irreverentes) insistía en lo mucho que le gusta ese decálogo del amor incluido en su cuento La magia de las palabras.
A petición suya, con la debida dedicatoria, volvemos a compartir esa magia que le atribuyo a tal sentimiento.

1. Magia para amar, sin otra razón que amarte.
2. Magia para querer a quien amo y a amar a quien quiero, expresando libremente mis propios sentimientos.
3. Magia para amar como elija: en silencio o a gritos, libre o dependiente, delante del mundo o desde mi intimidad. Incluso amando menos de lo que humanamente sea capaz.
4. Magia para que tú lo seas todo conmigo y yo no sea nada sin ti.
5. Magia para no amar a medias, sin tener que sentirte culpable. Para no amar como los cuerdos, ni por educación ni por conveniencia. Para no amar pensando en el recibo de la luz.
6. Magia para vivir de amor y por amor; también para caer de él y por él. Como diría el poeta, no es que muera de amor, muero de ti.
7. Magia para que el amor nos marque, pero no nos enmarque. Que siempre estemos a tiempo de cambiar.
8. Magia para que el amor sea valiente, aunque pueda darnos miedo. Para cometer errores y ser responsable de ellos.
9. Magia para que no te necesite si no puedo tenerte, para que me acuerde de olvidarte, para rendirme cuando te venza. Dándote lo mismo sin repetirme, siendo feliz sintiéndome tan triste, estando a tu lado sin estar contigo.
10. Magia para que si un día te vas, hasta mi teléfono móvil te eche de menos.

miércoles, 27 de abril de 2022

Obrigado

Estoy de acuerdo con aquel ilustrado germano llamado Gotthold E. Lessing, para quien la oración más perfecta sería un solo pensamiento de gratitud hacia el cielo. Y es que, en esta recta final de mi recuperación -constatando que todo ha ido aceptablemente bien-, quisiera dar las gracias a tantas personas que han estado ahí en estos meses, pendientes de mí, preocupándose y preguntándonos. Desde aquí, desde allá; en persona o telemáticamente. Deseo que sepan que me he sentido tan querido como acompañado, aportando su presencia un indudable poder terapéutico. Obrigado, que relataría nuestro amigo Mauro con ese acento portugués que le delata, sin saber si podré corresponder a tal derroche de afecto.
Y que tomándole prestada otra palabra, me permito también decir Saudade, traducida algo así como nuestro corazón os echa de menos. De manera que en breve, quizás a lo largo de la próxima semana, espero retomar poco a poco la normalidad, incluyendo mi actividad literaria. Advierto que a este respecto habrá muchas sorpresas, siempre tuteladas por ese agradecimiento. Será que como aprendí de pequeño de alguien ni tan alemán ni tan filósofo como Lessing -la Ilustración de mi abuela asentaba en su refranero-, de bien nacidos es ser agradecido.

domingo, 24 de abril de 2022

El vídeo del colegio Antonio González Lama

Allí estuvieron todos cuantos quisieron estar. Cada cual aportando lo suyo: su ingenio, su arte, su originalidad. Con el denominador común del amor a los libros y el mínimo común múltiplo de su altruismo. Hubo personalidades, como el alcalde de León... profesionales de los medios de comunicación, como José Manuel Mures -Los 40 principales, de León- o Sandra Cavia -Antena3 Noticias-... Deportistas reconocidos, como Manuel Martínez -medallista olímpico en lanzamiento de peso- y Rafa Guerrero -exárbitro asistente de fútbol-... Artistas de renombre, resaltando por el cariño que les tenemos al dúo musical Ecos -quienes pusieran sus notas a tantas presentaciones de mis libros-, al dibujante Lolo -ilustrador, entre otros, de nuestras Catorce lunas llenas- y a Marcelo Tettamanti -coordinador de Cuento Cuentos Contigo-... Escritores, como la soñadora Emma S. Varela -tantos de sus libros en cada estantería de Manuel pequeño-, mi admirado Miguel Paz -lo mismo, pero en la mía- o nuestro querido Asier Aparicio -si buen autor, mejor persona-... Y, desde luego en tiempos de pandemia, sanitarios que escribimos, como mi compañero Luis Miguel Suárez -creador de una novela de lo más recomendable, titulada El grito de la foresta- y yo.
Entre todos construimos ese vídeo genial de fomento a la Lectura, que con motivo del Día del Libro elaboraron en el colegio Antonio González de Lama, de León -¡un diez para su comunidad escolar, verdadera protagonista de esta iniciativa!-... Entre todos conseguimos revertir el hechizo de la bruja Malura, logrando que su biblioteca volviera a llenarse de ejemplares... Y entre todos añadimos otra piedra a la construcción de ese valor que a muchos aún se resiste, llamado Solidaridad.

sábado, 23 de abril de 2022

En el Día del Libro

Hoy 23 de abril celebramos una nueva edición del Día del Libro; una fecha siempre especial para todos cuantos tenemos algo que ver con esa palabra mágica llamada Literatura. 
Me habría encantado festejarla en el stand de Librería Albareda o cualquier otra, ubicada en el paseo zaragozano de Independencia, como hice desde mi ópera prima El amor azul marino... Tal vez en aquella biblioteca improvisada en cierta base a miles de kilómetros, al coincidirme con alguna misión humanitaria... Quizá -como estaba previsto a través de la empresa de entretenimiento Ludens- escenificando nuestra sesión de cuentacuentos La vuelta al mundo en casi ochenta cuentos, en la Sociedad Deportiva La Venatoria... Sea como fuere, son las circunstancias quienes mandan, y en este 2022 tocará quedarse en casa. Eso sí: leyendo mi novela de cabecera, a sabiendas de que al año que viene este reposo pautado será una simple reminiscencia. Y es que uno siempre recuerda esos libros que le permitieron olvidarse de todo.

viernes, 22 de abril de 2022

En el Día de la Tierra

De entre el refranero de mi abuela Concha, destacaba aquel dicho que insistía en que las cosas del suelo no se cogen. Ella era capaz de reconocer la belleza, de encontrar la frase exacta para cada momento, de ser viento bajo nuestras alas. Pese a ello, mi abuelo Ildefonso nunca le hizo demasiado caso. A fin de cuentas, en aquellos tiempos de posguerra, él solía recoger colillas que los fumadores tiraban a la acera para desmenuzarlas y revender de nuevo su labor del tabaco. Esa misión de estraperlo era, sin duda, un método infalible para llevar algo más de dinero a casa que –por entonces, con cuatro hijos y una cartilla de racionamiento- buena falta les hacía. A fin de cuentas, los puertos quedaban lejos y, aun sin olvidarse nunca de su mar, hubo de reconvertir aquella profesión en maletero de una estación del ferrocarril... 
Paralelamente, sesenta años después y aun cuando sea por distintos motivos, me encuentro como él: sin hacer caso a nuestra abuela y recogiendo colillas de diferentes espacios naturales. Cada vida es propia, pero estoy convencido de que las vidas resuenan. Unas veces de forma organizada, a través de esa asociación a la que pertenecemos y que dedica parte de su esfuerzo a limpiar de basura tantas riberas de río… Otras de manera improvisada, como esas batidas junto a mis hijos y algunos de sus amigos, en aquellas playas en las que pasamos cada verano...
En todo caso, la educación al respecto resulta fundamental. Encontrarle sentido a algo que parece que no lo tiene. Si mi abuelo recogía colillas del suelo para salvar a su familia, nosotros las recogemos desde la convicción de que así ayudamos a salvar nuestro planeta. Con Fortaleza, aun cuando lo peor de ser fuerte es que se dé por supuesto que siempre estarás bien... Con Bondad, aunque lo peor de ser bueno sea que den por supuesto que siempre dirás que sí... Con Humildad, sabedores de que creer ser algo es el gran obstáculo para serlo de verdad: quien cree que ha llegado, no camina... Y especialmente, con el Entusiasmo que caracteriza a todos cuantos celebramos este Día de la Tierra.

Nota: Texto perteneciente al epílogo Recogiendo colillas de mi libro Catorce lunas menguantes (MAR Editor), ilustrado por la genial Raquel Ordóñez Lanza y galardonado con el II Premio Liliput de Narrativa Joven.

Ley de Vida

A principios del otoño, me ganó su primer partido a Tenis sin que me dejase, y además sin permitirse ni un solo set en contra: 6-4, 6-1. En aquella carrera solidaria que compartimos por Navidad, me sacó medio minuto en apenas siete kilómetros de recorrido. ¡Y eso que al final frenó para esperarme! Hace tiempo que he asumido que cada día sabe más Informática que yo. ¡A veces pienso que demasiada! Desde el inicio de esta primavera, prácticamente nos supera en altura... Y este último sábado, desarrollando una Defensa siciliana con piezas negras, propinó mi primera derrota ante él en otra partida de Ajedrez: ¡Jaque mate!
En verdad que nuestro Manuel pequeño se está haciendo grande, superándonos -y superándose- cada día que pasa. Ciertamente es ley de Vida, sintiéndolo por ello de la manera más natural. Junto a esa evolución, asistimos a su crecimiento personal y a los logros/alegrías que el mismo le proporciona. La de ayer: su presentación en el Palacio de Deportes de León como miembro de la base de su club de Balonmano, el Abanca Ademar. La de hoy: su selección para el Campeonato Jóvenes Promesas de León, en Ajedrez, después de rozar el podio a nivel individual y proclamarse ganador por equipos con su colegio en los últimos campeonatos escolares.
En cualquiera de los casos, seguiremos a su lado -sin que se note demasiado- mostrándole el camino... Y es que, parafraseando a la comunicadora Ann Landers, he acabado asumiendo que al final no tendrá éxito gracias a lo que haga por él, sino a lo que le enseñe a hacer por sí mismo.

miércoles, 20 de abril de 2022

La base del ADEMAR

El primer partido de Balonmano de liga ASOBAL que presencié en directo fue un Deportivo Aragón-Ademar León, en el Pabellón Príncipe Felipe, de Zaragoza, allá por la temporada 2005-2006. Era el año del debut en la máxima categoría nacional del primer equipo de mi ciudad, aunque no le di demasiada suerte: acabaron perdiendo de siete.
A la salida, alguien me advirtió de que la clave del éxito de ese club que nos visitaba asienta en su cantera. La mejor de España, según aseguró. Y es que allí -continuaría-, los niños desde pequeños no juegan al Fútbol... ¡Juegan al Balonmano!
Casual o causalmente, el destino acabó trayéndome a un lugar tan mágico -¡y majico, que cantaríamos en mi tierra!- como León, y mi hijo Manuel integrando las plantillas inferiores de aquel Ademar. Después de una liga regular en la que acabaron terceros de grupo, actualmente compite en la Copa de Castilla y León, categoría Infantil, con su equipo Abanca Ademar Promesas... Y realmente, está muy contento, tanto con Adrián -su entrenador- como con cada uno de sus compañeros.
Esta tarde, al descanso del partido de liga que jugará su primer equipo en el Palacio de los Deportes de León, se procederá al acto de presentación de todos los integrantes de la base del Ademar. Allí estaremos para acompañarles, como en tantos encuentros, desplazamientos o entrenamientos. En nuestro territorio, que diría su máximo responsable técnico, el maestro Manolo Cadenas... Y aconsejando a nuestros hijos en la misma línea que aquel otro jugador internacional aconsejara en su día al suyo: Podrás llegar lejos, pero será con esfuerzo, dedicación y sin excesos de confianza
De momento, ¡que sigan disfrutando y más de ese acto tan emotivo! ¡Aúpa Ademar!

martes, 19 de abril de 2022

Mientras ande yo caliente

Con motivo de la retirada de las grapas de mi herida quirúrgica, ayer fue el primer día desde que me intervinieron en el que salí a la calle. De hecho, la temperatura resultó de lo más grata -en mi ciudad llegaron a superarse los 20º C. de máxima-, invitándome a que llevara chaqueta en mano. Algún viandante camina incluso en manga corta.
Asumiendo que ando demasiado sensibilizado con el tema, apenas pisar la acera capta mi atención que todos los calefactores de la terraza que tenemos a la puerta están encendidos. Sin clientes, pero con llama. Lo mismo sucede en otra cafetería de esa céntrica plaza, donde su aparato prende a toda potencia; desde luego, sin banquetas ni mesas al lado que hicieran suponer que alguien se estuviera aprovechando del calor desprendido. A más de 20º C, tampoco haría falta.
Ante mi extrañeza por ese uso, cierto camarero de lo más atento nos dice que están ahí para decorar, que a sus clientes les gusta así. Además, para eso pagan. Y en nuestro adiós, apunta: No estamos para fríos ni para más sacrificios
Es verdad que a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades europeas -el uso de estos artefactos no está permitido en muchas de ellas, a sabiendas de la cantidad de gases con efecto invernadero que desprenden-, el manejo de calefactores externos carece de regulación específica en las nuestras, lo que da cobertura a este empleo irresponsable. Ni parece correcto que un calefactor haga las veces de adorno -claramente, esa no es su función-, ni que porque alguien pague adquiera derecho a contaminar. Con todo, lo que más nos llama la atención es su manejo de la palabra sacrificio.
Poco después, en la sala de espera de mi Centro de Salud leo que, según expertos internacionales, la guerra que actualmente vive Ucrania solo se detendrá con un bloqueo a la importación de fuentes de energía rusa. Berlín paga diariamente a Moscú más de 200 millones de euros por el gas que le compra, lo que permite seguir financiando cualquier acometida. ¿Qué preferimos, la paz o el aire acondicionado?, ha llegado a plantear el primer ministro italiano Mario Draghi. Algunos gobiernos -el húngaro fue el primero, pero no el último- ya le han respondido, asegurando que no están dispuestos a ningún sacrificio que afecte a sus ciudadanos... Algunas encuestas entre estos apuntan mayoritariamente en su misma dirección.
A este paso, tristemente y abogando siempre por los consumos responsables, acabaremos cambiando aquel refranero de nuestra abuela. Porque mientras ande yo caliente, lo demás -desde el deshielo en la Antártida a los bombardeos en Mariúpol- parece no afectarnos demasiado.

lunes, 18 de abril de 2022

En el Lexipíxel-6

Una de mis supuestas rarezas que más llaman la atención de nuestro amigo Nicasio es mi pertenencia al Club Palindromista Internacional. Formado por personas de muy distintos lugares, pero con ese máximo común de nuestra afición a los palíndromos -aquellas frases capicúas que se leen igual de derecha a izquierda que a la inversa-, sus integrantes participamos regularmente en un concurso llamado Lexipíxel, consistente en crear algún palíndromo de no más de 55 letras a partir de una imagen concreta. 
En dicho juego, que esta temporada va ya por una sexta edición en la que poner simetría perfecta a la imagen que acompaña, se juntan muchos de los mejores palindromistas del momento: un genial Xavi Torres, que a la postre sería ganador con su propuesta: -¡Sé volar! -¡Oh! -¿Ahora lo ves?... Raúl Ortiz, que mantuvo el liderato general con esta cita: Os ofrecerá pasar tras aparecer foso... Algunos campeones del Mundial de Palíndromos como el argentino Pablo Nemirovsky (2014) o el guatemalteco Rodrigo Marroquín (2018)... Y Mª José Abia, Eladi Erill, Joan Tomás, Gustavo Ripotasi...
En mi caso, participar junto a ellos en estos Lexipixeles constituye un reto, un motivo de diversión y de paso una alegría, máxime cuando ves que tu cita -Sería sol, sonrisa, saeta, sal, anís... Y sin alas ateas, asirnos los aires- resulta bien valorada.
Y es que, como acostumbro a replicarle a mi amigo Nicasio, si soy excéntrico en esto -así al menos lo asegura- es porque sé verlas al revés.

viernes, 15 de abril de 2022

Reinterpretando la Vida

 

Durante estos días de convalecencia domiciliaria, aprovecho para acabar de tejer mi nuevo libro -deseamos que esté disponible para las próximas ferias de verano-, y releer los antiguos. En cualquier caso, uno y otros seguirán fieles a mi estilo, escribiendo para compartir e incluyendo -como este, de El amor en los tiempos del Mindfulness- otro nuevo diccionario con el que juntos reinterpretamos la Vida.

Amabilidad: Tratar a los demás como me gustaría que me trataran a mí.
Atletismo: Disciplina deportiva en la que correr no es de cobardes.
Basura: Materia que tiramos porque no sabemos para qué nos podría servir.
Batería: Monitor de soporte vital que resucita a un ordenador, mientras carga aquellas partes de mi vida que a veces parecen muertas.
Celos: Muro sin razón de ser que se levanta entre dos confianzas. Nunca podrán ser amor; a lo sumo, un amor propio mal gestionado.
Esperanza: Asidero del desquiciado.
Hombre: Ser animado racional que acostumbra a portar un teléfono móvil en su mano.
Humildad: Virtud consistente en conocer tus debilidades para, desde ellas, obrar con fortaleza.
Luna: Satélite de ese planeta en el que se reencuentran los besos perdidos.
Maceta: Retal de Naturaleza que florece en mi casa.
Maleta: Metáfora de cada vida. Al revisar la nuestra, comprobamos lo que fuimos.
Mariposa: Primera bailarina en la danza del jardín. Dado que hubo un tiempo en que fue larva, me sirve como ejemplo de superación. 
Mindfulness: Declaración del estado de alerta en el territorio de la mente.
Medusa: Bocanada de vida en algún mar sin humos.
Optimismo: Sonreír todos los días.
Pepino: Lo que me importa lo que no me importa.
Pingüino: Ave palmípeda que prefirió nadar a volar, cambiando el azul del cielo por los añiles del mar.
Piraña: Pez que habita en los océanos de nuestra imaginación y que a veces devora los finales de mis cuentos.
Soberbia: Pobreza de creer que uno es el más rico en todo.

miércoles, 13 de abril de 2022

En el Día Internacional del Beso

En estos tiempos que nos tocan vivir, cada fecha esconde algún motivo para cualquier efeméride. Y así, mientras ayer celebramos el Día Internacional del Helado o mañana celebraremos -entre otras- el Día Internacional del Portero de Fútbol, hoy corresponde el turno al Día del Beso.
Antropológicamente, el origen de este gesto universal radica en aquellas páginas de la Prehistoria en la que los homínidos alimentaban a sus crías de boca a boca. Arqueológicamente, sus vestigios más antiguos se hallan en algunos templos orientales que contienen figuras de piedra en posturas que conjugan el verbo besar. Literariamente, ya encontramos referencias alusivas en la célebre Odisea de Homero, compuesta allá por el siglo VIII a. C. Culturalmente, este acto proviene de la lejana India, habiéndose expandido por Occidente a través de las expediciones de Alejandro Magno.
En la antigua Persia, el beso constituía otra forma habitual de saludo... durante la Edad Media se consideraba una acción impura... con la Revolución Industrial pasó a practicarse tan solo en la intimidad... Incluso en la Francia de principios del siglo XX, llegó a prohibirse por ley besarse en los andenes de la estación porque producían retrasos en la salida de trenes. 
Los hay con Historia propia -como los besos de Judas-, de récord Guinness -como el más largo del mundo, establecido inicialmente en Tailandia en el año 2011, con una duración cercana a las 48 horas-, con especialistas que analizan sus reacciones -los llamados osculogistas, capaces de detallar la treintena de músculos de cabeza y cuello que movilizamos al besar-... E incluso de los que acaban luciendo en alguna obra de arte, como el del espléndido Gustav Klimt. 
Quizás esta pandemia por COVID19 nos haya robado muchos de ellos, privándonos de alguna de esas propiedades terapéuticas -además de afectivas y románticas- que ya intuyeran los Celtas: desde mejorar la circulación sanguínea a liberar endorfinas, incrementando de paso la autoestima o disminuyendo nuestro estrés. Por suerte, como afirmara Neruda, en un solo beso sabrás todo lo que he callado.

martes, 12 de abril de 2022

Llorando Mariúpol

En la metrópoli ucraniana de Mariúpol, los sitiadores rusos apenas respetan nada. Más del 80% de sus edificios han sido destruidos por los bombardeos, y los residentes que quedan en ella -se estima que entre 100.000 y 160.000- carecen de agua, luz, electricidad y otros productos de primera necesidad. Según su alcalde, al menos 10.000 de sus habitantes han fallecido como consecuencia del asedio -si bien, podrían ser más del doble- y las calles se encuentran literalmente alfombradas de cadáveres. Denuncia también que entre 20.000 y 30.000 de sus vecinos han sido deportados de manera forzosa a territorio controlado por Rusia. Según la Fiscal General de Ucrania, Mariúpol es uno de los 6.000 lugares del país en los que a día de hoy se están cometiendo -presuntamente- crímenes de guerra, habiéndose asesinado civiles de modo deliberado bajo la excusa de desnazificar la región. Incluso se ha difundido la noticia de que las tropas invasoras pudieran haber empleado allí algún dron para expandir agentes químicos.
En los ataques de esta mañana, otro proyectil lanzado desde cualquier tanque ruso ha destruido el centro de Cáritas en la ciudad, causando la muerte de al menos siete personas -dos de ellas trabajadores suyos- que buscaban refugio en sus instalaciones. A sabiendas de la labor desarrollada por esta organización, lo sentimos de corazón.
Y así sumamos ya casi cincuenta días de horror, con escenas tan dantescas -desde saqueos a violaciones, sin olvidar tantos asesinatos indiscriminados- como las habidas en Bucha, Borodyanka, Kiev... o ahora en Mariúpol. La guerra es, sin duda, la madre de todas las locuras. ¿Hasta cuándo? 

domingo, 10 de abril de 2022

Todo va a ir bien

Aun cuando parezca una frase más optimista que positiva y yo siempre haya apostado por las segundas, reconozco que últimamente he hecho de ella el lema de mi vida: Todo va a ir bien. La tomé prestada de un concierto inolvidable del cantautor Luis Guitarra, tal como me recuerda aquel colgante que nos regalaron mis hijos a su final. Desde entonces, apenas me lo he quitado.
Y como si fuera un talismán, recargo con ella la confianza en mí mismo, creyendo realmente que las cosas buenas aún pueden pasar. Al repetirla, me siento cerca de cuanto quisiera conseguir. Me sé más capaz, más querido, más agradecido.  
Admito que en estos tiempos de pandemia, desencuentros -¡cómo duele la Guerra de Ucrania!- y demás jinetes modernos del Apocalipsis, demasiados miedos nos susurran lo contrario, restándonos mucho de cuanto somos. De ahí que el Todo va a ir bien, más que una mera declaración de intenciones, sea una apuesta firme por la Esperanza; esa virtud que -como asegurara alguno de mis personajes- no es nunca lo último que se pierde... ¡Será siempre lo primero que se encuentra!  

sábado, 9 de abril de 2022

¡Bromas, las justas!

No hace mucho, paseando junto a Nicasio por algún parque de nuestra ciudad, cierto mendigo bastante conocido en esa zona nos saludó, mientras me decía en tono jocoso:
- ¡De ti ya sabes que no quiero nada! Lo que me vayas a dar, gástatelo en crecepelo.
Le respondí con un buenos días y otra sonrisa, mientras seguimos caminando.
Media docena de pasos después, mi amigo me preguntó que por qué consentía tal comentario, ya que en su opinión era un insulto claro que pretendía reírse de mi alopecia.
Yo le contesté que apenas me molestaba, que lo consideraba una broma y que más bien lo que él quería era reírse conmigo.
- Pues a mí, ¡bromas, las justas! -insistió.
A la semana siguiente, después de que en la ceremonia de los Oscar, el actor Will Smith abofeteara al presentador Chris Rock por cierto chiste a propósito del corte de pelo de su mujer -secundario a un proceso patológico-, Nicasio me recordaba aquel primer incidente.
- ¿Acaso el presentador no se pasó de listo con ella? ¿Acaso ese indigente no se propasó contigo?
En mi opinión -la última de las últimas-, sin pretender juzgar a nadie -demasiado tengo con juzgarme a veces a mí mismo-, entendiendo que en una ceremonia así se acostumbra a interactuar con el público e incluso validando que objetivamente su comentario pudiera ser inoportuno, quiero creer que Rock jamás tuvo intención de molestar a nadie. Probablemente ni siquiera conocía los motivos de tal peinado. Su lenguaje gestual -mucho más comunicativo que el propio lenguaje oral- apuntaba en tal sentido. 
Otra cosa es la reacción posterior de Smith -quien, evidentemente, se sentiría agraviado-, con todas sus razones y matices, que le ha generado una catarata de críticas. Dado que por obvia tampoco aporta nada, no añadiré la mía.
En cualquier caso, cada vez resulta más difícil gastar y aceptar cualquier broma. Ante esa aureola que vivimos de lo políticamente correcto, cada vez cuesta más hacer un comentario indemne, de esos que nunca molestarían a nadie. Ese humor inteligente, libre de polvo y paja, al que remite Nicasio podría acabar convirtiéndose en una especie de autocensura. ¡Bromas, las justas! Tal vez deba ser así... Quizás hasta en el próximo paseo me acabe enfadando con aquel mendigo que saluda mediante esa letanía del crecepelo. 
Todo sea por sobrevivir a estos tiempos tan serios que nos ha tocado vivir.

viernes, 8 de abril de 2022

Agraciado y agradecido

Al final hubo que operar. No quedaba otro remedio. Aquella lesión producida en aquella carrera solidaria que celebramos en nuestro pueblo, no podía salirse con la suya. En principio, sorteó al tratamiento médico y se burló de las tandas de rehabilitación, pero a la postre ha acabado sucumbiendo a la precisión de la cirugía.
A lo largo de este proceso me he sentido agraciado porque hubiera solución y agradecido por tanto acompañamiento. Me consta que muchas personas habéis estado a mi lado. De la A de Alma a la Z de Zulima. Por ello, GRACIAS con mayúscula, subrayado, negrita, en cursiva... Y sobre todo, de corazón.
Me permito también la licencia de mostrar nuestro agradecimiento al neurocirujano del Hospital de León, Dr. Carlos Sánchez, y a su equipo, por esa profesionalidad, por ese derroche de humanidad, por haber estado ahí cuando había que estar... e incluso por esa pasión compartida llamada Música.
Agraciado y agradecido, que por algo ambos términos provienen de la misma raíz indoeuropea: gwera -digno de alabanza-.

sábado, 2 de abril de 2022

Campeones Alevines de Ajedrez

El equipo en categoría Alevín de Ajedrez del colegio Marista San José, compuesto -según orden de puntuación final- por Rodrigo, nuestro hijo Manuel, Javi, Darío y Sofía, bajo la batuta de su entrenador José Luis, se ha proclamado esta mañana ganador del campeonato de los Juegos Escolares de León, organizado por Escuelas Deportivas Municipales.
Sin duda, ha sido un triunfo de la constancia en un deporte del que -entre mil beneficios- sabemos que acrecienta su creatividad, desarrolla la memoria, aumenta la capacidad de concentración... Y le permite seguir haciendo amigos.
Con las dos victorias de hoy de Manuel y ese puesto final individual empatado con el segundo clasificado, no solo han conseguido este galardón sino la clasificación para las finales provinciales de su categoría, a celebrar en el próximo mes de mayo.
Entre gambitos de Dama, ¡enhorabuena, campeones!

viernes, 1 de abril de 2022

La ruta de los sueños

Hace una semana, cuando acudía a recoger a mi hijo a la salida del colegio, le descubrí subido a cierto muro animando entre gritos al resto de padres/madres a que fueran generosos y depositaran alguna moneda en esa especie de fila que sus compañeros habían colocado sobre el suelo. ¡Para chiquillos sin recursos, para comprar material escolar, para que puedan ir a la escuela...! De entrada, pensé que se trataba de alguna broma y le hice un gesto para que callase. Sin embargo, no tardé en darme cuenta de que detrás de tal actitud había otra acción solidaria con nombre propio: La ruta de los sueños, del Colegio Marista San José, de León. 
Dicha ruta consiste en colocar una hilera de monedas sobre una recta con pegatinas, de diez metros de longitud -si bien, al final hubiera que ampliarla hasta veinte-, a fin de recaudar fondos para niños que no tienen acceso a la Educación. Esta iniciativa participativa viene avalado por el proyecto Ker Saroengo -Casa de Todos- del barrio leonés de Las Ventas.
Sin duda, una actividad de lo más interesante, promovida por un profesor-tutor a quien difícilmente sus alumnos olvidarán. Porque podrás no acordarte de aquel que te enseñó a resolver derivadas, la tabla periódica de los elementos o las primeras declinaciones en cualquier lengua muerta... Pero siempre -¡siempre!- recordarás a quien te abrió la puerta de los valores, proponiéndote un reto de vital importancia: ser mejor persona.