jueves, 28 de junio de 2018

El Eclipse de sol

Reza una leyenda inca que al principio del principio hubo un dios llamado Viracocha que ideó el universo. Él fue quien creó la Tierra, y en ella todo cuanto contiene: las montañas, los cielos, el océano… E incluso dos astros que la iluminasen para permitir que la vida surgiera: el Sol y la Luna. Pero ocurrió que –contra todo pronóstico- ambos se enamoraron perdidamente entre sí, decidiendo vivir en secreto aquel amor tan grande que se profesaban.
Cuando el creador terminó su obra y puso a los Hombres a vivir en ella, decidió separar a aquellas dos luminarias, establecer la división entre el día y la noche, y poner al Sol a presidir el primero y a la Luna la segunda. De modo que ambos amantes permanecerían alejados, con el único consuelo de coincidir a escondidas en algún amanecer.
El Sol llevó aquella separación con relativa fortaleza, brillando esplendoroso durante cada minuto de su jornada.
Te quiero con locura –declaró a su prometida-. Quizá por eso, lo más cuerdo sea dejarlo.
Por el contrario, la Luna se entristeció tanto que su luz quedó muy débil, debiendo retirarse cada poco a llorar desconsolada en su guarida –por ello apenas luce en las noches de Luna nueva-. La emoción es lo que nos atrapa en un momento; el sentimiento, lo que nos queda después.
El dios Viracocha, conmovido por su llanto, decidió hacerle un regalo a esa Luna para que –además de devolverle la alegría- le ayudase a iluminar las noches. Y así creó las estrellas, que a modo de bombillas en el cielo le harían también compañía.
Pero la Luna seguía estando triste, demasiado triste.
Mientras tanto, el Sol brillaba y brillaba cada vez con más fuerza, tratando de que sus rayos se colaran por algún ocaso y pudieran abrazar a su amada. La razón mueve, pero el sentimiento empuja… si bien, a pesar de los intentos, jamás logró alcanzar ese objetivo.
Al enterarse el dios Viracocha por una estrella confidente de lo que estaba ocurriendo, se sobrecogió. Nunca creyó que el amor –o el desamor o cualquier otro sentimiento- tuviera tanta fuerza. Por eso, en un arrebato de bondad, decidió crear en el universo un momento único en el que ambos astros estuvieran juntos… Y a ese momento le llamó Eclipse de sol .
Desde entonces, Sol y Luna brillan ilusionados en sus días y sus noches, a la espera de ese instante exclusivo en el que –alineados sobre el firmamento, vestidos de rojo- se puedan volver a unir. Y desde entonces también, los Hombres que habitan el mundo, como testigos callados de aquel enlace, aguardan con impaciencia ese mágico acontecimiento que se ha convertido en un símbolo para todos los enamorados.
Amor no es solo decir “te quiero”; es básicamente demostrarlo. Y resulta tan grande la emoción transformada en luz que de ese encuentro se desprende, que no hay ojos capaces de resistirlo sin protección. ¡Será que incluso el Sol y la Luna necesitan un poco de intimidad!
Y aquí acaba esta leyenda… Quien quiera que la repita, que me lo diga y atienda.

Nota: Cuento titulado El Eclipse de sol, versión de una leyenda inca, incluido en mi libro Catorce lunas llenas.

miércoles, 27 de junio de 2018

Contra las agresiones a profesionales sociosanitarios

Resulta inadmisible que nadie agreda a nadie, y aún menos a cualquier profesional en el ejercicio de sus funciones.
Por ello y porque tristemente también he vivido momentos de tensión en primera persona relacionados con mi trabajo, quiero a través de estas líneas sumarme al comunicado de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN Aragón) y del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza, denunciando la indefensión a la que en muchas ocasiones nos seguimos enfrentando en tal desempeño, mostrando todo mi apoyo hacia la compañera que recientemente ha sido agredida y retenida durante casi una hora por un paciente al que atendía, y exigiendo a las autoridades competentes que se tomen las medidas oportunas (incluidas, por supuesto, las de tipo legal contra los agresores) para que en la medida de lo posible estos hechos lamentables no vuelvan a suceder.
Aun cuando no pueda estar en persona en la concentración que se celebrará esta tarde en Zaragoza en apoyo de la víctima y en repulsa por lo sucedido, desde la distancia me adhiero a ella con todas mis energías. Tolerancia cero ante esta o cualquier otra forma de violencia.

martes, 12 de junio de 2018

Sabio

Desde la Fundación Hermanos Pesquero han compartido que el libro Sabio (Ediciones Sonámbulos), que recoge los distintos relatos ganadores de su primer certamen literario con ilustraciones de los alumnos de la cordobesa Escuela de Arte Mateo Inurria, ya está disponible y en plena distribución. De hecho, dos de sus autores -Blanca del Cerro y Julio Moreno Rojas- estuvieron firmando ejemplares en la Feria del Libro de Madrid, quedando a la espera de acudir a otros muchos eventos.
Como presidente del jurado de dicho certamen, me alegra sinceramente el éxito del mismo -la calidad literaria de los escritos presentados fue realmente alta- y por supuesto su difusión en forma de este Sabio que hará las delicias de todos cuantos lo lean.

sábado, 2 de junio de 2018

Accésit en el III Certamen Literario "El baloncesto es tu palabra"

Hoy sábado, en el Pabellón de Adultos de la Feria del Libro de Fuenlabrada, va a procederse a la entrega de premios del III Certamen Literario "El baloncesto es tu palabra", organizado por la SAD Baloncesto Fuenlabrada y Entrelíneas Editores, con la colaboración del grupo empresarial Montakit y de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Fuenlabrada.
Aun siendo un concurso sencillo, me alegra compartir que mi cuento titulado El último sueño de Morfeo ha sido galardonado con un accésit en el mismo, por lo que estará recogido en el libro solidario que se editará después del verano con los distintos textos seleccionados.

viernes, 1 de junio de 2018

Mi aniversario más especial

Hoy, como cada uno de junio desde aquella mañana, es día de aniversario. Recuerdo vuestro último adiós -como siempre, sonriente- a través de la ventanilla de nuestro coche, las llamadas insistentes de aquel vecino, la explicación del sargento de la Guardia Civil... A pesar de los años, no se me escapa detalle. Durante mucho tiempo viví esta jornada con infinita tristeza, haciéndome cientos de preguntas. ¿Por qué a vosotros siendo tan buenos? Realmente el único error que cometisteis fue cruzaros en aquella Nacional-II con un tipo temerario que volvía a casa después de una noche de excesos.
Al menos y al final, he conseguido quitar el adjetivo triste del sustantivo aniversario. Ni a papá, ni especialmente a ti, mamá, os gustaría que lo mantuviera. Además, os sigo recordando, os sigo queriendo, os sigo sintiendo cerca, ¡cerquísima!... Y detrás de muchas de las cosas que nos suceden en forma de casualidades, sé que sutilmente estáis vosotros. Por eso sonrío tanto, por ello me siento tan agradecido. E incluso doy rienda suelta a esos sentimientos a través de cada uno de mis cuentos.
Esta noche, como tantas otras noches, compartiré con mis peques algunos detalles vuestros... ¡aunque os conocen de sobras! Y es que desde chiquillos saben que sois los abuelitos que les cuidan desde el cielo.