martes, 27 de octubre de 2015

Benito Expósito, mi hijo literario

De algún modo, siento a Benito Expósito Expósito, el pequeño protagonista de mi novela Mi planeta de chocolate, como un hijo literario. Ese pequeño al que la vida hizo grande, al que quiero como una parte mía y del que estoy convencido que aún le quedan muchas alegrías por dar. Por eso hoy, desde su capítulo Entre votos y devotos, os cuento un poquito de él:

Benito fue mal estudiante. Listo sí, más listo que el hambre; pero buen estudiante… ¡nunca! Si hubiese hincado los codos tanto como las rodillas, alcanzaría a saber que los números primos no forman una familia. Si hubiera repasado los apuntes en vez de adiestrar su mano derecha para corregir el "defecto" de ser zurdo, comprendería que Santiago Ramón y Cajal no se refiere a tres personas distintas. El ateísmo no responde a ningún movimiento de los seguidores de su amigo Teo. Catetos son los lados que forman ángulo recto en un triángulo rectángulo, además de los lugareños que asegura el tendero. Si definió a Dios como impotente fue por error; en verdad quiso decir omnipotente. Y que no se le ocurra ninguna respuesta para tantas preguntas, no significa nada; pudiendo luego dar una buena, ¿por qué conformarse ahora con una mediana?
Cierto es que si los Apóstoles fuesen unos ignorantes jamás habrían escrito sus cartas a los corintios. Ahora bien, ¿acaso algún corintio les respondió? Además, habiendo lenguas muertas, ¿para qué las vamos a resucitar? 
Sin sabiduría nadie va a ninguna parte.

martes, 20 de octubre de 2015

II Jornadas de Cine sobre la Experiencia de Vivir

Organizadas por la Asociación Proyecto Los Argonautas -a la que considero un honor pertenecer desde mi condición de psicólogo asesor- y la Fundación HelpAge International España, en estos días se están desarrollando las II Jornadas de Cine sobre la Experiencia de Vivir.
Dichas Jornadas nacen con el fin de dar visibilidad al colectivo de las personas mayores, centrándose este año en la figura de la mujer mayor: luchadoras, inteligentes, valiosas, bondadosas... Todas tienen algo en común, una gran historia que hace de su edad avanzada una vida plena de sentido.
Las Jornadas se celebran los días 15, 22 y 29 de octubre, y 5 de noviembre, a las cinco de la tarde, en el espacio Caixa Madrid (Arapiles 15). Las películas emitidas serán Elsa&Fred, Solas, Las chicas del calendario y El exótico hotel Marigold, respectivamente.

martes, 13 de octubre de 2015

Nanas en Lecturafilia

Leo una cita que dice que a los niños habría que dormirles siempre con un cuento y no con la televisión. Inevitablemente me acuerdo de Manuel Cortés Blanco, un autor que ha conseguido recuperar esa tradición oral y llevarnos de la mano hacia la infancia para contarnos mil y un cuentos. Leídos ya todos sus libros, solamente me faltaba Nanas para un Principito, con el que tuvo el honor de obsequiarme.
Este libro es un cuaderno de recuerdos de la época de su hijo como bebé, alternándose la realidad con los cuentos que le narra a su hijo, apodado El Principito  debido a la devoción que profesan sus padres por esta obra de Saint Exupéry. Porque estas nanas son ante todo un bonito cante  a la primera vida, donde es el propio niño Manuel el que nos habla desde la cuna, el que nos cuenta sus primeros pasos y las sensaciones evocadas con las actividades que va experimentando.
"Si todos los mayores tenemos un pasado, los pequeños  como él solo tienen futuro. Y eso resulta fascinante". "Hay adultos que necesitan muchas palabras para decir algo, y niños que lo decimos todo con una sola mirada".
Me decía Manuel que su libro más personal era quizás El amor azul marino, aunque en este se advierten casi tantas características como el otro para considerarlo más personal que otra cosa. Porque está claro que este autor no puede desprenderse de lo que es, y así nos lo sugiere en sus historias, en  las que los cuentos forman parte de su vida y su imaginario.
Ternura, esperanza, la vida explicada a través del cuento. Se respira infancia, pero también una madurez literaria, que se ve complementada con las ilustraciones de Raquel Ordóñez Lanza, aspecto que hará que quieras tener esta gran obra de arte a tu disposición para contarle a tus hijos, o futuros hijos, en cualquier momento.
Y es que Manuel me/nos ha enseñado que el cuento es un género literario que nace desde lo más primitivo del hombre y que nos ayuda a explicar quiénes somos de manera eficaz y soñadora a la vez.

Nota: Reseña publicada en el portal literario Lecturafilia -precisamente, la número 300-, a propósito de mi libro Nanas para un Principito.

jueves, 8 de octubre de 2015

Principitos de cuento

“Tú no eres todavía para mí más que un muchachito igual que otros cien mil muchachitos. Y no te necesito. Tampoco tú tienes necesidad de mí. No soy para ti más que un zorro entre cien mil zorros semejantes. Pero si me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…". Antoine de Saint-Exupéry. “El Principito”, Capítulo XXI.
“Si como expone la Real Academia de la Lengua de nuestros mayores, dormir implica la suspensión de los sentido y de todo movimiento voluntario, no me gusta dormir. De hecho, es el verbo que menos me agrada desde que nací…”
Con los dos párrafos anteriores, comienza el cuento Únicos en su especie, uno de los veintitrés que contiene el libro de Manuel Cortés Blanco titulado Nanas para un Principito.
Manuel Cortés Blanco es médico y escritor y una extraordinaria persona comprometida que “invierte” el dinero de sus obras en la ONG Aldeas infantiles SOS, en la Asociación de Padres de Niños con cáncer de Aragón, en el Proyecto Argonautas, dedicado al cuidado de las personas mayores, en fin un ejemplar humano bueno que disfruta contando y nos hace disfrutar escuchándole y leyendo sus libros.
En su último libro Nanas para un Principito, se vuelve niño para acercarse a su primogénito y nos cuenta lo que él le cuenta hasta los dos años de vida. Cada cuento nos devuelve al niño que fuimos. Los veintitrés cuentos comienzan siempre con un párrafo de distintos capítulos de “El  Principito” de Antoine de Sant-Exupéry. Leyendo este libro, volvemos al niño que duerme agazapado en nuestras vísceras. Además cuenta con las exquisitas ilustraciones de Raquel Ordóñez Lanza y con el prólogo de la escritora Ana Cristina Pastrana.
Mordida existencial: Nanas para un Principito es sin duda un libro para el reencuentro con uno mismo, para el deleite de la lectura, para tomar una dosis de bondad en estos tiempos de desgaje ético, para atenuar las noticias que nos bombardean constantemente, para seducir al bondadoso "homo" que todos llevamos dentro, para cambiar estrellas por utopías, en una palabra, para alimentar al niño soñador que late en nuestros sesos. Manuel Cortés Blanco ha aunado en este libro, cariño, su pasión por contar y por hacer que las letras signifiquen cosas tiernas. Me leo un capítulo antes de dormir y… ¡Felices sueños! 

Nota: Reseña de la escritora Manuela Bodas Puente a propósito de mi libro Nanas para un Principito, que bajo el título Principitos de cuento recoge el diario El Faro Astorgano y las ediciones digitales de León7días, Astorga RedAcción y La llave del camino.